El paro puede esperá

A las onse de la mañana un domingo no se puede vení a mi casa a molestá. Cualquiera puede darse cuenta de esa norma e incumplirla meresería un castigo. Lo que pasa es que cuando hasen falta ni Garsóin, ni Marlasca, ni el Conde del Pumpido, ni el Tribuná Europeo de los Derecho Humano están endonde tienen que está y no protegen a un pobre humano como yo en sus derecho. Porque era pa habé cogio a mi suegra y haberla enserrao mucho tiempo por hundí el botón del timbre de mi puerta un domingo a esas hora tan tempranera.

Yo esperaba que se levantara la Cacelin o mi Sergio, pero se ve que ellos dó esperaban que se levantase mi Chari y mi Chari me mandó a levantarme a mi. Totá, que al finá pringué yo. Con el pantalón del pijama medio caio y los ojo lleno de legaña miré por la mirilla (buena cafetería). Era mi suegra. "Mi Chari, es tu puñet... Tu mare" grité pa que se terminaran de dispertá el resto del núcleo familiá. "Ábrele y a vé qués quiere". A mi no me se apetesía abrirle tan temprano porque si lidiá con mi suegra con el sien por sien de mis cualidade, dispierto y con la cara lavá es difísi, medio adormilao es imposible. Abrí la puerta con un mano enmientra que en la otra agarraba una de los taburete de la cosina por si se abalansaba sobre mi. 

- ¿Qué hase asín vestio? ¿No estai preparao ya? -dijo aturrullá en vé de disí buenos día, lo siento por habero dispertao. Pero eso lo habría dicho una persona sivilisá, no mi suegra.

- ¿Má preparao quiere? Si llevo puesta la ropa de faena -le dije yo con guasa.

- Pero asín no puede vení. Alígerate y te cambia que hay que ir a la manifestasión -se le veía nerviosa, tensa, má que ná porque las pulsera de bisuteria que llevaba en las muñeca sonaban como la caja de una comparsa de Bollullo. 

- ¿Manifestasión? ¿Otra vé han bajao al Cádi? -le pregunté yo estrañao porque la última manifestasión a la que fui fue a la de San Juan de Dió pa pidí la resurresión del Cádi de entre los muerto.

- Pero tú eres tonto -(asquí no sé si lo dijo con interrogante o con exclamasione, pero siendo mi suegra supongo que habría que ponerle esclamasione). ¿No te ha enterao que hoy hay una manifestasión en la plasa del Falla? Niña, ¿tú no le ha dicho ná al inúti de tu mario? -le preguntó a mi Chari que se había levantao pa evitá que entre mi suegra y yo hubiera má golpe que en el cumpleaño de Pepe el del Madrí.

- No, omá. ¿Hoy que hay una manifestasión?

- Sí, a las onse y media en la plasa del Falla y ya os quiero vé arreglao porque tenei que venirse cormigo.

- Pero, ¿de qué es la manifestasión? -le preguntó mi Chari a su mare.

- Es una manifestasión por el trabajo -respondió la señora.

- ¿Por el trabajo? Yo paso de ir, no vaya a sé que me den uno -contesté rápido porque cuando surge el enemigo trabajo mi mente se vuelve má rápida.

- No, no van a dá trabajo. Es una manifestasión contra el paro -siguió esplicando mi suegra.

- ¿Contra el paro? Pero no irán a quemá parao ni ná de eso, ¿no? -a mi Chari tampoco le convensía la idea.

- No. Es pa desnunsiá la situasión que vive Andalusía por culpa de los sosialista con el paro.

- Pero, ¿pa qué sirve una manifestasión pa acabá con el paro si no dan trabajo? -pregunté yo en mi asoluta isnoransia.

- Po está claro, Carmelo -respondió mu convensía mi Chari-. Con la gente que viene dan trabajo a los condustore de los autobuse. Pa vení la gente esa se tiene que echá gomina, comprarse vestio nuevo y eso da trabajo al comersio. Cuando acaben van a un restaurante a comé y eso da trabajo a la hostelería. - Pese a que la esplicasión estaba cuadrá, a mi suegra no le convensió.

- No, niña, no es eso.  La manifestasión la organisa el Pepé, que es el único partio serio que queda en España -mi suegra es que cuando habla del Pepé yo creo que se pone hasta cachonda-. Ademá, que viene Nuestra Señora Alcaldesa -quiso atacarme por mi flanco débi.

- Enga ya, que no me engaña. Que Nuestra Señora está en Cartagena viendo el estadio en el que va a jugá el Cádi el asenso -le dije yo mu seguro.

- Pero que inculto ere -mi suegra con su cariño habituá-. Nuestra Señora Alcaldesa ha estao en Cartagena de India que está en Colombia viendo a Uribe, ese gran luchadó por los derecho humano al que le va a dá un premio. También viene Arena, con esa piel morena que me cautiva, y Montoro con ese masnetismo personá que tiene.

- Po yo no vi a ir -dije- porque me parese que eso es manifestarse por manifestarse. Hay que sé contrustivo.

- Lo dise el que canta en Carnavale pa cambiá el mundo -mi suegra atacó mi punto de flotasión.

- Pero yo no tengo un partio político -le respondí rápido.

- Ademá, que con la que está cayendo la manifestasión se va a suspendé seguro -mi Chari trató de mediá como un casco asú.

- Pero ¿cómo se va a suspendé? ¿Tú te cré que el paro en Andalusía puede esperá? ¿Tú te cré que el Pepé va a dejá de luchá por Andalusia porque caigan cuatro gota?

- Bueno, po tú ve yendo y dentro de un rato vamo nosotro -le dijo mi Chari ante de que mi suegra se fuera y ella se fuera, pero otra vé a la cama.

Aquello fue como una prosesión de Semana Santa, porque como salía el moreno y Nuestra Señora, con la lluvia no podían salí. Se ve que mi suegra no llevaba rasón y el paro podía esperá, que cuatro gota sí que hasen que el Pepé deje de luchá por Andalusía. Pero mi suegra seguro que se lo pasó bien en el Aslántico, que al finá en eso fue lo que quedó la manifestasión.