Carmelopoli

lunes, 8 de junio de 2009

Un día reondo

Yo sabía que Cádi me tenía preparao uno de eso día que ella y sólo ella sabe regalarno de vé en cuando, con la brisita en calma, el lorenso en tó lo alto, las temperatura con su mijita de caló pero sin pasarse. Una maravilla de domingo a pesá de que los día anteriore el poniente había traio el fresquete y cualquiera se había puesto nervioso, pero yo sabía que Cádi iba a poné tó de su parte pa que el domingo fuera un día reondo.


Aunque me tuviera que levantá a las siete y cuarto de la mañana, que yo creo que no me levantaba a esa hora desde que Pepe Mejia era alevín. Pero mi Chari me dijo que le daba mieo salí sola a esa hora no la fueran a violeá. En prinsipio, cualquiera puede descartá totalmente que mi Chari pueda sé vístima de una violeasión, porque si a mi me cuesta arrimarme a ella y pa haserlo sierro lo sojo a uno que no la conosca le pueden dá hasta arcada. De toas forma, entre que la gente que hay por ahí cada vé es má rara y que yo no quería que mi Chari se fuese enfadá pa que no se llevara tol día llamándome al móvi, la acompañé hasta el colegio, lestorá, que mi Chari tiene el graduao y mu poca intensión en volvé a cogé un libro que no sea la guía de teléfono. Tal como entré en mi casa volví a tirarme en la cama con la tranquilidá de que nadie se iba a quejá de si roncaba, si me olían los pié o si ocupaba mucho sitio en la cama.

De toas forma no me levanté mu tarde, porque un día como ese hay que aprovecharlo que no es cuestión de perdé una oportunidá única, por eso a las dose y cuarto ya estaba yo en planta. Llamé al Angelin, cogí la silla, la sombrilla, la toalla, llené la nevera con un par de litrona gran reserva que tenía en el frigo. A mi me gustan las litrona gran reserva, esa que compra y la dejá en el frigorífico unas poca de semana, cogiendo solera y frío pa que cuando la abra estén a la temperatura adecuá pa tomársela. En este caso, como iba a la Caleta, también metí un par de placa asule pa que no se calentara en la arena, que es quisá lo peó de la playa, que calienta la servesa.

Pa evitarlo, el Angelín y yo, abrimo la primera ná má llegá y nos tomamo con sierta velosidá amba dó litrona enmientra que debatíamo sobre el paisaje humano que asomaba a nuestro alrededó, con frase como "Las teta de esa tienen que sé operá", "debería está prohibio vení a la Caleta con ese tanga,...", "quien fuera medalla de la Virgen del Carmen pa está metio en ese templo", "viva el aerobí, las cremita contra la seluliti y tó lo que se eche pa tené esas cacha asín de dura"... Tó eso sin escuchá en ningún momento réplica habituale como "Carmelo, ¿qué está mirando?", "que asco de fresca que vienen en troles a la Caleta", "se creerá que tiene buen culo por llevá un tanga puesto"...

El Angelín había traio una empaná que había comprao en la confitería de la calle La Rosa. Al meno eso dise él, porque yo no recuerdo a mi cuñao comprando ná y es posible que la hubiera tangao, pero a él también le es aplicable el prinsipio de prefunsión de la inosensia. Por eso cuando volví a casa a almorsá apena comí un cachito de la tortilla gollipona que había dejao hecha la noche anterió mi chari y en la digestión me quedé sobao en el sofá con el teni puesto en la tele, que despué de los documentale es pa mi el má mejón sosnífero pa por las tarde. Me perdí al Federé llorando, que el gachó llora má que una mardalena, aunque la que tiene cara de mardalena es la mujé que tiene la cara má ancha que el Subiela.

Siesta leve, de horita y tré cuarto sin sobresalto y sin malo despertare. Mi Sergio estaba en casa la Bicho, perdiéndose el día de Caleta, que ya sabei que la Bicho es lo má paresio a un grenlin que hay despué de la Duquesa de Alba y la Cacelin no sé ni endonde estaba ni tampoco me procupé, porque estando en casa y pensando en la Cacelin na má que podía acabá en un sitio y uno ya no tiene edá pa jugá al sinco contra uno. Ademá, que quería aprovechá es a tranquilidá de no escuchá reproche porque no había recogio los calsonsillo, porque había dejao el cuarto baño lleno de pelo o la tapa del bate levantá.

A las siete me aserqué a la mesa endonde estaba mi Chari pa asegurarme porque no fuera a haberse suspendio las votasione y volviera ante a casa. Por suerte, había gente votando y mi Chari iba a está ocupá hasta serca las nueve la noche. No quisiera dá una imagn errónea sobre mi relasión con mi Chari, que yo las quiero mucho y tó eso. A mi no me gustaría viví sin ella, a mi lo que me va es lo de sé Rodrígue un par de diíta, está tranquilo, relajao, sin tensione, sin reproche, pero sabiendo que volverá pronto, pa preparme la sena. Sin ella mi vida sería un desastre, porque me tocaría a mi fregá, tendé la ropa, planchá y una serie de astividade que me resultan totalmente imposible.

La verdá que era una estampa rara vé a mi Chari con las gafa y un bolígrafo en las mano repitiendo los nombre de los que le daban el Denei. Ademá que paresía la mare del presidente y la otra vocá que ninguno de los dó había nasio el año de Caleta. Me juego lo ques quiera. Yo creo que eso la tenía a ella un poco chunga porque a ella le habría gustao tené en la misma mesa a alguna de sus compañera de bingo pa rajá de tó los que fueran viniendo, aunque según me contó, por la mañana había estao mi suegra allí sentá con ella y despellejaron a gusto a tol que se disnó a ir a votá. Tal fue la cosa que el Pulisia tuvo que echá a mi suegra porque empesó a meterse con uno que dijo que no había papeleta de Isquierda Anticapitalista. "Mucho anticapitalismo y mucho rollo, pero seguro que tú quiere un chalé en La Barrosa y un mersede en la puerta. Po pa eso hay que generá riquesa y el único que genera riquesa es el Mariano Rajoy" disen que dijo enmientra que las Fuersa y Cuerpo de Seguridá del Estado la obligaban a abandoná el locá lestorá como si fuera el el Canijo de Carmona en el bufé libre del Cantábrico.

Me fui del colegio lestorá dando un paseito por la Alameda, Parque Genové hasta vé atardesé en La Caleta disfrutando de lo que debería sé una de las siete maravilla del mundo si de verdá hubiera criterio a la hora de hasé votasione. Eso sí que es un tesoro inmateriá, a la misma altura que el Carnavá. Es que en Cádi estamo llenito de tesoro inmateriale, ná má que hay que ir banco por banco a vé las cuenta corriente de la gente, que son toas inmateriale.

A mi casa llegué siendo, má o meno las die, justo cuando llegaba mi Chari. "Acompáñame un momento" le dije cuando me la encontré a la altura de mi casa y me aserqué al bá del Gordo pero sólo pa vé la tele un segundo y confirmá que, el domingo había hecho completamente reondo.

2 comentarios:

Borja Cegato dijo...

Yo también fuí con mi parienta temprano pal colegio lestoral Carmelo, pero no faltó el presidente y me la tuve que traer de vuelta,así que de rodríguez ni mijita, bueno sí el apellido por parte de mamá.

Un saludo y enhorabuena por el pós.

Anónimo dijo...

jajajaja como me he reído Carmelo. Sabes que te leo a diario aunque no siempre te comente. Un besote desde Oslo.

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