El dia de eso

Hoy es el dia más desagradable del año, el primero de mayo, el dia de eso... Bueno, lo diré, hoy es el día del trabajo. Es que un dia con ese nombre no puede sé bueno, tú te levanta y te disen, hoy es el dia del trabajo y te tiene que volvé a acostá por la depresión. Por eso el dia del trabajo es fiesta, porque la gente, con ese nombre no tiene gana de hasé ná en un dia como ese.

A mi el trabajo es una de las cosa que más me desagrada en este mundo. Yo veo a la gente sudá y es que me se nublan los ojo y ya si toco un taladro o una espiocha me salen unas roncha en la parte esta de la palma de las mano que no puedo cogé un instrumento en mucho tiempo.

Pero que quede claro que yo he trabajao. Lo justo, pero he trabajao. A mi me habia enseñao que el pan habia que ganarselo con el sudó de la frente hasta que descubrí el tema de la baja. Pero lo del ojo fue un asidente, un bendito asidente. Yo iba con el ojo sangrando en la ambulansia pa residensia y pegando grito: "Baja definitiva, baja definitiva" Yo creo que de la emosión hasta me desmayé. Despué vino el tribuná médico y todo aquello, pero yo selebro el dia de la baja iguá que el dia de mi cumpleaño, el día en que dejé de trabajá. Meno cuando mi Chari se pone pesá pa que coja algún chapú. Pero esas historia solo pasan de vé en cuando.

Aquello que tenei la desgrasia de seguí trabajando no sabei la sensasión de llegá a primero de mé, meté la cartilla en la Caja de Ahorro y vé que el Estado se ha acordao de ti y te ha metio la paguita: mis euro en el bolsillo sin dá un palo al agua. El sueño de cualquiera ¿o no?

Y es que disen que los gaditano somo flojo. Pero no es sierto. Es mu fási criticá desde un sitio de eso en los que nieva, hase siempre frio y no hay ná que hasé. Yo reto a la gente de Cuenca, de Zamora o de otros sitio asín feo a que vengan a Cádi y sigan trabajando, con el só entrando por la ventana, con la gente tumbá en la playa, con las niña que en mayo ya están morena. Y es que trabajá en Cádi es un ejersisio de esfuerso doble. Es la lucha contra la tentasión constante y el gaditano es débi: ante la tentasión peca y, teniendo pa comé, prefiere irse a la playita, tomarse una servesita en el gordo o darse una vueltesita por la plasa. Porque en Cádi solo trabaja el que no puede cogerse una baja.