De pensamiento

Lo confieso, he pecao contra el noveno mandamiento. Ha hecho de pensamiento. Bueno, eso no es novedá, lo novedoso es que he pecao un poquito de obra, pero de obra chiquetita, no como el obrón que está hasiendo Nuestra Señora en Canaleja, ha hecho de obra de poné los asulejo en el cuarto baño y poco má. Pero lo malo no es habé pecao, lo malo es que me han trincao.

Resulta que ayé me quité la férula del tobillo, que ya casi no me dolía y como hasía un día impresionante de bueno po desidí echá la mañana en La Caleta. Ya me puedo mové casi solo, pero de toas forma prefiero ir acompañao por eso le propuse a mi Chari que nos fuéramo a La Caleta. "No, Carmelo, no tanterao que tengo que acompañá a mi mare al médico". Me lo había dicho el día anterió pero a mi, cuando mi Chari pronunsia la palabra mi mare, me se desconesta el selebro. Con mi Sergio no se puede contá pa ir a La Caleta, asín que llamé a mi cuñao pero tampoco estaba disponible porque resulta que había venio su hermano el Luiti y se iban a ir a comprá las entrada del Trofeo al Carransa. Totá que, como no tenía compañía, cogí una de las muleta, la silla, la toalla, una neverita maravillosa tamaño pequeño en la que caben dó lata de servesa, me puse el meyba y cogí diresión a La Caleta.

La verdá que si esiste el paraíso no creo que sea mejón que La Caleta ayé. El sielo asú, el Lorenso en to lo alto, la marea vasia, el agua en calma que paresía aquello un plato. Pa refrescarme, ná má llegá me metí en el agua a darme un chapusón y cuando volví a la silla y me estaba abriendo la primera lata de Crúcampo aparesió la Almubuena, la cuñá del Angelin, la madrileña que se casó con el Luiti y viene cada verano por Cádi.

- Hola, Carmelo, ¿estás solo? -me dijo enmientra que me daba dó beso. A mi lo de saludarme con dó beso en la playa me parese un poco de pijo, yo saludo levantando la mano o moviendo el cuello un poquito pa la derecha, pero si la gachí está buena y quiere dó beso se le dan dó beso.-¿Te importa que me ponga aquí a tu lado? Así me puedes cuidar las cosas mientras que estoy en el agua, porque a tu lado me siento segura, a tu lado no dudo,...

Empesó a cantá en plan Operasión Triunfo y se rió con su ocurrensia. Yo moví los hombro pa arriba en señá de asestasión. Má bien de indiferensia, porque con este tipo de gachis hay que tené cuidao que encuantito que descubren tu punto débi saben cómo utilisarlo. Pero las precausione me se acabaron cuando se quitó el vestidito y enseñó un bikini mínimo y un tanguita de los de cordelillo. Yo creo que la parte de abajo de la barbilla me tocaba con la arena de lo abierta que me dejó la boca semejante visión.

La gachí se echó en la toalla a mi lao y empesó a embadurnarse de crema. De repente, me dijo:

- Carmelo, ¿serías tan amable de ponerme crema por la espalda? Es que si me quemo me la pela y estoy horrible. -Pero lo dijo, no como dise mi Chari "Carmelo, júntame Nivea en la espalda" sino con un tono que yo no sabía qué tipo de crema iba a juntarle, sobre tó con la forma en la que pronunsió lo de "me la pela". Yo balbusé:

- Va va vale.

No es que los hombre seamo tonto cuando hay mujere por medio, es que la sangre empiesa a desendé y ya no podemo reasioná con la misma fasilidá. Por eso nos pasa lo que nos pasa. Ella estaba sentá y cuando vio que yo cogía la crema y me asercaba, se tumbó bocabajo y se quitó el enganche del sujetadó. Yo fui a juntarle la crema, como haría cualquiera (cualquiera que sea de Cádi esté casao y se encuentre en La Caleta en una situasión como esa) asín encorvao y de medio lao.

