Carmelopoli

martes, 22 de abril de 2008

De pimpi

Ayé me pudistei poné falta (lo del domingo no cuenta porque, como disía aquella chirigota del Gome, el domingo es el día del señó y yo soy un señó) pero es una falta de asistensia justificá y no porque asquí me vaya a firmá nadie como le firmaba yo a mi Sergio cuando no podía ir a clase porque tenía ensayo de la chirigota infantí, sino porque ayé estuve colaborando por la difusión de la grandesa de Cádi en el mundo más allá de lo que colaboro normalmente con este rinconsito de gaditanismo en el espasio sibernético.


Y es que ayé estuve de pimpi de Cádi. Pal que no sepa lo que es un pimpi, que siga leyendo. Resulta que esta es la gran semana de los crusero porque vienen una jartá de barco cargao con turista de tol mundo mundiá a visitá las bellesa de Cádi y como Cádi lo sabe, porque ella es asín de coqueta y bonita, se ha puesto guapa la semanapasá con una mijita agua y un poquito de poniente (que ya se sabe que el Levante está en huelga porque no cobra) y se ha quedao relusiente y presiosa pa resibí a tanto y tanto guiri.

Ayé vinieron los dó primero barco y allí estaba Carmelo esperando a los turista pa ejersé de siserone gaditano pal que quisiera venirse con él. Como disía había dó barco pero uno era de portuguese y, como ya se sabe, que los de Portugá están má tieso que la mojama con esa gente no puse ningún interé. Si se van pa Sevilla o Jeré, mejón pa mi, má espasio en Cádi. Despué sí llegó el barco bueno, el de los yanki y a ese le metí presión pa llevarme a unos poco al huerto.

Lo primero era consiguí que  se quedaran en Cádi y no se largaran en uno de esos autobuse que hay preparao pa llevárselo a Sevilla o Jeré. Con las pequeña lesione básica de inglé que me ha dao la Cacelin pa solventá esta situasión yo disía: "Jeré agli, veri lon taim to gou Sevilla. Cádi beta (que no tiene ná que vé con los vidio sino que sinnifica mejón en inglé). Guiz mi fri túr por Cádi". En verdá esto no debería sé nesesario porque la gente en el mundo deberían sabé que Cádi es mucho má mejón y bonita que cualquié otra localidá de su rededó (entendido por su rededó el mundo mundiá), pero como los de esas otras siudade lo saben po meten agente inflitrao en los barco pa comerle el coco a los guiri porque ya se sabe que los yanki no distinguen jografia y en la misma pinícula te mesclan la Semana Santa de Málaga con las Falla de Valensia.

Totá, que despué de mi trabajo sicológico logré montá un grupo de dié yanki dispuesto a pegarse cormigo un fri túr por Cádi. Era pa verno, yo delante, con mi camiseta del Cádi y un palo de sombrilla pa que me identificaran y los yanki con su corro calao hasta la seja, los pantalone corto y esa moda universá de calsetine con sandalia. Se ve que la influensia de las cangrejera con calsetine de Manolín Gálve está llegando a tol universo.

Empesé por asercarlo a vé San Juan de Dió y el Ayuntamiento. "Guait jaus gaditana" les espliqué asín por ensima. Coinsidió que en ese momento tocó el reló de San Juan de Dió las onse. "¿Falla?", dijo uno de los yanki. "No, va perfesto en hora", le dije yo, convensio. Lo mejón fue cuando salió el Cascana vestío de Nuestra Señora en una espesie de representasión teatrá que habíamo previsto con anterioridá. "Jillari de Cádi" les espliqué y tós los guiri se hisieron afoto con el Cascana má contento que toa las cosa. Se ve que la fama de Nuestra Señora no entiende de oseano ni de idioma.

Siguimo por Pelota pero nos desviamo en el Arco del Pópulo pa que los guiri pudieran comprá recuerdo de Cádi que el de los Artesano me había prometio una comisión (y no presisamente obrera) de lo que sacaran. La verdá que los gachoneno venían con la visa suelta porque ná má que compraron unos cuadernito con el reborde de cosa de Cádi. "Si así son los yanki, ¿cómo serán los portuguese?", pensé.

Despué salimo por el Arco de la Rosa a la Catedrá y allí se quedaron asmirao con la bellesa del templo singulá, que confirmo que sigue en pie. "Recor Guine de Catedrá con má peoná echá", les comenté yo pa impresioná un poco sobre nuestro templo y los guiri se quedaron con la boca abierta. Má toavia cuando salió el Libi vestío de Papa a darle la bendisión a tós y es que Emilio no me falla en las buena ocasione. Como estaban empeñao en subí a la Torre de la Catedrá yo me quedé esperando en la Catedrá (el bá, por supuesto) con dó que tampoco querían subí y que me convidaron a una servesita enmientra que charlaban de sus cosa. ¿Que cómo consiguñi que me convidaran si los yanki no hablaban españó y yo no hablaba inglé? Po como siempre se ha hecho, levantándome ante que ello de la mesa.

