- Carmelo, ¿qué te cuesta acompañarlo este fin de semana? Si el domingo ya está volviendo a dormí a la cárse -la propuesta de mi Chari era un regalo envenenao, como una tortillita con camarone de la bahia de Algesira, llenito de gasolina supe.
- Pero, ¿por qué no se va a casa con la mujé? ¿No tiene gana de darle un repaso?
- ¡Que no, Carmelo, que la mujé este fin de semana tiene que cantá y no se puede hasé cargo de él! Me ha pedio el favó de que lo acompañemo.
- Si él gachó es ya mu mayorsito, podía irse a su pueblo y no da por culo asquí.
- Carmelo, te vi a disí la verdá -me dijo como la que se está confesando con el cura de San Antonio, en vó baja y un poco acojoná-. No se fia de él. Que dise que viene tan caliente de la prisión que es capá de ir a buscá a su es con tá de meterla en caliente. Y no vea la que se lia si se entera la tele. Por eso te tiene que encargá tú de distraerlo el fin de semana. Lo que tus quiera, pero pórtate bien que ya tiene que está al llegá.
Tenía toa la rasón del mundo porque en dié minuto estaba un coche de eso má largo que un autobú de oruga aparcao en la puerta de mi casa y un nota de traje chaqueta, con un uriculá en la oreja escuchando la COPE y con juntiviti que ni se quitó ni las gafa de só, llamó al telefonillo.
Cuando vi llegá al gachó con el bigotón ese que tiene, los pelo como si se lo biese peinao la lengua una vaca y el pantalón a la altura de las oreja ni me imaginaba el fin de semana que me esperaba con él. El vierne por la noche me lo llevé a sená porque mi Chari me había dao sincuenta leuro pa gastarlo con el bigote (me refiero al invitao no al de mi señora). Como yo creía que a él le iban esos rollo, po me lo llevé al Chou de Tapa de San Fransisco, pero el gachó cuando vio la carta no vea como se puso:
- ¿Qué es esto de chuchi? ¿Saquito de perdí? Esto es cosina de diseño. Yo lo ques quiero es un buen plato de papa frita con huevo y choriso. Mucho choriso -gritó como un poseso de cosa que no son suya.
Se levantó y cuando fui a pagá me se antisipó y sacó un billete de sincuenta leuro. Yo me iba a quedá esperando el cambio pero el de los pantalone alto dijo: "Quédate con el cambio, muchacho, que el ofisio de camarero es mu duro". Se ve que tiene esperiensia. Al finá me lo llevé a comé al Fogón de Mariana de la calle Sacramento y el nota se puso totalmente jipato. Se comió dó plato de jamón, una tabla de queso y los huevo con papa y choriso. Pa pagá otra vé sacó un billete de sien leuro y dejó el cambio. "Yo, en el fondo, llevo un camarero", me dijo.
- Cojone, ¿toavía te quea dinero? -le pregunté.
- Tú no sabe lo que dan de sí las bolsa de basura -me contestó enmientra que enseñaba la dentadura que tiene que paresia disí "mi leuro ma costao"-. Y ahora nos vamo de puta, ¿no? -me dijo como quien no quiere la cosa.
A mi me se cambió la cara. Yo a esos sitio no suelo ir, en primero porque ya sabei de mi proverbiá fidelidá con mi Chari y, en segundo, porque el único que conosco es el Don Tico que está en territorio anónimo y yo Anonimolandia no lo piso ni pa follá. No sabía qué disirle, y nos fuimo como pa cogé un tasi pero de repente me se ocurrió una cosa:
- ¡Una cámara de televisión! -grité.- Me ha paresio vé a la de la vena... -Al bigote se le cortó tol punto.
- Vámono pa tu casa, que no quiero que me vean esos cabrone de los periodista.
El truco me había servio pa evitá el compromiso de irme de puta con el bigote que ya me tenía un poco jartito. Fítetu como sería la cosa que el sábado me levanté temprano pa podé quitarme del medio pa dá un paseo por Cádi solo, pero el gachó se había levantao ante pa hasé ejersisio. Era pa verlo con la camiseta ferri de tiranta y los pantalone de chanda por ensima del ombligo enseñando los calsetine de raquetita. Por supuesto, se apuntó al paseo por Cádi y no vea la que me dio.