- Así no, hombre, que parece que lo haces por obligación. Ponte cómodo, siéntate encima mía y dame un masaje, que tengo el omoplato un poco tensionado.

- ¿Y tu marío? -aserté yo a preguntá con la poca sangre que me queaba.

- Está con mi cuñado y los niños comprando las entradas del Trofeo y me ha dicho que va a tardar porque después van a ir al Media Markt a comprarse una cámara de fotos nueva para hacerle fotos a Villa.

Joé, eso ya lo sabía que me lo había dicho a mi el Angelin. Es curioso que la Almubuena y yo coinsidimo en que el Angelin es nuestro cuñao, aunque el mío de emprestao y el suyo de sangre. Hise recordatorio mentá de toas las persona sercana que podían verme en esa postura. Mi Chari y mi suegra estaban en el médico, mi Sergio con la Bicho que no se pueden asercá a la playa, el Angelin localisao, el mario y los niño de la gachí también localisao,...

- Bueno, ¿qué? ¿Te decides? Ni que te hubiera pedido que me comieras el potorro...

Encima la tía le ponía má candela a mi meyba, que de lo tieso que estaba por alante me se estaba clavando ya en la raja del culo. Aunque de toas las palabra pa referirse al chocho, lo de potorro sea la má fea del mundo, pero qué le íbamo a hasé si la gachí es de Madrí. Totá, que me puse en orcajada sobre ella, que pa los que no habei leio el Kamasutra quiere disí con una pierna a cada lao y empesé a sobarle un poco por la parte de la espalda.

Yo creo que nunca había escuchao gemí asín a una mujé porque cuando pongo una peli guarrona le quitó el sonido pa que mi Chari no se entere. Que no es que yo tenga unas mano prodigiosa, que yo sé de mis limitasione. Bueno, le estaba poniendo interé, pero también había un eseso de plasé en la otra parte, que pa mi que estaba buscando provocá un poquito. Puedo dá fe de que lo estaba consiguiendo, porque como la tenía podría habé taladrao dó muro de hormigón. De repente, cuando ya estaba en pleno apogeo, escucho una vó trá de mi que grita:

- Oooopaaaaaá, ¿qué está hasiendo? -la Vane. La hijaputa lleva no sé cuánto año sin llamarme opá y tiene que utilisá la palabra cuando me trinca con las mano en la masa. Nunca mejón dicho. Del susto, me levanté y balbusé:

- No, no, no es lo que parese -la frase má inúti que se puede disí en un momento así, sobre tó si lleva un meyba en el que se marca que no sería lo a gustito que tú estaba.

- Ya, ya. No es lo que parese -dijo la Vane como escupiéndome cada palabra.

- Es que le he pedido a tu padre que me ponga un poco de crema en la espalda y me estaba dando un masaje, que por cierto tiene unas manos divinas.

La Almubuena pa arreglarlo. Ensima cuando lo disía se incorporó un poquito y se le vieron las dó dominga al aire.

- Tú tápate y cállate -le dijo la Vane y la Almubuena sin mirarle ni a la cara. Joé, con lo liberá que paresía y ahora resultaba que era la defensora de la dostrina de la fe, en plan Ransingue. Entonse se volvió pa mi - Y tú ya te puede ir yendo a recogé a mamá y a abuela del médico, que como me entere que le hase la mínima putada a mi mare, ya me encargaré yo de que se entere de tó con pelo y señale.

- Pelos no, que yo estoy depilada -remató la madrile y la Vane ni se disnó en responderle.

Me puse a recogé las cosa pa volverme de La Caleta e ir a recogé a mi Chari y a la mare del médico tal y como me había esigio la Vane. Cuando me iba, la cuñá de mi cuñao me dio los dó beso de rigó de despedia y quiso tranquilisarme:

- No te preocupes, que yo no voy a contar nada. Y tu hija tampoco. Por cierto, hay que ver lo guapa que es, que ha heredado el físico de su padre. Y la mala leche de su madre.

Esperemo que no, porque como haiga heredao su mala leche, mañana estoy hasiendo las maleta.