Sabina en Cádi

El otro día estaba yo dando un paseo tan tranquilo por Cádi cuando me veo vení de lejo a un nota con un sombrero de eso que parese un bombín. Pensé "hay que vé cómo es el gachó este del Ateneo que no se quita el sombrero ni en verano", porque en Cádi con sombrero solo está Nacho Moreno el presidente del Ateneo. Sin en cambio, contri má se asercaba má me daba cuenta de que no era él. El sujeto en cuestión me se asercaba lentamente y yo no sabía qué pensá. Por el canijaso, la perilla y los andare paresía un grifota de sierta edá. Pero iba vestío con cosa cara, gafa de só y pantalone de marca, chaleco,... Cuando me dirigió la palabra:

- Perdona, colega, mi pregunta te desafía, ¿sabes de buena tinta si por aquí está la calle Melancolía?
- ¿Melancolía? No, por esta sona calle con nombre triste, sólo tenemo una que se llama Soledá -le contesté enmientra que le daba vuelta al coco tratando de sabé quién era el nota ese porque la cara me sonaba.
- Mi duda le consulté al hombre del traje gris y me ha dicho que por aquí está el barrio de la alegría y hace años que quiero mudarme para venir a vivir.
- Bueno, este es el barrio del Mentidero, un barrio mu alegre, que tiene hasta una ministra. En verdá tenemos de tó en este barrio. Tenemo poeta, colgado, canalla,...
- ¿El Mentidero? Un barrio muy molón. ¿Este es el barrio de Carmelo, Carmelo el del blog?
- Eso soy yo. Carmelo, el del bló.
- No me creo lo que dices, puede que todo sea pamplina, porque si tu eres Carmelo yo me presento como... -de repente me se iluminó el recuerdo, ya sabía quien era.
- Tú te parese al Sabina, ese que canta.

Aserté. Tenía ante mi al mismísimo Joaquín Sabina, el hombre que ha vendío má disco con menos vó, sólo superao por el Subiela. El de los 19 dia y las 500 noche, el de la cansión de los desayuno, la cansión pa la mardalena. Quise sabé pa que había venio a Cádi (ademá de lo evidente: disfrutá de lo maravillo que es Cádi) y, sobre tó, porque venía preguntando por mi.

- Colega, nos sobran los motivos pero antes de irme pa Madrí a darme el piro he venido a matar, a matar dos pájaros de un tiro. Estoy de gira por el mundo entero para vivir las vidas que quiero, las que dije un día en una canción, para meterme en la piel de todos los hombres que nunca seré y entre tantas profesiones, compañero está la de ser en Cádiz banderillero.

Me quedé con lo sojo como plato y no solo porque el Sabina hable en soneto, sino porque había que tené poca idea pa queré sé banderillero en Cádi.

- Amo a vé, Joaquinito. ¿Quién te ha dicho que en Cádi se puede sé banderillero? Pero si en Cádi no hay plasa de toro.
- Mientes como una puta barata, de las de culo gordo y dientes de oro, que pregunté a un paisano y me dijo con acento gaditano que entre la avenida y santa maria, se encontraba la plaza de toros.
- Ya tan dao coba. Si es que no te entera. Aquello se llama plasa de toro porque allí había ante una plasa de toro, pero ya la quitaron y hasta que no ponga Nuestra Señora la multiuso en Navalí las única banderilla que puede poné en Cádi son unas asituna con un palillo atravesao.
- Abortada mi primera misión, me encomiendo a la otra misión porque el otro día leyendo tu blog de Carnaval oi una versión sin igual de una canción de las mías y no puedo estar ni un día sin conoser el nombre de su autor. A quien versionó mi canción, aquella del pirata quiero darle mi felicitación e invitarle a un cubata.
- En eso sí te puedo ayudá, sobre tó si está la cosa del cubata por medio. Amono a buscá al Yuyu.

Le dije que se montara en la amoto pero me dijo que él no utilisaba esos medio chungo, que como un buen crápula que era él viajaba en tasi. Creo que es la segunda vé en mi vida que me monto en un tasi en Cádi, pagao por él, por supuesto.

Por el camino fuimo charlando y le mostré mi asmirasión. A mi me gustaría sé como él, no por sé asín un borracho y tené un pie más serca del otro barrio que de éste (que eso ya lo soy), sino por podé está sin hasé ná de ná y llevarme dinero por las vese que la gente escucha una cansión o la ponen en una arradio. A mi es que lo de los derecho de autó me tiene flipao. Él me esplicó que la cosa esa estaba bien, pero que era mu duro sé Sabina, que siempre tenía que salí hasta las tanta, hablá en verso y con la vó esa ronca. Entonse me confesó que él en verdá tenía una vó limpia como la del Caracó el de la comparsa de Quiñone, pero que no podía usarla porque cuando cantaba bien no vendía ná de disco y con esa vó de casallero se estaba jinchando a vendé.

Encontrá al Yuyu fue má difisi de lo que pensaba. Me fui al Nebraska a buscarlo, pero debe sé que como no es temporá de caracole po ha perdio el sitio ese que tenía fijo en la esquina de la calle Brasí. "Quisá esté merendando", pensé y me aserqué a la Tahona, pero tampoco estaba por allí comiénmdose un bucanero. Al finá fuimo a su casa. Nos abrió en calsonsillo y los pelo revoleao. Despué de verlo comprendí que el Yuyu está teniendo un gran ésito pero no es que se haiga comio el mundo, se lo ha tragao entero porque tiene un tripón que puede sé suscampeón del mundo de barriga detrá de la del Pepón.

Entramo en el salón y estaba la tele ensendía con una imagen pará. Me aserqué al aparato y vi en lo arto la tele la caratula de los deuvedé de amoaescuchá que saca La Vó. El Yuyu castó mi mirá y se justificó:

- Carmelo, cojone, picha, no es lo que parese.
- Yuyu, que nos conosemo... la cuarteta de la médica, la de los pájaro de barro,...
- Bueno, es verdá, cojone, picha. Estaba escribiendo unas cuarteta pal pupurrí del año que viene.
- Pero, si toavía no tenei tipo, ¿no?
- Carmelo, cojone, picha, si yo hago el pupurrí con un par de cuarteta copiá y cambiándole la letra a unas cansione de esas que estén mu vista. Si es que no tengo tiempo Carmelo. Entre los pograma de la arradio, el bló, los artículo pal Diario,... no puedo.
- Vale, Pepe (porque el Yuyu se llama Pepe, pero asín sólo lo llamamo unos poquito) tú há lo que vea, si yo con que no vuelva a dejá el Carnavá me conformo. Ademá, que yo había venio porque éste quería conoserte -dije señalando a Sabina.

Los presenté y se pusieron a charlá de sus cosa que son má de letra que de música porque ya se sabe que el Yuyu anda justito de conosimiento musicale, má o meno como yo, aunque él con má talento que por eso ha triungao. Por eso y porque a él no le importa irse a viví a orilla del Guadalquiví.

Sabina se empeñó en invitarle a un cubata al Yuyu pero Pepe le dijo que prefería que lo invitara a sená aunque el Sabina le dijo que sólo traía sien leuro y que no sabía si con eso llegaba pa darle de comé al Yuyu. Entre una cosa y otra nos fuimo los tré al chiringuito de la marea a tomarno el famoso cubata. El Yuyu se fue enseguida a tomarse una bombita picante en el Nebraska y Sabina también me abandonó porque se encontró a una puretona que se llamaba Eva tomando el só y allí, lejo de mi sona me volví dando un paseo contemplando lo presioso que es mi Cádi y pensando en la cantidá de esperiensia que me proporsiona.