Divagasión

La bellesa es una cosa relativa. Ahí está por ejemplo, mi Sergio, que le gusta la Bicho, cuando la Bicho es fea como un almanaque de las cajera del Día. Pero iguá las cajera del Día sacan un almanaque y se jartan de vendé. Porque la bellesa es relativa y hay gente pa tó. Hasta pa creerse que lo del Yimi Jiméne Arnau es verdá.

Fijate que hay gente que piensa que los pelo de los braso son bello y sin en cambio otro pagan a una gachí porque se los arranque con la sera que queda en el suelo del Palillero despué de pasá el Medinaseli un Jueve Santo. Son las cosa del lenguaje que llaman bello publico al chumino cuando es una parte que nunca se ve y que, ademá, es bastante chunga. Porque un chumino es feo, aunque dé gustirrinín, que una cosa no tiene ná que vé con la otra.

Es como lo de las mise, porque generalmente las mise son guapa, meno Mis Aurori, la que vino con el sirco Universá y trajo el levante. Pero la gachí esta vé no trajo al ligre, porque pa mi que con la hambre que pasan en el sirco, han cogio al ligre y lo han guisao en salsita con unas papita, unos chicharo, unos tomatito y un chorreón de vino, pero de vino de Elegido, que ya ha quedao claro que en los sirco la cosa está cortita, porque el que vende las entrada es el mismo que se pone a hasé pirueta en el alambre, que con esa cantidá de alambre bien utilisá y unas cuantas lapa de pelo no vea la de cangrejo moro que yo mariscaría.

La libertá también es una cosa relativa. El mejón ejemplo la Estatua de la Libertá que no puede moverse. Todavía el Faro de las Libertade que vamo a montá en Cádi, tiene má sentido porque el faro, aunque tampoco puede moverse, tiene la libertá de está ensendio o apagao, según sople el poniente o el levante. Ademá, que si el Faro de las Libertade fuera libre, no podría escogé otro sitio mejón pa ponerse que en el espigón desde el que se divisa tó Cádi con la Caleta en primé plano.

Es que, en verdá, en este mundo no hay nadie libre. En tó caso los tasi de Cádi casi siempre. Y eso que los tasi de Cádi son los má barato del mundo mundiá, sólo por detrá de los de los chino eso que te llevan en bisicleta. Pero aunque los tasi de Cádi son barato, si no son grati, en Cádi no tienen tirón, que nosotro somo de cosa grati, como el amigo beduino que tiene la wes de vivirdegrati y por la cara.com.

Lo de viví de grati es una de las grande cosa que tiene sé de Cádi. Puede vé consiertaso como el de Bisbá o los de Operasión Triunfo de grati, puede conestarte a interné de grati, puede vé las puesta de só en el Castillo Santa Catalina con música chilau de fondo de grati... Aunque ya he dicho que lo de vé los atardesere caletero con música de fondo me parese una auténtica gilipollé típica de esos novelero que no se conforman con está callaito enmientra que el Lorenso se despide por el horisonte.

También entiendo que los que vienen de afuera y no están acostumbrao lo flipen en el Castillo. Pero no es lo mismo pa los que podemo disfrutá de eso tó los día. Porque eso es una gran suerte y la suerte no es una cosa relativa. La suerte en tó caso es algo con dó cara, como las moneda o como la Petrolio, que tiene una cara ante de pintarse y otra con la mano de chapa y pintura echá por ensima. Es que la suerte es contradistoria. Tanto que comparte diosa con la diosa del tabaco, la Diosa Fortuna, cuando tol mundo sabe que Fortuna es el tabaco de las niña pija, que los hombre de verdá fuman Ducado o Guinton legítimo de contrabando como los que traía el Miguelin de Gibraltá. Que por eso yo no estoy de acuerdo con que Gibraltá sea españó, porque si es españó ya no habría contrabando, ni chocolate, ni queso de bola, ni guinton legítimo. Como mucho, Gibraltá gaditano, que eso daría la posibilidá de cogé los mono de la Roca y traérselo al Parque Genové pa repoblá que está la cosa chunga de mono y pato.

De toas forma, la suerte puede habé de dó tipo, de la buena y de la mala. La buena es habé nasio en Cádi, que te toque la primitiva con muchos millone, que tu niño tenga el sueldo de Cristiano Ronaldo, cogé la incapasidá asoluta. La mala es, por ejemplo, ir andando por la calle la Rosa y que te se tuersa el tobillo y tenerte que quedá en casa un sábado y un domingo sin podé ir a La Caleta, solo, viendo la tele, enmientra que mi familia está pasándoselo bien en La Caleta. Eso no es relativo. Como que la caló me está afestando el coco. Eso tampoco es relativo.