Carmelopoli

miércoles, 28 de mayo de 2008

Donde está Cantisano

Está tol mundo revolusionao con lo del Cantisano y la Obregón. Pa los que leen el Interviú en la peluqueria y esta semana no le ha tocao pelarse, no es que la pelleja y el jeresano se estén dando candela dentro de un Forescor. Lo que ha pasao que se ha descubierto que la Obregón le pidió a un gachó que le diera una palisa puntera al presentadó. Se ha descubierto ahora, pero esto es algo que yo sabía desde hase tiempo. En concreto desde que pasó, por que, yo fui quien salvó a Jaime Cantisano de la palisa.


Tó esto pasó hase lo meno un año o año y medio, pero a mi me pidió el Cantisano que no contara ná pa que no se supiera que en verda, con el buen porte que tiene, lo arreglaito que va, el nota tiene má mieo que los abogao de Pajare.Lo que pasa es que si lo ha sacao el Interviú, entre gachí en pelota y gachí en pelota, po ya puedo yo relatá en el rinconsito má gaditano del espasio sibernético cómo fue la historia.

Sería un sábado por la mañana y estaba yo tan tranquilito en mi casa escuchando un Sedé que tiene mi Sergio con los mejore cuplese de Martíne Are, que ya sé que es una forma mu tonta de desperdisiá sincuenta séntimo pa poné dó o tré cuplese, pero bueno, son sus sincuenta séntimo y él sabrá. Justo cuando estaba por aqué de Dorremifasolenado de "Letonia, Lituania, Estonia, tachín..." llamaron a la puerta. Abro y se abalansa pa dentro mi casa un nota alto, con una camisa verde pistacho y unos pantalone coló Coroné Tapioca. "Cierra, cierra, por favor, que me están persiguiendo".

Yo me quedé a cuadrito. Lo miré a la cara y le dije. "Tú ere el Jaime Cantisano, el de la tele". "Schhhhss. Carmelo, por favor, habla más bajito que me están persiguiendo". No salía de mi asombro y con la cara que le puse se lo debí hasé notá que el gachó empesó a contarme toa la historia de que le persiguía la Obregón con unos nota vestío con guayabera forforito y chancla. "Los Miami", dijo. Yo siguía con la boca abierta. Entonse me esplicó que tó venía porque él había anunsiao que iba a enseñá el culo del niño de la Obregón en la tele. Como no lograba quitarme la cara de asombro, me dijo "Carmelo, cambia la cara que te lo he contado todo". Entonse yo reasioné y le espliqué los motivo de mi asombro. "Pero, ¿cómo carajo me conose un anónimo que vive en Madrí?" No logré esplicasión porque en ese momento llamaron a la puerta y el nota se escondió del tirón. Abrí y era un mormón queriéndome vendé no se qué libro pa ir al Reino de los Sielo. "Pero si yo vivo en el paraíso, picha. ¿Pa ques quiero el reino de los sielo?" Cuando volví a buscá al Cantisano estaba metío dentro del armario, lloriqueándome. "Protégeme, Carmelo. Defiéndeme". "Pero tú te cree que yo soy Sergio Ramo. ¿Cómo te vi a defendé? Y sal ya del armario, hombre".

Como uno tiene su corasonsito aunque el nota sea nasido en Anonimolandia, llegué al acuerdo de darle asilo político durante unos día. Pero la cosa no funsionó demasiao bien. Primero porque con un nota con ese porte, esos pantalone tan bien planchao, ese pelo tan peinaito cada vé que salía por el Mentidero teía a toa las gachí mirando. Y ya cuando se ponía el traje chaqueta grí marengo eso era un numberito. Tol mundo lo saludaba creyéndose que era el que trabaja en El Corte Inglé en la sesión de calsonsillo que sale en la comparsa de Luí Rivero. (Ni una broma con esta comparsa que despué pasa lo que pasa).

El cantaso era chungo, pero peó era vé a mi suegra y toa las amiga en mi casa babeando tol día. "Jaime, ráscame asquí". "Jaime, a vé si puede cogerme esto". "Jaime vente a mi casa que tengo pa comé conejo con almeja". Un bastinaso. Y Jaime siempre disía que no, que él prefiría está en mi casa porque había encontrao una poyadura mu importante. "Cormigo no te esquivoque, Jaimito. cormigo no te esquivoque", le asvertía.

La verdá que de la convivensia no tengo ná que reprocharle. El gachó era mu limpio y se duchaba lo meno tré vese al día que tó los día venía el del butano con una bombona nueva, aunque al finá me dio a mi por pensá cual era la poyadura que había encontrao el Jaimito. Y de gomina gastaba un bote cada dó día. Eso sí, cuando se echaba colonia en esprai dejaba el cuarto baño oliendo a gloria. Igualito que yo, que no uso ni desodorante pa no contaminá y me lavo una vé a la semana pa no gastá agua. Con gente asín está el poblema del calentamiento globá.

