Invitado 7: Cayo Antonius Martinus

El domingo tenía prepará la visita de Jorgue Moreno pa vé si puedo solusioná los poblema que tienen mis amigo internetero con Onda Cádi. Lo que pasa es que el Jorguito es el hombre en la sombra y siempre se está resistiendo a mis labore de mediasión. Con disirte que el vierne me dejó má tirao que una colilla y me tuve que tragá la sesión yo solo y no pude ni poné el pó de los invitado...

Sin en cambio, a pesá de tené prepará mi invitasión con Jorgue Moreno, unos hecho cambiaron totalmente mi voluntá. El descubrimiento de una lápida con la iscrisión "Eh, Balbo ladrón" me llevó a inisiá un prosedimiento de investigasión como corresponde a un bló que supera las cuatrosienta visita diaria y tiene su versión uno de cada tré día en papé. Como con lo que me da La Vó no me llega ni pa contratá un perro chalchicha que siga las pista, direstamente me puse yo mismo manos a las obra, y cuando metí la mano en la obra del Teatro Romano, justo al lao de endonde estaba la incrisión descubrí un gachó tumbao con un montón de tierra en la boca. Le ayudé a quitarse la tierra pa que pudiera hablá:

- ¿Quien ere? -le pregunté.

- Ego sum Caius Antonius Martinus.

- ¿Ennnn? A mi en inglé no me hable, que estamo en Cádi.

- Perdona, picha, es que no me he acordaba. Yo soy Cayo Antonius Martinus, poeta másimus de la siudá de Gades.

- Enga ya. No te creo ná.

- Ita.

- ¿Como?

- Que sí, joé. Por Tutatis que sí. Que ego era un gran peota de Gades, siempre vencia los seis mil sestercios en el concurso de chirigotae de las carnestolendas gaditanae. Lo que pasa que un annus, un annus orribilis, perdí y me desterraron. El cabrón del Balbo y por eso le escribí esa letrilla.

- ¿Qué letrilla?

- La que se llevó la arqueóloga la otra noctis.

- La de Eh, Balbo ladrón.

- Esa era la segunda versionibus. La primera era Balbo cabrón. Pero pa que no tuviera poblema po cambié la última palabra de cabrón a ladrón. Pero ese annus tampoco llegué a la final del concurso del Gran Teatro Columela. De todas forma, esa letrilla se cantaba ubique con este tono... 

Y se puso a cantarme el Balbo ladrón con la música de las Viuda. Estaba descubriendo que lo de Las Viuda venía de ante de Cristo y por eso había calao tan jondo en el susconsiente del gaditano. Aquel romano era una caja de sorpresa. Conoserlo me había dao má alegría que vé que van a enchironá a Pacheco. Tenía ante mi al gachó que había escrito la primera crítica auténtica de Carnavá, los primeros verso de sátira política que se tiene constansia en Cádi, mucho ante de lo del Libi de "Teo, teo, teo, hasta el nombre lo tiene feo". No podía dejá pasá la oportunidá y lo invité pa que viniera a mi casa.

- ¿Una bacanal? ¿Una orgía?.

- No. A vé el concurso del Falla en mi casa.

- Bueno, seguro que es mejón que siguí tragando tierra asquí abajo. Ademá, que por ahí viene pluviae masimae.

El gachó se vino pa mi casa y se llevó tol día metio en la bañera. Disía que aquellos baños termales eran maravillosos, mejore que los de Itálica. El poblema fue que pa comé quería garum y lo único que le pudimo dá fue jamón yor. La importansia de la visita, hiso que hasta el Angelin quisiera vé la sesión con nosotro.

Cuando salió el coro del Lama La bien nacida, el romano estaba con la boca abierta. "¿De que va el tipus?" preguntó. "Ni idea", le contesté. "En mis epoca, tipus de griego, de bárbaro, de feminae,... pero nunca tipus de burgaillus". Del coro le gustó el segundo tango. "Escribe como yo". "Yo me imagino que Valdivia no se pondrá a esculpí en piedra", le dije, aunque algunas cosa que hase no me estrañaría ni mijita. "No es quid. Es porque yo era críticus masimus", aunque no es que Valdivia se haiga carasterisao, presisamente por sé criticus másimus, má bien por sé el más criticadus, valga la espresión. Pero bueno, era la visión del romano y yo estaba allí pa respetarlo.

