Sesión de gaditanismo

El pecado del miércole había encontrao ya su confesión, pero pa que la redensión fuera completa y yo pudiera darle la asolusión gadita a mi Sergio era nesesario que cumpliera con una penitensia. Pero ná de Padrenuestro ni avemaría, que eso se resa, se olvia, y a la mijita se está otra vé pecando. La penitensia tenía que sé una auténtica sesión de gaditanismo de verdá, de las que no se olvidan pa que mi chiquillo tuviera siempre en su mente cuále son sus raise y porqué hay siertas cosa que un aprendí de gadita como él no puede hasé. Ya sé que son pecado de juventú, pero cuando el tronco crese es cuando se puede torsé, y por eso conviene corregirlo pronto. Y a su corresión me dediqué el día entero del jueve.

Una sesión de gaditanismo empiesa cuando tiene que empesá, y por eso cuando escuché que mi Sergio a las dié se quería levantá lo mandé del tirón de vuelta pa la cama. "Hasta las onse y media no se levanta un gadita de verdá". Y a las onse y media me puse en planta y fui al cuarto a buscarlo. Me alegré de que estuviera totalmente estroncao porque era una muestra de que estaba recuperando ese aire gadita que había perdio. Lo disperté con la presentasión de La Milagrosa que no es que sea la mejón comparsa de la historia, pero su "Bueeeeeeenos día" cantao por el Nandi es mu efestivo pa levantá a un gaditano de buen humó.

Pa desayuná me lo llevé a La Guapa y compramo unos churrito de los que ponen el papé de estrasa como el pellejo de una sebra, asín a rayita de pringue de aseite. Mi Sergio me asvirtió del riesgo del aseite de girasó, de lo que engordan los churro y de lo difísi que son de digirí. Paresía que el espíritu del Tio Pepe le volvía a sorbé el selebro.

Bajamo pa la Plasa España que estaba saliendo la prosesión esa que hasen los poquito que trabajan en los sindicato de Cádi. "Esto es lo que te espera si no te busca una buena paga, una baja o la ayuda familiá. Tó los día levantándote a la siete, doblando la esparda pa que otro se lleve los benefisio y, pa colmo, tené que hasé de manifestante un día de fiesta por la mañana".  "Opá, pero si hay má gente de penitente en el Santo Entierro", me contestó. "Y eso es un orgullo pa nosotro. Ademá, la mitá no son de Cádi que están allí los de los autobuse de Jeré, los de la base de Rota,... Ya no están ni los de la General Moto que cobraron la paguita y se han quitao del medio. Es pa está contento, porque contri meno gente ahí asquí, es que meno gente de Cádi se tiene que pegá madrugone y hay má gente por las calle que ya lo disían los titi..." Y le canté aquello de la presentasión de Los titis de Cádi "ante tol mundo trabajando, las calle vasia, ahora con el paro tó es alegría...". 

"Ademá, fíjate en el eslogan de la camparta" Enchinó lo sojo, lo que me demostró que hay que llevarlo a Malé en brevedá, y leyó "por la igualdá y el salario disno.." "Tá dao cuenta, ¿no? De pidí trabajo ni mijita. Igualdá y salario disno, ques quiere disí que tos quieren sé iguale que los prejubilao y cobrá lo mismo a fin de mé. Si es que en Cádi se vive tan bien que no tienen gana de trabajá ni los que están acostumbrao. Por eso, el que se ve que tiene muchas gana de currá lo mandamo a Castellón a cortá asulejo. ¿A qué tú nos quiere irte a Castellón?". "No, yo no". "Po entonse, no demuestre nunca que tiene gana de trabajá".

