Ancha es Castilla

Ya soy padrino. El bautiso estaba má anunsiao que la operasión de narí de la Esteban y, finalmente, se ha produsio. Carmelillo ha sio bautisao de forma caletera aprovechando que en el puente la familia segoviana de ello podía cogerse vacasione y venirse pa Cádi, porque esta gente son de currá, que por ahí en el norte a la gente le gusta levantarse temprano y levantá al paí, por eso ná má que pueden escaparse a Cádi en vacasione o en puente de este tipo. Si por lo visto la Asusena ya ha vuelto a trabajá porque no quiere apurá la baja por maternidá pa no causarle un grave prejuisio a su empresa. Si es que hay gente pa tó. Ensiguia iba a pasá eso en Cádi. Si asquí la gente se queda preñá a primero de año pa parí por noviembre disiembre y asín aprovechá los últimos día de la baja pa disfrutá de los carnavale, que con cuatro mese metia en casa ya está hasta ahí mismo del niño.

Totá, que de Segovia vinieron el Calisto y la Asusena y los padre de ella, porque no sé si recordarei que el padre de Asusena y, para má definisión agüelo de Carmelillo hiso el servisio militá en la base de Puntale y le había inculcao ese amó por Cádi. Porque Cádi es como las mujere de postín, no hase falta que te lleve una vida con ella, con que te mire sinco minuto ya te has quedao enamorao pa siempre. Po eso le pasó a don Indalesio, el padre de Asusena.

La verdá es que aunque digan que pertenesemo al mimo paí, la gente del por ahí arriba y nosotro semo totalmente diferente. Hasta en las cosa má simple. Fítetú el mosqueo que se cogió el Calisto cormigo por una bromita de ná que le gasté. El cojone, viene tó orgulloso con el niño y me dise: "¿Has visto, Carmelo, tiene los mismos mofletes que su padre?" Y yo, le respondí con un leve pildoraso: "No sé, no conosco a los del butano de Segovia". El tío se cogió un rebote que ni Gasol. Empesó a disí que si le había faltao el respeto, que si éramo gentusa, que él no desconfiaba de Asusena, que el niño se paresía a él una jartá,... Sólo le faltó ir a donde el Borja Tisen a pidí una prueba de adeene. Yo no quise disí más ná, pero su suegro consiguió que se calmara y nos defendió (nos a los gaditano en generá, aunque, en concreto al que defendió fue a mi) disiendo que es que tó nos lo tomábamo a guasa.

Es que el viejo era buena gente. Buena gente pero pesao como él solo, que una cosa no quita la otra. No vea la que me ha dao tol fin de semana. Que si Cádi estaba mu cambiao, que si por asquí pasaba la vía del tren, que si asquí había un bar, que si aquello era una tasca, que si allí estaba el Palasio de la Moda. Paresía que estaba escuchando a Eduardo Lumpié en Radio Cádi contando cosa del pasado. El gachó llevaba ventinsinco año sin vení a Cádi y esperaba que tó siguiera iguá. Anda que no le ha dao un cambio a Cádi Nuestra Señora, que no lo conose ni la mare que la parió. La mare que parió a Cádi, no a Nuestra Señora, que era una santa mujé visto el fruto de su vientre. Aunque a tó esto, a Cádi no lo parió una mare sino un pare, el gran Hércule fundadó. Pero ese es otro tema.

Po resulta, que el día B (de bautiso) a la hora C (de Caleta, Carmelo y Cádi) habíamo quedao en el Paseo Fernando Quiñone pa prosedé al bautiso caletero de mi ahijado caletero aprovechando que la cosa estaba presiosa con la bajamá. Asusena quería que yo me pusiera en bañadó y me metiera con el niño en la palangana, en plan rito de inisiasión del Nachional Yografi cuando van a vé a los papuo de Papua Nueva Guinea, se la agarra cuando mea. Yo, con mucha delicadesa le dije que "un carajo, me vi a pegá un baño". A mi es que lo del bautiso por inmersión no me convense y mucho meno si el que me tengo que inmersá soy yo, que iba a paresé aquello la pisina de plástico de los Testígulo de Jeová en el Carransa. Eso son seremonia preconsiliare, y pa eso ya tenemo bastante con la misa del otro día del Pópulo.

Yo había pensao en un bautiso moderno, de eso que se llaman por infusión o derramamiento de agua en lo alto del coco del bautisao. Asín que lo que hisimo fue llená un cubito de eso de la playa que tenía yo guardao de cuando mi Sergio era chico, que toavía tenía cachito de arena de la última vé que lo uso, porque nosotro nunca bemo sio de sacudí mucho los cacharro cuando nos vamo de La Caleta, y el cubito fue utilisao como pila bautismá.

Pa que el bautiso estuviera a la altura de lo que se esperaba empesamo cantando la presentasión de La trinchera, que aunque era de una jura de bandera, po nos sirvió pa lo del bautiso. Despué el Angelin dio lestura al Antiguo Testamento de Paco Alba, con los versículo de Los fígaros "no es que la luna tenga lú de plata...". Como salmo responsoriá le dimo al "Que las piedra son dura..." de don Enrique Villega. Despué prosedimo a la lestura de la segunda carta del apostol Juan Carlo a su tersera esposa. Serramo con el "Carnesita de gallina" de Martíne Are. No hiso falta bendisí el agua porque el agua caletera, como tol mundo sabe, está ya bendita. Ya pa la recogida cantamo las dó copla universale de Cádi: el Vaporsito y los Duro antiguo. Yo tengo un doló de garganta del carajo porque los segoviano con el Carnavá estaban más perdio que un picoleto en Gibraltá y lo tuvimo que cantá tó entre el Angelin, mi Chari, mi Sergio, la Bicho y yo.

Los nueve nos fuimo despué a comé pescaito. Yo le había dicho que tenía apalabrao el caterin en el Aslántico, pero que de un día pa otro lo habían serrao y se habían quedao hasta con la señá que dí. Lo que no sabían que la señá que di era una señá de prohibido aparcá, porque, como comprenderei, no había soltao un duro y lo del caterin del aslántico era cuenterete. Don Indalesio, que a esas altura de tarde ya era el Inda, se hiso cargo de la cuestión y dijo que fuéramo a comé a un sitio bueno, que él invitaba. Yo aproveché la collá y me los llevé al Faro en donde el Inda se llevó un clavaso de los que hasen época. Pero lo pagó con gusto que ná má que ese paté de cabracho y esas tortillita de camarone ya valen los quiniento leuraco que se gastó el Inda en el sostenimiento de la industria familiá de los Córdoba.

Pero no fue el único que quedó de espléndido, que nosotro también dimo el pelotaso puntero con los regalo y es que tuvimo una jartá de suerte, porque nos habíamo enterao de que se habían puesto de liquidasión en Soriano y lo que nos íbamo a gastá nos cundió por el doble, o por el triple. ¿Tú sabe lo barato que estaba el Teleské, el Sinesin y aquella toquita de cama con Naranjito? Creo que no llegamo ni a trenta leuro y quedamo como señore. Las cosa de la vida, aprovechando que un soriano deja Cádi pa gaditanisá a un segoviano. Porque ancha es Castilla. Aunque la que es Ancha de verdá, es la que va de José del Toro a la Plasa de San Antonio.