El día de los agüelo

Yo no sé si la ONU, la Unión Europea o el que sea que se encarga de poné los nombre a los día se ha coscao, pero hoy es el día de los agüelo. Ya hay día de tó: de los soltero, de los que se peinan con patrico, de los que le ponen gepese a los paso,... y por eso yo quiero reivindicá desde asquí el día de los agüelo.

Porque el agüelo es una figura que lleva una carga laborá inversa al resto de los demá sere que habitan Cádi. Hoy que empiesa el curso, que los niño han vuelto al colegio, hoy, por fin, pueden descansá. Porque los pobre de los agüelo llevan tré mese dando vuerta con los niño por Cádi. Ante era más fasi porque tol verano hasia caló y los agüelo (y las agüela, en su caso) se llevaban a los niño a la playa desde las ocho de la mañana hasta las dó de la tarde y desde las cuatro de la tarde hasta las dié de la noche que acababa el verano y el niño paresía un conguito y tenía ya tanta arena en la cabesa que los piojo podian clavá una sombrilla.

Pero ahora no. Ahora con el rollo de la protesión solá, a los niño no se les puede llevá a la playa en las hora de más caló. Y pa colmo, como ha hecho unos día con tanta humedá y tanto poniente, po claro habia que buscá astividade complementaria pa no tené a los niño tol día metio en la casa jugando con el vaso de la dentadura del agüelo o pegando salto en el sofá del salón. Asín que los agüelo han tenio que hasé este verano más esfuerso y se llevaban a los niño al parque, a las plasoleta, les compraban chucheria en la barraca, los montaban en los tobogane. Tó lo que fuera nesesario pa que el niño diera un porculo moderao (porque consiguí evitá que un niño dé porculo es como consiguí cogé un cangrejo moro en Anonimolandia).

Por eso, despué de tantos paseo por Cádi, de tantas hora sentao en la plasa de mina esperando que el niño se caiga y vuelva llorando, los agüelo hoy descansan y vuelven a su rutina diaria: a su mirá obra, a su tomarse un pelotaso en el bache, a su hasé cola pa cobrá la pensión... Lo de siempre.

Aunque todavía no serán completamente libre porque ahora hay una cosa que se llama periodo de adastasión infantí que es que los niño no van por derecho al colegio. Ahora an de poquito a poco. Un día dos hora. La semans siguiente tré. La otra un poquito má. No vaya a sé que al niño le dé una cosa mala. Porque ahora los niño no son como los de ante, que lo aguantabamo tó y, sobre tó, aguantabamo guantá (no me habrá dao guantá a mi mi mare que Dió la tenga en su santa gloria). Ahora a los niño no se les puede pegá, ni gritá, ni pueden í al colegio del tirón. Pero es que el colegio ya ha cambiao mucho y los pofesore no son como era Don Antonio que tenía una regla que eso si que era un arma de destrusión masiva.

Yo ya se lo he dicho a mi Sergio ya la Vane. Cuando vayai a tené niño, cormigo no contei na má que pa que yo le esplique a mi nieto cua lé la esensia de un gaditano. Porque yo no pienso llevarle al parque, ni a la playa, ni recogerlo del colegio, pero sí le vi a esplicá lo que es el tré por cuatro, cuale son las vose de una comparsa y por qué en Cádi los paso se cargan con tanto arte.



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