Efepé

Estábamo el Angelín y yo en el bá del Gordo charlando sobre cuando nos podríamo bajá la antologia de Juan Carlo por el emule y meterla en el emepetré pa escuchá si los pasodoble que no canta en el Falla son má fásile de entendé que los que canta. En esa estábamo cuando de repente el Gordo se puso mu serio a mirá la televisión, nos mandó callá y le dio volumen a la tele. 

Giré del tirón la cabesa porque el Gordo sólo pone ese interé cuando sale la comparsa de Quiñone en la tele (porque el Gordo es mu de Quiñone) o una tía en cuera, aunque pa las tía en cuera no le da volumen a la tele, dicho sea de paso. Sin en cambio, ni era el Caracó partiéndose el pecho por Cádi ni había tía en cuera enseñando el pecho. Era el Telediario de Antena Tré y Matía Prá contando las cosa que pasan entre pase de modelo y pase de modelo. Siguimo a lo nuestro aunque cambiamo de conversasión porque despué de habé visto el coco del Pepe Bono nuestro interé era sabé si los pelo del coco del Bono eran de muerto o eran pelo de polla alisao. 

El gordo gritó: "callarse joé con las pamplina que esto me interesa". En ese momento Matía Prá esplicó que el Setapé le va a dá un título a tó los que haigan trabajao má de tré año en el mismo sitio, que la verdá es que tal y como está el tema del currelo y las gana de currelá tiene mérito como pa que el que trabaje se gane un títulito.

Al Gordo le hasían lo sojo chiribita. "Con las gana que tenía yo de tené un título".

 - Pero, ¿un título tú pa qué? -le pregunté yo que soy de los que pienso que los título no valen pa ná má que pa darle dinero a los que hasen los marco.

- Joé, un título pa podé serrá el bá.

- Carajo, eso sí que no lo entiendo quiere que te den un título pa serrá el bá.

- Aro, cojone, con el título de entregadó en mesa de bebida y alimento me vi a vé a Gonsalo al Faro pa que me contrate que yo siempre he querio trabajá en el Faro, con mi camisa limpia, mi servilleta en el braso...

- En tó caso el título de lansadó en barra de botelline de quinto y vaso de tinto, Gordo, picha, que tú en tu via has servio una mesa. Si en el bá no hay ni una mísera tapa  y tú ni despacha las mesa, que hase que la gente se levante pa recogé los bó, cojone.

- Ya, pero eso no lo sabe el Setapé, yo le digo que llevo 20 año con el bá y va a sabé él si aquí se ponen tapa o no se ponen tapa.

A mi la idea me paresia una chorrá, sobre tó si pa lo que servía lo de los título es pa que el Gordo se largara del bá y se pasara al lao oscuro, con Gonsalo, un sitio en el que yo no entro ni a meá. Sin en cambio, al Angelín le encantó.

- Joé, po yo estuve tré año de albañí en la obra del Olivillo.

- Así le va, picha, así le va que no pusiste ni un ladrillo.

- Pero eso no lo sabe Setapé. Así puedo consiguí un título de colocadó verticá y/u horisontá de ladrillo con mescla vista.

El Angelín quería ponerse en cola ya en la puerta del Columela pa vé si le daban el título. En ese momento intervino el Mero. Pese a su nombre, el Mero no es un pescao, es otro de los asiduo en el bá del Gordo de nombre Baldomero aunque no se junta mucho con nosotro. Él va allí se sienta delante la tele, se toma sus tintito uno detrá de otro y se vuelve pa su casa. Se ve que la pensión no le da pa comprarse un telefunken ni de segunda mano y tiene que verlo allí con el Gordo.

- Toavía no puede ir, Angelín, picha, que eso está en trámite de anteproyesto de ley reglamentaria y le queda una pechá. 

- Joé, Mero, tú si que está enterao -le dijo el Gordo que le gusta haserle la pelota porque es uno de sus mejore cliente, que nunca pide de fiao- ¿Y tú cré que a mi me darán el título de entregadó en mesa de bebida y alimento? Porque yo no tengo contrato.

- Si es por contrato, cuando yo estuve en la obra del Olivillo tampoco me hisieron contrato que el encargao me disía siempre que cuando pasara la prueba y al finá me fui y ni firmamo ni ná.

- Que no hase falta contrato, que lo van a dá también a  los que han desarrollao una astividá de forma voluntaria aunque no tuvieran contrato -esplicó el Mero.

- Po eso  es maravilloso Mero, porque asín yo puedo consiguí también el título de patrón de embarcasione de pesca de bajura espesialisá en caballa caletera, porque con la de año que me lleve yo saliendo con la barquita tó los fine de semana a pescá... o el de recolestó de molusco vivo en roca, que yo de chico me iba a cogé burgaillo, cangrejo y lapa de pelo... -el Angelín se estaba viniendo arriba. - Carmelo, si es por esa, a ti ná má que te queda un año pa que te den el título de escritó habituá de notisia, suseso y otro acontesimiento por el bló.

- Y ¿pa qué carajo quiero yo el título ese?

- Po yo que sé, pa colgarlo en la paré del salón, al lao de tu afoto comiéndole la boca a la estatua de Gade.

- Va a tené un título de efepé el nivé de la afoto en la que muestro tó mi amó por Cádi y sus antepasado. Si a mi me regala el título ese y se lo doy a mi Chari pa que lo ponga debajo de lo de escurrí los plato pa que no se manche la ensimera. Yo no pienso doblarla nunca má, asín que no quiero título.

- Por lo meno pa abrí una sala de título, como el Cádi y cobrá por visita -el Gordo como siempre pensando en el tema eurístico de la cuestión.

- Que no nesesito título. A mi me basta con sé Carmelo de Cádi y con ese sustítulo, el de Cádi ya tengo má que tó los curso de efepé del mundo.

Me fui y los dejé allí con la palabra en la boca discutiendo cuantos título podía consiguí cada uno como si eso colesionaran estampita de las de los albune de furbo. Pero enmientra que subía la escalera me surgió una duda con este tema: "¿Cuánto tiempo tardará mi Sergio en disirme que deja el Intituto porque el Setapé le va a regalá el título sin estudiá?"