El día de la Gran Finá

Este pó puede costá un matrimonio. Este pó puede propisiá un divorsio. En concreto, el mío. Pero es una consecuencia que yo asumiría como paradisma de la libertá de espresión. Si hay periodista jugándose la vida en la puerta de la casa de la Pantoja, durante el día y la noche, no vi a riesgá yo un simple (aunque duradero) matrimonio por hablá de lo que yos quiera y a mi me se aptesca.

Tanto pasá por la puerta de la Asosiasión de la Prensa, tantos año viviendo al laito de las ofisina del Diario de Cádi, tanto charlá con Fernando Santiago y creo que me se ha pegao algo del espíritu del periodista y no lo digo por cobrá una miseria y echá má hora que un reló, que eso sí que no va cormigo. Lo digo por lo de indomable, por lo de atacá al poderoso (sobre tó si está lejo) y defendé al pobre (de espíritu pero con muchas pela en la cartera); lo digo por hablá de lo que me pasa y lo que me va a pasá; lo digo por no asestá presione ná má que si es pa hablá bien de Nuestra Señora...

Mira que mi Chari me lo ha dicho con claridá: "Carmelo, como te se ocurra hasé un pó sobre la obra de Martíne Are y yo no pueda verla, me divorsio. ¿Qué carajo me divorsio? Como se inunde el Falla, el Ramoni coja angina, o vengan una lienígena a llevarse a Martíne Are, ye mato. Yo te mato, direstamente. Que pa mi, endespué de mi mare y mi sijo, Martíne Are es lo má sagrao".

Es que está revolusioná con el regreso. Ha puesto en el frigorífico un contadó de eso de los de las olimpiada con la cuenta atrá: "Quedan: tantos día, tanta sora, tantos minuto, tantos segundo pa que vuelva Martíne Are"... En plan olimpiada de Pekín, pero en versión Chari. Ademá, como la pobre es como es, en vé de poné un reló con la cuenta atrá ha puesto unos papelito que va escribiendo con  un bolígrafo. Cada dié minuto está astualisando el contadó y me tiene nerviosito perdio con tanto paseo a la cosina que ensima cada vé que va trinca algo de la nevera y como no llegue pronto el día de hoy a las nueve de la noche va a esplotá.

Bueno, en verdá, vamo a esplotá, porque yo tengo el coco totalmente comio. La gachí se lleva tol día con el ordenadó ensendioo y en el Iatune, una lista de reprodusión que tiene titulá "Lo má grande del má grande", que no es la mano de Pau Gasó, sino los mejore pasodoble del Niño (el auténtico, no el rubito ese chungo que juega con la selesión española de furbo). Al prinsipio estaba bien que yo casi no me acordaba de "En el teatro del sielo, muchas grasia compañero..." pero despué de escuchá siento sincuenta vese en la última semana la presentasión de La Milagrosa estoy a punto de salí al balcón y gritá "Bueeeeeeeeeeeenos día" y despué tirarme pa abajo. Má o meno lo que hiso Martíne Are con La Milagrosa.

Lo malo es que si me tiro no me vi a matá, como mucho me escoñaré un poco y me perderé el estreno de esta obra de teatro. Porque yo también tengo gana de verla, si te digo la verdá, que me siento un poquito pare de la idea. Aqué día que me lo encontré en San Fransisco en el cajero y lo vi llorá porque mirando el saldo de la cuenta corriente donde tenía metio los benefisio del disco que sacó y aquello estaba má vasio que la playa de Jelsinki. Yo le recomendé volvé al Carnavá y él me dijo que no, que ya había visto la caña que le habían dao a Bustelo. Totá, que le dije que volviera a media, pero no como Bustelo sino hasiendo algo distinto. Primero me se ocurrió una antología pero él me dijo que eso era de cutre y que no tenía grupo pa cantarla. Totá, que entre una cosa y otra surgió lo de la obra de teatro y le recomendé que fuera a vé a Nuestra Señora de mi parte y ya vé, al finá se ha hecho realidá y con lo que saque podrá siguí palante.

Porque está casi tó vendio y sus fane, que se cuentan por sentenera, están medio majareta por ese regreso del Niño. Sus fane y los que no son tanto, que en Cádi no se habla de otra cosa esperando a vé qué dise sobre algún autó con domisilio sosiá en el barrio de Cortadura... sobre tó teniendo en cuenta que en la obra canta Ramoni. Es verdá, eso se llama morbo. Pero asín semo en Cádi, la mitá del teatro se llenará por asmirasión y la otra mitá por morbo. Está claro en que mitá va mi Chari y en qué mitá va el Angelin. Lo que no sé en qué parte voy yo. Ya os contaré mañana.