Carmelopoli

sábado, 11 de octubre de 2008

El desenlase

Me he levantao de la cama ná má que pa terminá la historia. Estoy asquí metio con un malcuerpo del carajo y tiritando. Se ve que ayé en mi paseo por Cádi cogí una mijita de frío. Entre la mojá y el viento el milagro es que lo esté asquí contando. Me ha tenio que entrá un viru pero de los fuerte, de talla equiequiele que tengo también el estómago descompuesto. ¡Qué cara me salió la mañana de ayé! Y no lo digo solamente por lo que me costó el desayuno en el Miami.


Bueno, a lo que iba que a ustede no les procuperá mi fiebre, ni mis delirio, ni siquiera las cagás que estoy echando en el bate, que ustede sólo querei sabé lo que pasó ayé entre mi amigo Sé punto Gé punto y la Gallega. Si se acordai dejamo ayé a mi amigo en la puerta de la cafetería con la Gallega mirándose fijamente a lo sojo. Mi amigo trataba de aguantá las gana de bomitá que él achacaba en ese momento al mal oló que desprendía la Gallega pero que hoy, con un poco de perspestiva, podían deberse al viru que ya estaba empesando a hasé sus efesto.

- ¡La que está cayendo! -dijo mi amigo Sé punto Gé punto ante de que se le fuera la cabesa del tó.
- ¡Pobriño! ¿Y tú no tienes paraguas? -preguntó/contestó/afirmó la Gallega.
- No, es que yo no uso de eso.
- Si quieres acercámonos a mi casa y poderte prestar uno -sondeó la Gallega como quien no quiere la cosa. Mi amigo no se coscó de lo que iba el tema (¿o quisá sí?) y contestó: "Vale".

La Gallega vivía justo detrá, en la calle Acasia. Mi amigo por el camino ya empesaba a encontrarse regulá. Le echó las culpa a su doló de cabesa del hecho de que le diera la impresión  de que los estaban siguiendo. Ademá le estaban dando unos retortijone horrible.

Subiendo en el asensó las arcada eran ya estrema. Sería el oló. La Gallega aprovechó la sercanía pa desabrocharse el botón de arriba de la camisa y enseñá un poquito de carne. La verdá que la gachí se conservaba bien, pensó mi amigo.

- Si quieres poder invitarte a una copa de Chivas, para entrar en calor -le dijo la Gallega con un tono una mijita satirón. Mi amigo no podía má.
- Vale, pero ante tengo que ir al baño.
- ¿Tan mal estás que no puedes aguantarte? -preguntó la Gallega con el mismo tono de teléfono erótico.
- No lo sabe tú bien -contestó mi amigo sin pensá en doble sentido. Las arcada y los retortijone se habían mesclao y se estaba cagando por las pata abajo.

Entraron en la casa que paresían un catálogo de El desván de la Avenida. Una cantidá de cacharrito, de muñeco, de virgueria. Mi amigo se fue diresto pal cuarto de baño.

- Guarda algo para después, que me estoy poniendo cómoda -oyó que le disía la Gallega. "Espero no dejá ná", pensó mi amigo. Despué de soltá la morterá, se sintió un poco má mejón. La Gallega se había puesto un picardía rojo escotao y estaba sentá en el sofá del salón. Mi amigo la vio y casi le da un jamacuco. Pa no pensá en el tema le dijo:

- ¡Coño! Pa tené las cuenta congelá le ha echao un montón de dinero a la casa.
- Es que el dinero tenerlo en o colchón. Pero no puedo gastarlo en público porque la policia vigilarme.
- ¿Que te vigilan? ¿Hasta cuando va a tomá café?
- ¿Fijaste en el hombre que leía El Pais dos mesas más allá de la nuestra? - Mi amigo hiso memoria. No estaba seguro, pero dijo:
- Jí.
- Pues ese rapas trabaja en la brigada de delitos económicos.

Se quedó pálido como el culo de Iniesta. Ella hiso un movimiento dulse con el vaso de guiski que tenía en la mano pa que lo cogiera. Él lo cogió y se sentó en el braso del sofá.
- ¿Y puede viví vigilá por la pulisia?
- Eso no es nada. Peor es la vigilancia de los compañeros de mi marido -le dijo mientra que se asercaba sugerentemente y le echaba el braso por el cuello. La miró cómo si biera visto la rencarnasión del diablo, o peó, la de Camilo José Sela.
- No mires, pero en aquella ventana encontrarse o rapas con bigote contratado por mi marido y sus compañeros para vigilarme.
- ¿Y nos está viendo? -preguntó entre encarajotao y asustao.
- Sí, pero si quieres corremos las cortinas.

En ese momento sonó el móvi de mi amigo. "Ay de ti si yo  pudiera, conquistá tu corasón con una lansa quemada..." Su Chari le llamaba.

- Sé punto Gé punto. ¿Dónde está?
- Asquí  en la calle -mintió.
- Te estará mojando -eso sí era una afirmasión de verdá, no una pregunta que no se sabe si va o viene. Una afirmasión por derecho.
- Un poco -contestó.
- Ni te ha llevao paragua ni ná -su Chari le siguía echando la bronca-. Espérate endonde esté que te asercó un paragua.
- ¿Tu haría eso por mi? -preguntó sorprendio.
- Es verdá, no te llevo el paragua. Vente tú pa acá ya mismo, que verá como te pone malo.
- Ya, ya mismo voy -le dijo enmientra que se levantaba del sofá pensando que lo único que se correría en aquella casa, estando él presente, serían las cortina.