Cuando se rehiso el grupo los llevé un momentito al Campo del Sú pa que contemplaran la bellesa de la vista y a la mayoría se les antojó asercarse al Castillo San Sebastián. Pa allá nos fuimo los onse pero ante les obligué a que hisieran una reverensia ante el busto de Paco Alba. "Chespir de Cádi, pero en beta" les comenté. 

Despué de lo del Castillo y que yo le esplicara que el faro era asin de chiquetito por culpa de los yanki (una historia que esplicaré otro día) les enseñé mi Caleta. Como no veía mucho entusiasmo en losguiri les dije "Jale Berry, Jeim Bon, bikini orange" y se pusieron a haséafoto como si fueran japonese.

Yo notaba que los gachone tenían hambre sobre tó cuando uno me dijo "¿McDonalds?" "Anda por ahí yanki de mierda" le dije aprovechando que de españó andaban cortito. "Vamo pal Manteca" y allí me los llevé. "Pepito, porno unas tapita de queso, de mojama de la buena y de jamonsito pa estos dié y pa mi, y cóbrale al que tenga má cara de tonto". Y nos dimo un pequeño festín de delicatesen gaditana que má quisiera el rincón del gurmé ese que tiene el Museo.

Eso era sólo pa abrí boca porque de allí me los llevé pa la plasa (aunque no entramo tós porque con la nueva carpa no se cabía) con parada previa en la Guapa endonde sacamo unas poca de dosena de tortillita de camarone pal grupo. Los guiri tenían cara de satisfecho con tó lo que se habían comio entre el tapeo del manteca y las tortillita de la Guapa, pero utilisé el arma secreta que es ese aroma a freidó que inunda toa la plasa las flore a partí de las una. Sucumbieron, evidentemente y se pusieron (nos pusimo) tibio de adobo, choquito y hueva. Pa mi que uno de ello se comía hasta los hueso del casón, pero eso es lo que pasa por vení a Cádi sin habé estudiao las costumbre utostona.

Con la pechá de comé tenía gana de pegarme un siestaso, asín que me llevé al grupo al Oratorio y los dejé dentro en mientra que yo me quedaba una mijita traspuesto. "Espanish siesta", les dije, pero me duró poco, porque ya se sabe que el Oratorio será mu importante históricamente, pero lo que es verse, se ve en dié minuto. Del Oratorio a Mina, donde volvimo a hasé pará pa tomarno un cafelito y de allí a la Plasa España. Dó afoto en el monumento y aligera que se va el vapó porque eran ya casi las cuatro y media.

Me despedí amablemente y me volví a casa satisfecho porque he inoculao un nuevo germen de gaditanofilia en dié cuerpo de hijos de Uta. Por eso y porque me saqué unas cuanta convidá y sus bueno sien leuro que recaudaron entre tós por el buen rato que habían pasao cormigo. Hoy han venio má crusero, má turista pero hoy descanso, que tampoco es cuestión de que el cuerpo se acostumbre a los esfuerso.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Te ha faltado decirle a las guiris eso que decían uns pimpis gaditanos.....".... aunque por un par de cigarrét yo le consigo a usted.¡foki foki, ok....¡señorina!"

Valentin dijo...

Estimado Carmelo:
Como buen cicerone, supongo que te acordaras donde estaba por los años 70 del pasado siglo, una casa de socorro o Cruz Roja, en la acera de enfrente del Hospital del Mar. Allí si que había unos "monumentos"· de practicantes.Por aquellos años a mi querida esposa (hace años que está en el cielo), le dieron bastantes puntos de sutura con esparadrapo en la planta de pie. El cierre de la enorme herida fue radical. Vaya practicantes aquellos. Magnificos profesionales. Jamás los he olvidado. Cuanto me gustaría decirselos personalmente, pero muy seguro que por razón de edad, estarán junto con mi querida esposa en los cielos.

Carmelo dijo...

Paco, picha, yo soy un pimpi adecuao a los tiempo porque ahora con lo del interné bemo volusionao y el que quiera foki, foki ná má que tiene que buscarlo en la wés. Ademá, que los guiri esto venían tós emparejao y se iban a las sinco la tarde, que a esa hora no hay ni gachine de vida alegre.

Valentin, estas historia que me cuenta me hasen acordarme de mis tiempo moso cuando yo no tenía a mi Chari ni a mi suegra serca. Por sierto, si algún día habla con el espíritu de tu santa, pregúntale cuanto queda pa que llamen a mi suegra.

Un abraso
Carmelo de Cádi

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