La la la

No vea como venía mi suegra. Echando chispa. "Me cago en los muerto del ZP, los siesolista y la leche que mamó la memoria histórica..." Yo traté de pararle los pié. "Señora, cálmese, que me van a serrá el bló". No había manera "¿que me calme? Suputamadre se va a calmá.  Son unos golfo, que ná má que quieren remové la mierda pa ocultá su ineficasia, su desinteré, la corrusión,..."

Yo me acordé de lo de la medalla de oro de la siudá de Cádi esa que le quieren quitá al Tito Paco pa darsela a Román, que viene a sé lo mismo y no me pude resistí: "Pero si es que no se merese ese premio. Era mu triste y un coñaso. Si se ha llevao cuarenta año dando por culo con lo mismo. A mi me parese bien". "¿Que te parese bien lo que le están hasiendo a la pobre de Masié?" Me dejó a cuadrito. "No, si yo hablaba de..." Y no me dejó terminá. "Ahí la tengo en mi casa, llorando, que si eso no puede sé, que hay que vé con el Chikichiki, que eso no se hase". "¿Massié en su casa, sola? Eso es un riesgo evidente, vamo corriendo pa allá ante de que pase una desgrasia". 

Por el camino mi Chari me esplicó lo que pasaba. Resulta que el Iñigo ha dicho en un documentá de La Sesta que lo de la vistoria del "Lalala" fue un tongaso como los sorteo de preliminare del Falla, que tó los voto los compró Franco y la collare con lo que se llevaron del anticuario que había en la calle Enrique Las Marina.

Cuando llegamo ya era demasiao tarde. Y no porque Massié biera cogio una cuerda y se biera colgao de la lámpara, que no hay lámpara pa soportá el peso de Massié, pero el panorama era desoladó. Una botella de Elegido por el suelo, el bebeero del canario sin agua,... se había bebio hasta el agua del perejí de San Pancrasio que tiene mi suegra en lo arto del frigo. Con la botella de Agua Brava abierta en la mesa del comedó y ella dando vuelta con el mantón por el salón estaba medio mareá y no solo por los giro que estaba dando. No fue difísi agarrarla y echarla en el sofá, que se quedó pal arrastre. Le echamo un vaso de agua por ensima y reasionó... a su manera. "Mal nacido, mamone... Teneis la la la picha muy corrrrta todos. Gilipollas. Maricas. Iñigo, maricón".

Traté de tranquilisarla. "Amo a vé, ¿de quién es la curpa?" "¡De todos! De la Sesta, la cadena del porno, que se escribe con equi". ¿La Sesta con equi?. Pa mi la sesta, es con ese de suputamadre por lo que me hisieron con Buenafuente. Como yo tengo el móvi llamé direstamente. "¿André? Soy Carmelo". Al otro lao la vó en catalán me saludó y me preguntó si me había pensao ya lo de irme a viví a Barselona. "Que no, que no te llamo pa eso. Ira lo de Massié y el Iñigo, ¿qué podemo hasé?" El catalán me respondió que él no tenía ná que vé, que llamara al payaso.

Marqué el teléfono. Te huelen los pié, te huelen los pié... No había duda que llamaba al teléfono corresto. "¿Milikito?... Ira, que soy Carmelo... No, que no me vi a ir a Barselona, se pongai como se pongai. Te llamaba por lo del Iñigo y Massié. Que tengo asquí a Massié en casa mi suegra borracha perdía... Si, ya sé que como siempre, pero esta vé es por culpa vuestra... ¿Que tú no tiene ná que vé?... ¿Que no entiende quién se ha tragao esa trola?..." 

Entonse se lo espliqué tó a Massié pa que se calmara. Era tó un bulo como lo de Riki Martin y el foigrá que había largao el carajote del Iñigo y los de La sesta sabían que era tó mentira porque ni Checoslovaquia ni Polonia partisiparon ese año en Urovisión, asín que cómo coño le iban a comprá los voto si no votaban. Lo que pasa es que La Sesta no quería disí ná pa ganá udiensia en el reportaje que iban a echá el jueve. Como esa cadena no la ve ni los que trabajan en ella, po tienen que hasé esas cosa. Ademá, asín consiguían que la gente hable de ello de grati sin tené que poné al calvo de la pajarita en las parada de utobú. De toas forma, el vierne mismo estaban preparando un reportaje pa desmentí el reportaje del jueve.

Aunque paresca estraño Massié se quedó conforme y contenta con las esplicasione pero cuando se iba a ir pa cogé el AVE le dijo mi suegra que se esperara, que ante de irse se la iba a llevá de marcha y cantando a la mañana que ve su juventú las dó se fueron a quemá la noche. O má bien a bebérsela porque ni Massié ni mi suegra podrán doná el hígado cuando la espichen. Eso sí, el mito españó de Urovisión sigue en pie.