El día que nasí yo

Yo nasí un marte y trese. Será por eso que mi mare era una jartá de supertisiosa. Desia, que el marte y trese ni te case ni te embarque, y de ponerte a parí, ni te cuento. La verdá que la cosa no salió demasiao bien y no porque yo despué le diera mucho el coñaso (que también) sino porque el día que nasí yo no fue demasíado bueno pa ella.

Ella estaba jugando al bingo con las amiga la noche anterió y cuando le faltaba dó pal bingo yo empesé a moverme y de la contrasione tuvo que dejá la partia a la mitá y eso no me lo perdonó ella en la vida. Ni ella ni las amiga que tuvieron que dejá la partida a media y llamá a mi aguela y mi pare. Mi pare no vino porque estaba ensayando con la comparsa y eso, como es lógico, pa el era lo primero. Mi aguela y las amiga de mi mare se la llevaron pa mi casa y la mujé se llevó dilatando desde la onse hasta serca de las siete de la mañana. La verdá es que nesesitaba dilatá porque mi perímetro craneá cuando yo era un niño resultaba algo descomuná. Vamo que habría sio má fasi sacá por el toto de mi mare un portavione de la marina americana que mi molondro.

Siete hora de esfuerso pa colmo cuando ya estaba tó dilatá yo me negué a salí. Con lo calentito que estaba allí y el frío que hasia fuera, yo me negaba totalmente a dejá el interió de mi mare. Mis aguelas, la matrona, las amiga... hasta que llegó mi aguela se asomó al boquete de mi mare y me dijo: Carmelo, como no salga te damo a una familia de miarmas. Ante esos argumento yo tuv que dejá a mi mare y salí a la fría realidá.

Ya he contao otro día que cuando nasí (eran ya serca de las onse) mi pare estaba pescando en el puente caná. Mi aguela, que también era mu de Cádi y fue campeona del Mentidero de bingo, salió a desirle que había tenío un varón. Mi pare, de la alegría, se fue de juerga con sus amigote y llegó casi para mi bautiso.

Totá que el balanse de mi mare de aqué marte y trese no fue mu gueno y eso la hiso todavia má supertisiosa. Que cuando le amputaron la pierna, se alegró porque con la pata de palo que le pusieron podía tocá pronto algo de madera.

No iba a disirlo, pero debo confesarlo: yo nasí un marte trese de noviembre, es disí, hoy es mi cumpleaño. No me gusta disirlo porque asquí en Cádi en cuantito que se enteran de que es tu cumpleaño te está tol mundo pidiendo una conviá. Pero, a ustede, mis amigo sibernetico, tengo que disiro la verdá. Hoy es mi cumpleaño y mi Chari no ha puesto la afoto en el Viva Cadi que era una de las cosa que má ilusión me hasía.

Mi Chari me ha regalao un pantalón de chanda (pa cuando vaya a la pisina), mi Sergio un vale por servisio informatico de asesoramiento y ayuda (será cabrón el niño) y la Vane un libro (sí, un libro, pero el de Payán ese del habla de Cádi porque dise que lo de la Carmelopedia ya está inventao). Como vei, pa mi el marte y trese también es pa creé en la supertisione y por si fuera poco esta noche me toca invitá a mi Chari a sená por ahi afuera. Ya os contaré.