Carmelopoli

domingo, 5 de julio de 2009

El libro de los gusto

Comerse unas sardinita asá en un chiringuito de una playa de Málaga, con la brisita del Mediterráneo dándote en la cara no está malamente. Eso lo he podio comprobá. Como un paseo por las Rambla de Barselona, fijándote en tos los mimo eso que imitan a Rafalito Román en el pleno del Ayuntamiento, sin moverse y sin hablá. También está bien lo de darse un vueltaso por el parque del Retiro de Madrí, que como su nombre indica, está lleno de jubilao y de árbole que son como los jubilao, pero moviéndose un poquito má rápido.


También en el estranjero se pueden hasé cosa que estén bien, doy fe de ello, en plan notario. Como tomarse un helaito en la plasa de Navona, allí por la parte de Roma. O haserse una afoto en Pisa empujando la torre. O escuchá la música en la plasa de San Marco de Venesia, cuando han acabao de hasé las tarta, allí abrasao a la persona amada, o a tu parienta si no te quea otro remedio.

Incluso en sitio en donde no he estao nunca, yo me imagino que algunas cosa estarán bien. Tiene que sé un puntaso subirse a lo alto de la torre Infié de Parí y mirá desde allí arriba hasta la parte de San Sebastián. O cogé un artobú de eso rojo en Londre y crusarte toa la parte de la plasa de Trafalgá, el rinconsito má gaditano de tó Londre entero. También tiene que sé algo mu chulo paseá por la muralla china esa, aunque sólo sean sien metro, que eso es mu largo y como te ponga a andá, despué te cansa mucho. O entrá en el Taj Majá, el monumento ese que un rey indio le hiso a su mujé porque la espichó. Bueno, él no lo hiso, lo mandó a hasé, pero lo dejó niquelao, tó lleno de oro y parede blanca como el culo de Iniesta.

Es má, yo también entiendo que a la gente le gusten cosa que a mi no me gustan. Por ejemplo, yo jamá iría al Rosio o me tomaría una botella de rebujito, con traje corto y sombrero cordobé, despué de habé dejao aparcao el caballo en la puerta de la caseta, pero comprendo que a los pobre que nasen en sitio en donde la fiesta prinsipá es la feria, le gusten esas cosa. Lo de que a alguien le pueda gustá corré un maratón, escalá el Everé o corré el Tur de Fransia lo comprendo meno, pero también lo comprendo.

Toas esa son cosa que pueden dá gusto a la gente. Pero ni la sardina en Málaga, los mimo en Barselona, el Retiro en Madrí, el helao en Roma, la torre de Pisa, la música en Venesia, las vista de la Torre Infié, el autobú en Londre, la muralla china o el Taj Majá los cambio yo por el día de playa que me he pegao en La Caleta. Porque el libro de los gusto no estará escrito a partí de la segunda página, porque en la primera sale siempre Cádi.

6 comentarios:

Manolo Rubiales dijo...

Mu bien dicho, ea.

Marisa Pérez Muñoz dijo...

Tengo que darte la razón carcomida por la envidia.

Un abrazo.

Marisa

Paco Becerro dijo...

Toda la razón... qué envidia

Ayer me acordé mucho de ti, estuve toda la tarde viendo videos del Carnaval, y echando unas risas, cantando yo solito en casa...

Abrazo

Unknown dijo...

Ya está dicho tó....

Almudena dijo...

Totalmente de acuerdo en que en la primera página está Cadi. Es más, yo diría que el primer capítulo está escrito y los demás no valen tanto :D.

Abrazos de una nueva carmelera!

Anónimo dijo...

pos vale, pos malegro un monton, yo le tengo dicho a mis crios que si alguna vez me pierdo que no me busquen, porque lo más seguro es que este por Cadi, pero ¿que quieres que te diga? ¡¡¡ donde este mi Murcia del alma...!!! Muchas veces leyendo tus comentarios me acuerdo de Paco Alba, que se ponia nervioso cuando estaba fuera de su tierra y estaba deseando volver. Pero hay que tener una cosa muy clara, que cadi no son los carnavales, aunque sea lo que más vende.Cadiz es mucho más.

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