La Tierra Prometida

Hoy os voy a habla de un rinconsito único y diferente. Es un sitio en el que los gachone no se eongominan el pelo como si se lo hubiesen peinao con la lengua de una vaca. Es má, en ese sitio las tienda no venden gomina porque nadie las usa. La gente va con el pelo alborotao, suelto porque es un sitio mu espesiá. Los riso detrá de la nuca están asolutamente prohibio porque son de cateto.

Un sitio en el que las gachí no visten de gitana porque no hay cosa má fea que una gachí vestia de gitana con toa la barriga apretá en el vestio y arrastrando los volante del traje de faralae. Bueno, en verdá hay una cosa má fea, los traje de faralae corto que parese que se le ha quedao chico. Aunque peó toavía son los gachone vestio de corto con sombrero cordobé. Pero en el sitio del que os hablo no visten asín de raro. No hay coche de caballo y es que allí los caballo no sirven ni siquiera pa ir a pescá.

En el lugá del que hablo el vino lo echan con la botella en una copa y no lo tiran desde lo alto con una pértiga. Allí no se toma Tío Pepe, ni Fino La Ina. Ni siquiera Fino Quinta. Es que en ese sitio son má radicale que yo mismo que, a vese, me permito tomarme una copita de Canasta Crim. Pero yo soy un pasifista al lao de aquellos talibane.

Allí no soportan a la risita porque su alcaldesa, jamá se liaría con un guardaspalda como si fuera la Güitni Jiuston. Tampoco tragan a Pedro Pacheco y están juntando fondo pa ponerle un monumento al jué que lo enchirone difinitivamente. Pero el monumento no lo van a poné en una rotonda porque las rotonda allí no sirven pa poné cacharro que no hay cosa má hortera que un gachó sin braso y sin pierna en una rotonda. Bueno, sí, hay una cosa peó: una jartá de caballito de colore en lo alto de una rotonda. Por sus calle no se escucha "ompare" y un viaje es el desplasamiento de un sitio a otro, no mucho de lo que sea. Allí si alguien te llama "maestro" te está halagando, no te insulta.

En ese lugá no hay sitio pa sueco que pretendan invadí con mueble que están por hasé y que te hasen perdé má tiempo que el ginecólogo de Barbara Rey. Tampoco caben sircuito de amoto ni amotero quemando rueda. Allí no hay mono blanco, y si los hubiera no los tendrían enjaulao, porque aquella es una tierra libre. Con sus limitasione, con sus defesto, pero una tierra libre. Allí no hay señore, no hay ransio abolengo de apellio anquilosao en el tiempo porque la gente vale por lo que vale, no por las tierra que acumularon sus antepasao. Allí no gusta Bertín Osborne y hase mucho que se dieron cuenta de que a Jaime Cantisano le cabe tela.

En el sitio del que os hablo ayé fue fiesta. Salió la gente a las calle con los coche tocando el clason selebrando el desenso. Hubo fiesta en la fuente y grito de selebrasión. Es que en ese sitio no nesesitan disimulá, allí no le hase falta quedá bien, porque van por derecho. Allí Gorosito es persona non grata, a Viqueira lo ven gordo y creen que Antoñito es un angango.

Pese a lo que podai cré alguno, ese sitio no es Cádi. Ni siquiera está en Cádi. Ese sitio está lejo. Está en Portugá. Pero es un pueblo que yo creo que merese la pena visitá y o si no, fijarse en el nombre que tiene y que aparese en el escudo que os pongo asquí abajo:

Dise que son sinco mil habitante pero, seguro seguro, que hay mucha má gente que los apoya. Si querei apuntarse, asquí tenei el bló del pueblo.