Lo malo que a él no se le quitaban los visio de la profesión y se llevaba tol día espiando. Llegaba la Vane y le preguntaba endonde había estao, con quién, cuando había entrao, si conosía a Cayetano Rivera, si era amiga de Malena Grasia. El colmo fue un día que llegué borracho y me quiso hasé una entrevista. "A vé si tú te cré que yo soy Ortega Cano", le dije. 

Aunque estaba deseando largarlo, yo me preocupaba por su seguridá y no era capá de ponerlo de patita en la calle. Por eso cuando me enteré de que en Breca del Palillero había sido vista una canija vieja con collare que había comprao toa las talla 34 me cosqué del peligro que corría Jaime en mi casa. Quisá los habían descubierto. La duda se disipó una tarde cuando en la masetilla había una caja de pastilla de Avecren con un cuchillo clavao en el sentro. 

"Te han encontrao. Te tiene que ir", le dije. "Bueno, eso lo decidirá la audiensia. Si quieren que me vaya mandar mensajes con CANTIZANO FUERA al 3343 y si quieren que me quede mensaje con CANTIZANO QUEDATE al 3343", me contestó. Se le quitaron las pamplina cuando le enseñé el Avecren con el cuchillo. Eso era una amenasa en toda regla. 

"¿Qué hago ahora? Este era mi último refugio seguro" me suplicó sollosando. Pero yo le di una solusión. "Vete a un sitio donde la gente vaya tan arreglá como tú por la calle, tó peinaita, con gomina en el pelo y con la chaqueta asú con pantalone vaquero. Un sitio donde la gente sea má anónima" El nota no lo pillaba. "Vete a tu pueblo, hombre". Y cogió el sercanía pa ocultarse en su propio unifamiliá del barrio má pijo de toa Anonimolandia.

Meno má que se fue. Porque como hora y media despué empesé a escuchá ruido en el descansillo. Miré por la mirilla y unos nota tó cuadrao venían corriendo pa mi puerta. Me aparté a lo justo porque los gachone le metieron un rachote a la puerta que la sacaron de cuajo. "¿Dónde está Cantisano?" me preguntó el que llevaba la camisa de flore y las bermuda beich. "¿Cantisano? Ese maricón jeresano. Ese nunca ha estao asquí. En mi casa no entra gente de esa calaña". Y cuando lo disía notaba yo que otro, el que llevaba un traje blñanco como de papé de fumá y sombrero a juego miraba el cuadro que tengo colgao con los tipo del Carnavá que regaló el Diario, la bufanda del Cádi, mi cuadro con plano de la siudá de Cádi. "Este tío es mu gadita. Aquí no se ha podido ocultar. Márchemonos, bloder". Pero cuando se iban salió mi Chari enfunfurruñá con una sertén en la mano. "De asquí no se va nadie hasta que no me arreglei esa puerta o me la paguei. Que vosotro serie mu matone, pero esa puerta yo la tenía bien y vosotro se la habei cargao".

Pa que digai que yo esagero con el caraste de mi Chari que los matone se miraron y se quedaron acojonao. El de la camisa de flore le dijo al de traje blanco algo al oido y el del traje blanco, que paresía que era el que mandaba metió la mano en el bolsillo. En ese momento temí por nuestras vida, pero mi Chari levantó la sartén de forma amenasante y el nota en vé de sacá un revolvé sacó la cartera y le dio a mi Chari dó billete de eso de Bin Laden. "Esto para arreglar la puerta. Y lo que sobre, para que esté calladita". Mi Chari trincó los binladen y armada con la sartén le dijo al gachó "me estaré callá si me sale del coño y ya se podei yendo manchas de cabrone, gentusa, sinvergüensa" enmientra que los arrinconaba contra lo que había sio mi puerta. Los gachone huyeron y con el dinero que sobró mi Chari se pagó unos poco de cartone del bingo.

4 comentarios:

Bermauntier dijo...

Carmelo, de verdad, hace un rato he llegado de la feria de Córdoba y necesito leer tu blog... Esto, pichita, es como una droga de la risa jajaja. Los palizones de risa que me pego contigo Carmelo.

Y tengo que agregarte a mi blog, a ver si me acuerdo.

Un abrazo.

oriental dijo...

Carmelo.....me creia que clarinetebajo, te iba a invitar a espetos en el Palo, mientras tu Chari ponia a caldo a su jefe.....Carmelo...tu no deje de ayudá a los demás, que lo que recibes lo disfrutamos tol mundo con tus entradas que no tiene ni chispita desperdicio.....besos orientales

Anónimo dijo...

jajaja! por favó! jajaja! qué arte!

Anónimo dijo...

oriental,tanto carmelo,la chari y tu y alguno mas tais invitaos,a comer en pedregalejo,k es donde comen los ricos,pescaito,pero hay k terminar con mi jefe eso si k parezca un acidente,y luego al tintero,a celebrarlo,pero mi jefe tiene 7 vidas como los gatos,ahora yo pago la comida las copas el carmelo k esta la cosa chunmga

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