Cuando vio vení la comparsa de Al fresquito no le gustó la idea ni mijita. "Feminae cantando a Gades, eso es increible. Además feminae hispalensis, que desastre. Gades ha cambiado mucho. A eso le hasia yo un pasodoble que temblaba hasta Julio Sésar". "Tranquilo, Cayo, picha, escúchala primero y despué habla", le dije yo. Pero el Angelín estaba en la misma línia del romano y se fue a comprá adobo al freidó. El romano y yo nos quedamo escuchando y la verdá que al finá al romano le gustó. "Mucho grito en la presentacionis. Y poca crítica en los pasodoblae, pero simpáticos los cupletibus".

Lo flipó con la chirigota del Vera. "Me recuerdan a un rivalibus de mis tiempos de poeta másimus, Veralucae, que nunca llegaba a las finales". Hay que vé la de siglo que han pasao pero muchas cosa siguen iguale. De Los mákina lo que má le gustaron fueron los pasodoble. "Pasodoblae de sumum optimus. Caña, que es lo que a mi me gusta. En mis tiempos ponía a Trajano vestio de limpio". "Es que Trajano tenía una rima má fási que Teófila", le esplicó mi cuñao. "También es verdá", reconosió el romano. 

También le encantó al romano la presentasión de La factoría, la comparsa de Luí Rivero. Sobre tó la presentasión. "Ego cuando hacia presentationibus, siempre ponía a parir a mis rivales. Martinus Arus un falso, Aragonensis mu rebuscao, Guerrerus nunca se tomaba en serio, los Faciespapis iban de sobraos..." "Po má o meno eso es lo que han dicho esta gente en su presentasión, pero dó mil año despué", le espliqué. "Ya, ya, por eso me ha gustao tanto". El espestáculo del resto también le gustó, pero mucho má los Catalane y el Julian, porque me parese a mi que el romano era un poquito vagoneta. Vamo que tenía estudio de griego.

La chirigota del Petra, Una chirigota exagerá., no le gustó tanto, aunque consideró que el primé pasodoble era lo sufisientemente crítico pa lo que él esigía. El nota era un pesao con lo de dá caña y criticá a los político. El Angelín le tuvo que disí, "es que si ahora critica tanto, no te come ná". "El premio es lo de meno, lo má importante es la denunsia, la crítica..." soltó el gachó. Aro, como en tiempo romano no había contratito po era mu fási, pero ahora un pasodoble má duro de la cuenta te deja sin ingreso pa tol año.

"Ahora viene otra comparsa de gachís", le dije. "En mis tiempos, las feminae con los eunucos, menos María la de la Herbabonus, que iba al teatro y gritaba "Quantum pulcher, fillius" o "Ave, ave, ave y el que no diga ave que venga Julio Sesa y lo mande pa galeras", pero las feminae no cantaban". "Asquí ante tampoco, pero ahora se ha puesto de moda", le dijo mi cuñao. "Y mu bien que hasen" apuntillé yo "que mira que vista má bonita te ofresen". Y entonse nos fijamo en las chavala de Al aire libre. De toas forma, al romano no le gustaron las chavala porque disen que eran mu poco crítica.

Sí le hiso grasia la chirigota de San José Un mal día lo tiene cualquiera. "Ominis siniestrus" dijo el tío y el Angelín le quiso restificá. "Hombre, son chungo, pero tanto como siniestrus, no tienen que sé tan peligroso". Pero el romano esplicó que siniestrus, en su época sinnificaba con mala suerte. Y la verdá que los chavale tenían mala suerte. Incluso en el sorteo había tenio mala suerte porque a otra hora habría lusio un poco má la chirigota.

Despué llegaron Los botánicos, "como Columela", dijo el romano y conviene recordá, pa tos aquello inculto que, sin en cambio, leen el bló del Carmelo, lo que hará que en breve se redusca su incultura, que Columela fue un espesialista en agricultura de los tiempo de los romano y no solo una calle endonde está el Esprinfil. Sin en cambio, despué de escuchá el primé pasodoble, pidió perdón a Columela y despué a nosotro porque disía que estaba mejón enterrao que escuchando a aquella comparsa. Y se fue de vuelta pal teatro romano por lo que se perdió la chirigota de Trebujena Verano Ozú, aunque tampoco se perdió gran cosa.