Ayé me dieron el dia. Mira que yo lo tenia planeao pa un regreso triunfá a la Caleta despué del dia de descanso obligao. Pero Lui, mi hermano, me dio el dia y la tarde. Y to por los mardito selo que siempre ha tenio. Yo entiendo que resulta mu difisi viví a mi sombra, con un hermano con la personalidá tan espesiá y arrolladora como la mia, pero, como disian los borracho, tampoco es pa ponerse asin.
Habiamo quedao pa almorsá en la Caleta los de siempre, mi Chari, mi cuñá Margari, la vesina de Margari, mi cuñá Rosi, mi hermano Lui y, por supuesto, el Angelin. Y aqui es adonde empiesan los poblema. Yo cuando llegué me tiré a por la nevera, nesesitao como estaba de un valdepeñita tras un dia de astinensia, y le pregunte a mi hermano: ¿Tú quiere uno? Y me contestó mu malamente, "ponselo al Angelin, que es tu amigo". Yo no es que sea mu dao a comerme el coco porque en la idiosincrasia del gaditano está el arte de conseguí que te resbale lo que te digan pa que ná te impida disfrutá de la maravillosa fortuna de habitá la siudá mas antigua de Osidente. Pero la contestasión de mi hermano me dejó escamao y me fui pa su mujé, y por tanto mi cuñá, Rosi. "Quilla, ¿qué le pasa a tu mario cormigo?" Y me dio la respuesta que más coraje me da a mi en la vida: "Tu sabrá".
Yo desidí que la mejón tastica pa conseguí la confesión de mi hermano era controlá el suministro de valdepeñita y que, tarde o temprano, mi hermano Lui nesesitaria del liquido elemento fundamentá y a cambio de un buen vaso de Cumbre de Gredo con casera y un par de taquito de yelo me contaria lo que le pasaba. Y efestivamente, asin fue. Por el presio de un valdepeña, me contó que habia estao leyendo mi bló y que estaba molesto porque yo le habia dedicao un pó ante al Angelin que a él que es sangre de mi sangre. Yo, diplomaticamente, le contesté que se fuera al carajo y que yo escribia lo que salia de ahi mismo, que si el queria escribí sobre él que se montara un bló como me lo habia montao yo. Y me puse otro valdepeñita.
Yo entiendo que mi hermano siempre me ha tenio como un modelo a siguí, pero su presión comparativa le esta destruyendo su escasa personalidá (toma reflesión). Desde chiquetito siempre ha estao imitandome, queriendo sé como yo. Cuando empesé a cantá en mi comparsa, el se metió en un coro infantí que eso, tenia hasta delito. Cuando me meti a cargá en mi cofradia, el se hiso monaguillo de otra. Cuando acabé el graduao, dejé de estudiá y el queria yá dejá el colegio en cuarto de egebé. Si hasta cuando yo me cogí la baja en Astillero, el se fue al paro. Si yo me liaba con alguna gachí, el se liaba con la hermana pequeña. Si cuando me casé estuvo buscando casa en mi bloque pa no alejarse mucho. Lo llamaban el lapa de pelo, porque tenia barba y estaba pegao siempre a mi.
Asin ha seguio siempre. Y mira que yo los quiero una jartá y, aunque la Rosi sea más fea que pegarle a un padre con un calsetín susio, mi sobrino Luisito y mi sobrina Rosita -son asin de originale- son pa mi como dos hijo má. Con la Andreita he hecho meno, porque como la llevan al colegio de monja de Puntale, po no es tan gaditana como la Rosita. Yo creo que la satisfasión de sé ninfa que no me ha dao la Vane me lo dará la Rosita. Si no, tiempo al tiempo. Pero mientra tanto, quien deside de que se habla aqui soy yo... y en su defesto mi Sergio.
Comparsa El Brujo, ensayo general
Hace 5 años
1 comentario:
Pues como lea este post tambien me parece a mi que no lo vas a arreglar mucho, picha.
Tengo un mal presagio Carmelo, me da el aire que la Vane va a volver de las vacaciones enamoraita perdida de un "anonimo".
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