-Me tengo que ir -le dijo mi amigo a la Gallega.
- ¿Marcahste ya?
- Sí, es que no me encuentro bien, he cogio un poquito de frío.
- Vale, ¿telefoneámonos más adelante?
- Sí, má adelante. Pero llámame desde una cabina que seguro que tiene el teléfono intevenio.
- De acuerdo.

Y se fue ante de que le diera tiempo a ella de asercarse y ponerle en otro aprieto. Había estao a punto de caé y se había salvao por la campana. O má bien por la cantidá de gente que había mirando en ese momento a la casa. Si quería tené una aventura secreta, aquello tenía mucho de aventura pero mu poco de secreta. Ademá, que él no quería ni aventura. Y meno despué del detallaso de su Chari de llamarle pa vé cómo estaba. Si nunca le había hecho infié, no iba a sé ahora. Y se volvió pa su casa, aprovechando que había escampao, con la cabesa mucho má despejá. Aunque eso sólo duro un rato porque despué de comé se sintió mu malamente y se tuvo que meté en la cama. 

Y asín está hasta hoy mismo. Iguá que yo, vamo, con una gripe del tamaño de la batea del coro de Julio Pardo.

9 comentarios:

lamari dijo...

Carmelo hijo. ¡¡Qué bien aecho!!. La llamada de tu Chari asio un milagro de nuestra señora La Chari. Ve tu como testaba metiendo en un lio mu gordo der que solo iba a sacá perjuicio. Ademá ta dao cuenta de que tu Chari se preocupa por ti una jartá.

Un besito

Bermauntier dijo...

Carmelo, gracias a tus firmes pensamientos conservadores has decidido no mojar en charco ajeno. Gracias a dios porque me veía sin Carmelo pal resto de mis días.

Y mejórate, qeu lo mismo eso es una maldición por tu intento de infidelidad.

Anónimo dijo...

Claro que nos preocupa tu salud Carmelo, ¿quién ha dicho que no? y además es un detalle que te hayas levantao malo pa contá lo de la Gallega.
Po yo me alegro que no haya pasao ná, menos má, la gripe ta caio del cielo, en una semana como nuevo y la concencia tranquila.

Un abrazo y que te mejores, con los cuidados de tu Chari seguro que te pones bueno en dos días.

P.D. ¿Cómo se llama la Gallega entonces?

Anónimo dijo...

A ver Carmelo, ¿tú estás seguro de que cuando os seguian por la calle era la policia? ¿no te parece muy extraño que hubiera una persona mirando desde la ventana de enfrente y justo cuando tu ibas a entrar a matar te llamara tu Chari por teléfono? ¿no sería tu Chari disfraza, primero de policia y luego de sicario del narco?. Mira Carmelo que las mujeres tontas no somos y estas cosas las hacemos con mucho arte y al que pescamos en estos renuncios, no hay Dios que lo ampare.
Preparaté que esto no ha hecho más que empezar y cuidaté esa gripe que vas a necesitar estar fuerte para la que se te viene encima y, si en algo puedo ayudar, cuenta conmigo para una coartada una jutificación, lo que sea.
La de la Fidelidá
P.D. He dejado lo del Ce punto Ge punto, porque ya no creo que sirva de nada.

Raùl Junquera dijo...

CARMELO, ¿tù tas leio tu pò?, lèetelo picha y dime tù a mì si esto es disno del CARMELO DE CÀDI CÀDI, yo no voy a haserte la pelota pichita y al que no le guste que se joa, pero este drama de beti la fea é mejò dejarlo pa telesinco... Si quiere sigo, pero nà weno tengo que disì, mejòn me callo que despuè sale mucho hijo de puta disièndome antigadita y me hubiese gustao escribì un escueto comentario, pero si sigue por este camino esto se convierte en una mariconà que ni Pedro Romero..

Anónimo dijo...

Pero bueno Carmelo, por la santa soga de Los Condenaos, tus tá mariconao der tó pichita, la gallega en picardía, con el Chivas ardiéndole en los labios y la manita por tu cuello y tú va y te acojona, te entra la cagalera y te va por pata... Carmelo, que esas cosas pasan una vé en la vida, quillo, y amá con el marío en el talego... ofú, ofú, Carmelo, yo creo que la va a tené que llamá otra vé y ya, pasando de cafelito y mamoneo, te va diresto al temita y le enseña a la gallega como se entona el farsete en Cái. No me desesione Carmelo, que yo sé que yo soy mu gorfo y tu ere un tío formá, pero hombre, déjate llevá una mijita hijo...

Unknown dijo...

He encontrado el enlace de la web "espias sin fronteras" me falta comprobar si el de los puntos de verdad se metió a cagá a macocarse, por lo que intuyo que tras esa acto de amor propio lo dejó sin fuerza para el ataque final.

Paco Lainez dijo...

Te entró el virusn de la honradez y dió hasta cagalera,

No me extraña, ccon tu Chari oliendo a chamusquina y eso que falta tu suegra, que de lo contrario ya estarias "condenao" fijo vamos.

Saludos desde Benidorm

Miguel A. dijo...

He dejado un premio para tu Blog.

http://www.conplumaypapel.com/2008/10/premio-concedido-este-blog.html

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