Cuando vio el bá que están abriendo en La Caleta se le pusieron los pelo de punta. "¡Qué bonito ese bá con vistas diresta al má!" Y es que se vé que el gachó tiene conosimiento de urbanismo que cuando íbamo por la plasoleta de Santa María del Má me comentó "Po asquí podría hasé otro resturante de eso con vista al má". Peó toavía cuando llegó a la altura de la playa la Vistoria "¡Qué desperdisio! La cantidá de metro desaprovechao. Yo recalificaba tó esto y con las comisione me compraba otra casa en Marbella y con el pico que sobraba le ponía un anorá a la estatua de Gade, que tiene que cogé relente ahí en pelota. Eso como contribusión a la siudá, pa que no digan que me lo llevo tó calentito".
Por la tarde, en casa, se empeñó en echá una partidita a un juego. Yo no quería sacá el Trivia Carnavá, por lo que pudiera pasá y, ademá, que el gachó este de Carnavale, meno el repertorio de Quiñone en La Cárse Vieja y el de Marujas de la Bahía (homenaje al difunto de Villanego) tenía que sabé mu poco. Quitando el Trivia Carnavá y el Sin Está Carnavá, en mi casa no hay má juego pa juegá, asín que no había osione, pero el bigote llevaba en la maleta un Monopoly y lo sacó pa que echáramo la tarde. Lo que pasa es que el bigote tiene un visiaso con lo de las casa y cuando caía en la prisión le daba iguá y era capá de siguí con el negosio. Totá, que ante de que llegaran las ocho ya nos había dejao a tós sin perra (de las del Monopoly de las otra no, pero porque en mi casa no había).
El domingo por la mañana quise aprovechá las dote del bigote y me lo llevé al baratillo del parque. Yo creía que el gachó iba a disfrutá allí regateando pa llevarse cosa de segunda mano, pero ná má que se compró la camiseta con la cara de Camarón, Bos Marli, el Che y Juan Carlo porque tenía mal cuerpo. Disía que él no podía está al lao de una sona verde tan grande enmedio de una siudá, con la de chalés que cabían allí en vé de los puto pato. Y por cada chalés quinse mí leuro pa la bolsa de basura.
Buenos má que ya quedaba poco tiempo porque ante de almorsá vino el coche otra vé a recogerlo que el lune tenía otra declarasión judisiá por algo de un dinero que le pagó al presidente del Sevilla "Es que quería fichá al Kanuté de pulisia munisipá y le di un antisipo", me esplicó. Pero pa mi que el tersé grado le va a durá tan poco como un contralto en la comparsa de Subiela. Y má con el gafaso que tiene a su lao. Y no me refiero presisamente a mi mismo.
6 comentarios:
A ver Carmelo, ¿tú has pasado el fin de semana con él o con ella?. Porque de bigote, lo que se dice de bigote, tienen los dos más o menos lo mismo.
Suluditos para ese Cádiz
La de la fidelidá
Ojú Carmelo, con esas amistades llevas toa las papeletas pa acabar en alguno de los Puertos, pero en Puerto 1 o en Puerto 2.
Eso si las visiones fantasmagoricas te llevan directo a Puerto Real(al siquiatrico), lo dicho, en uno de los puertos acabas.
Saludos desde El Bierzo.
Sea como sea acabarás en el Puerto, Carmelo.
Pues vaya pesadez de hombre, ¿no? Menos mal que llevaba guita y pa una vez que te estiras no te dejan pagar... tendrá cojones la cosa.
No sabes bien lo que me he reído con lo de Kanuté como policía nacional, no es de risa Carmelo pero hay veces que no puedo evitarlo...
Pichita mia, que peaso pò!!, no es que sea de eso de grasia grasia pa hasè reì un montòn, pero gadita gadita è una jartà, ya mismo me lo imprimo pa volvè a leerlo cuando vaya a cagà y de paso limpiarme el culo....
Que no CARMELO, que eso no lo voy a asè, en serio picha mu currao el fin de semana y mu bien llevao al mundo bloguero, si esto to te dà dò voto mà en el concurso es que esto està amañao, como la chirigota der cheri..
Saludos coone y de propina te doy una cucharilla... pa que te tome el cafelito.
Después de lo de Marichalar ya he aprendido Carmelo, aunque en este pó si no acierto es pa darme una paguita.
Po que no pare mucho en Cádi ese elemento que es un peligro, y no te junte con él.
Un abrazo Carmelo.
Real como la vida misma, pero aún así me he reído como hacía tiempo que no lo hacía. El guión para Berlanga en sus buenos tiempos.
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