Yo sé que las cosas que pasan en mi casa son de pinícula. A vese de pinícula de mieo, otras de cachondeo y alguna de pinícula de esa que le gustan a mi suegra de jartarse de llorá y acabá esmoresio. Y es que la vida a vese se parese a las pinícula, entre ella, incluso a "Adivina quien viene esta noche", como dise daví, pero el paresio entre mi via y cualquiera de esas pinícula es siempre pura coinsidensia. Y o si no, fijarse en si lo que me pasó ayé no es también de pinícula.
Yo me había ido a La Caleta, cosa que tampoco es que sea notisia de abrí telediario con el Matias Prá en el banco naranja disiendo "y ahora notisia de última hora: Carmelo ha ido a la Caleta". Pero lo que sí fue novedá es que a causa del Levante yo había dejao mi sona de astuasión prinsipá en La Caleta y había buscao el resguardo en el Puente del Jierro y eso provocó algunas consecuensia imprevisible.
Volvía yo a mi casa cuando en el Clú oí una vó que me llamaba: "¡Carmelo!" Era el camarero. "No, picha, hoy no que me estoy quitando", le dije yo como Cristo rechasando las tentasione del diablo, que en mi caso está gordo, lleva una camiseta blanca, un peto rojo, un gorro verde y no se llama Sataná sino Gambrinu. "No es eso cojone. Era pa disirte que te han estao buscando". "Joé, otro mosqueao con el bló". "En tó caso mosqueá y a mi no me importaría desmosquarla, que la piba estaba pa comerse con ella dosena y media de lapa de pelo".
¡Un pibón buscándome! Yo hise como si fuera una cosa normá, pero por dentro el fuego de la pasión me reconcomía aunque trataba de que no asomara el jumo pa no empeorá el careto de mi Chari que ya era de mosqueo en grado Pepe Blá con lo del pibón que que me buscaba.
En el camino a mi casa estaba como ido. ¿Quién seria? YO me imaginaba a la tetona de la colonia bajándose la cremallera y disiendo: "Carmelo, busco a Carmelo". O mejón que esa, podía sé la Pá Padilla pa agradeserme el cariño que yo le demuestro siempre en mi bló. Aunque no sé si me gustaría que la Padilla viniera a buscarme porque eso me pondría en un compromiso; la única mujén que podría poné en peligro mi fidelidá asoluta a mi Chari. Tené que eligí entre mi vida de ahora y un futuro de lujuría y perversión contando chistes guarro por los teatro de España.
Estaba yo con esos pensamiento cuando una vço familiá me sacó de ello de rrepente: "Carrrmelo, llevarr día enterro buscando Carrmelo". Era la Cacelin. La que faltaba pal cuarteto de tré. Mi familia empesaba a apresé Falcon Cré pero sin tierra ni chino. "¿Qué hase asquí?" le pregunté hasiéndome el tonto, como si lo sojo colorao como breca de haberse jartao de llorá y las ojera del tamaño de cundi de a dié duro no lo dejaran a las clara. Me se echó a llorá y yo que no sé que hasé cuando veo a una gachí llornado la abrasé pa conoloarla aunque tuve que soltarla pronto porque me vine arriba al notá el contasto de esas dó hamburguesa doble. ENsima con mi Chari al lao que me tiene contabilisao los levantamiento como si fuera la Guardia Siví con el Puente Carransa.
-Yo perrrderr la Vane. - Lo dijo que paresía que se había dejao un bolso en un autobú. Intervino mi Chari:
- No, la Vane te ha dejao -ni siquiera en los peore momento la gachía se apiadaba de su es nuera.
- Afrrroamerricano rrobar mai lof. -¿Afroamericano? ¿Qué carajo es eso? Debái referirse al Piter -Guen a gachí prrrobarr gachí, nevar volverrr.
Eso creía yo también pero se ve que la Vane es de siempre de billete de ida y vuelta.
- Po ya ve, mi Vane es distinta. Prefiere una buena morsilla a la almeja -sentensió mi Chari enmientra que se daba la vuelta y dejaba a la pobre Cacelin tirá como una colilla. A mi me se había reblandesio el corasón con esa historia de amó tan bonita.
- Carrrmelo, ai nid jelp.
- Como los bitel.
- Yo amorr La Vane. Yo querrrer "Recuerrdo que era mayo" con ella.
Ahí tocó mi fibra sensible. Un ahistoria de amó bonita y pura como la del pasodoble de La Ventolera aunque lo de ella era má de Kadi Sity con los padre preocupado con su niña que no jugaba con las muñeca. La miré a lo sojo tratando de separtá por un momento la mirá del Gran Cañón del Colorado y le dije:
- Yo te vi a ayudá en lo que pueda.
- Grrrrasia Carrrmelo - me dijo enmientra que me daba otro abraso de los de restriegue pecheril asoluto. La niña paresía que había salio del Gran Hermano con tanto refregón.
- Ayé estaban en el Hoté Fransia y Parí. Vamo pa allá a vé si la puede encontrá y le dise tó a la cara que yo estoy seguro que cuando te vea se le van a caé los palo del sombrajo.
Sin en cambio, como en las pinícula americana de amorío, habíamo llegao tarde. La Vane y el Eme A habían dejao esa mañana el Hoté.
- Yo sé que iba a viví a El Puerto, pero no sé adonde.
- ¿Pa llegá al puerrrrto, bajarrr porr Corrneta Soto Jerrrero?
- Sí, pero no. Ese es el puerto, pero el muelle. El Puerto endonde se han ido la Vane es otro pueblo serca de asquí.
- ¿El del Vaporrrrsito?
- Eso es, chochete, eso es.
- Mi no saberrr donde El Puerto. ¿Carrrmelo poderrr jelp mi?
- Bueno, yo no es que sepa mucho de El Puerto, quitando lo del Vaporsito, los majara y el Romerijo, pero si quiere mañana quedamo y te acompaño a vé si damo con el sitio porque no creo que haiga muchos negro allí, porque si buiera má de quinse ya habrían sacao una comparsa, que El Puerto es mucho de comparsa.
- ¿Mañana en la mañana?
- Vale, nos vemo a las dose.
- Má ante, Carrrmelo, plis. A las dié o clóc.
- Pero porque eres tú, que esas hora no las trabajo yo para nadie.
Totá que esta mañana vemo quedao pa acompañarlo a El Puerto de Santa María a lansá la Operasión Reconquista. Pero como me estoy alargando mucho y hoy he dormio mu poco, esa historia os la contaré mañana.
Comparsa El Brujo, ensayo general
Hace 5 años
4 comentarios:
Ojú quillo, esto me welw que al finá van a acabá en trío, bocadillo de morsilla fijo.
Ojú carmelo de celestina, al final quien se mete en medio es el que paga como la cosa salga shunga. Carmelo como salga bien para la vane, el negro te pone mirando para rota
Manuel Jardi...osú como seis..¡¡
Carmelo solo quiere la felisidad de su Vane...que no entendei de lo que sentimo las mujere o k???...un beso pa los tres..o sea sé, tres besos, uno pa ca uno...Lola
En esa historia hay algo raro que espero que Carmelo nos desvele pronto. ¿Por qué se separtaron la Cacelin y tu Vane? Porque lo mismo tú estás metiendo la pata de manera soberana. No te digo ná, que al final te va a dar el negro dos cosquis por lo menos.
Y lo que dice mi tocayo es cierto, el que hace de Celestina al final se lleva todo lo malo, que en la novela al final palma como un gorila.
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