Pa quitarno el má sabó de boca de vé a la gente que trabaja, cogimo mi amoto y nos fuimo pa la playa vistoria que estaba llenita de gente porque es lo que tiene Cádi, que sabe que viene un puente y se pone sus mejores gala pa impresioná a los visitante. Allí nos sentamo un rato en la barandilla y nos pusimo a morsegá a las chavala en tosple y tangas, que ya está la cosa subidita de temperatura y eso que estamo a primero de mayo. "Esto no lo hay en otro sitio. En Miarmalandia, pa vé una gachí en bañadó te tiene que ir a la pisina, porque a vé quien tiene cojone de bañarse en el Guadalquiví. Y en ese sitio donde tú estuviste el miércole... alí pa vé un tanga hay que mirá en los tendedero. Disfruta de esta bellesa, disfruta". Y nos quedamo los dó ensimismao contemplando la bellesa del paisaje gaditano adobao con la bellesa del paisaje de las gaditana hasta que, con la boca como la suela un sapato lo convidé a una servesita en La Marea, que aunque no es mi habitá gaditano naturá, que allí hay má corista que otra cosa, también me manejo sufisientemente bien pa que de las dó servesa que nos tomamo cada uno, yo solo pagara la mitá.

En casa nos esperaba mi Chari que nos preparó una buena fritá de papa con huevo que regamo con su litrona de Crúscampo fresquita. De postre nos jamamo un barreño de arró con leche, con su canelita y su limonsito rallao que nos quedamo los dó jipato perdío. El siestaso que nos pegamo de forma conjunta en el sofá demostró que mi chiquillo iba recuperando el compá de Cádi.

Serían las sai cuando volvimo a salí de casa pa hasé la ruta que yo llamo de "orgullo gaditano". Bajamo por Torre y le volví a esplicá que no esiste ningún Pepe Torre ni Manolo Torre que dieran nombre a esa calle sino que esa calle se llama asín por la Torre de la Iglesia de San Antonio, lo que demuestra el ingenio de Cádi hasta pa poné nombre a las calle; Sagasta que es la calle má larga de Cádi; Columela que es como la milla de oro gaditana; la Iglesia de San Felipe Neri de cuando Cádi era la capitá de España e hisimo un Contitusión porque nos salió de ahí, que en Cádi somo originale pa tó; el sirco romano de cuando Cádi era Gade y era la siudá má importante de Hispania que vinía Julio Sésa a pasá los verano de lo bien que se vivía; el Campo del Sú que nos copiaron en Cuba pa hasé el Malecón; la calle Nueva endonde vivían los comersiante genovese que hisieron que Cádi fuera la siudá má rica del continente hasta que los miarma nos quitaron el comersio con la India; las torre miradore de las casa que tenían los dueño de barco pa verlos vení; le conté, de nuevo, lo del alcantarillao de Cádi que fue uno de los primero de Uropa, detrá del de Parí... toa esas anesdota de la historia de Cádi que hasen que un gaditano pueda cantá aquello de "de la tierra de la alegría, donde mi mare me dio a lú, andalú y gaditano, casi ná, que viva la mare que me parió..."

Cada vé que pasábamo por delante de una placa de esa que hay en las parede yo le obligaba a leerla pa que viera la de gente importante que ha nasio, vivio o muerto en Cádi. Lo malo es que desde que están los del Ateneo poniendo placa, esto se hase una cosa imposible de siguí. Pero aún asín yo notaba que cada paso que dábamo mi Sergio se iba hasiendo cada vé má sentido en su gaditanismo. Pero quedaba el colofón.

Cuando estaba atardesiendo, me lo llevé a la Caleta y aunque habremo visto millone de vese esa forma en la que el só se viene a dormí por detrá de las piera, buscando unos cangrejitos moro o unas lapa de pelo, la contemplasión una vé má nos dejó con la boca abierta y le canté esa copla de mi amigo Bustelo, "Que bonita es Cádi por la tarde, cuando miro al solesito que se viene al fresquito con la marea,..." Despué ataqué la presentasión de Caleta y cuando llegamo al trío de "Caleeeeeeta", mi Sergio no se pudo resistí y entró por la ortavilla que dejó a media playa mirándono. Allí comprendí que la penitensia había dao sus fruto.

Contento como estaba no me resistí de llevármelo al Manteca y convidarlo a una tapita de mojama de Barbate ante de que él se fuera con los colega a la Punta, despué de habé pagao con crese los pecado cometido y habé recuperao ese amó por Cádi que un gadita auténtico no debe perdé nunca.