Carmelopoli

jueves, 11 de junio de 2009

Becado

La verdá que mi Sergio llavaba unos día con un comportamiento raro. Mu raro. Ya sé que por culpa de la maldisión de la Bicho no puede ir a la playa, pero eso no es rasón como pa que se pasara tanta sora enserrao en su cuarto. O estaba afuera o se metía en su carto y no hasía ni un ruido. Eso era má habituá ante cuando tenía el ordenadó en su cuarto y el interné echaba humo (no era lo único que echaba humo, que hasta la vesina olió un día a pellejo quemao) pero desde que sacamo el ordenadó del cuarto porque mi Chari temía que se quease siego y él se echó novia po el ataque al calvo paresía que había quedao en el olvio.


En verá ni siquiera mi Chari sospechó que fuese un retorno al mundo del sereá porque su comportamiento no respondía a los parámetro habituale: no salía cada sierto tiempo volando al cuarto de baño, no encontramo papé giénico ni revista en una revisión rutinaria de su cuarto y, ademá, de vé en cuando nos mandaba callá porque no podía consentrarse. Y la verdá que con la edá de mi Sergio no hase falta consentrarse pa tocá la sambomba. Quisá con la mía un poco má, pero con las hormona como las tiene que tené mi Sergio, me parese que no.

Totá, que esta mañana a la fresquita, cuando ha salio de casa yo le he hecho un siguimiento que má quisieran los espía de la Esperansa Aguirre y me he llevao una de la mayore sorpresa de mi vida. He visto a mi Sergio entrando en la biblioteca. Os lo juro por la gorra de Paco Alba. Por eso y por los nudillo del Noly he tenio que jurarle a mi Chari pa que se creyera esta historia. Asín que los dó bemo desidio que era hora de afrontá una conversasión con él y aclararno qué está hasiendo porque se empiesa asín, yendo a la biblioteca y eso y se acaba queriendo estudiá una carrera, y yo creo que aguantaría cualquié cosa meno que mi hijo echase a perdé sinco año de su vida en una universidá y tené un nieto anónimo.

Era pa verno, a mi Chari y a mi, en el sofá del salón sentao, esperando a que llegara mi Sergio. A eso de las dó y media llegó el gachó al oló de las habichuela que iba a prepará su mare, que pa eso tiene el gachó un sesto sentio impresionante y un saque que má quisiera Federé. Sin en cambio, cuando vio a mi Chari en el salón y la mesa sin poné nos miró con cara de "¿quién se ha muerto?" y preguntó:

- ¿Ca pasao?
- Siéntate, Sergio, siéntate -le dijo mi Chari. Pero a él no se le quitaba la cara de agobio.
- Pero, ¿ha pasao algo?
- Tú sabrá lo que ha pasao -le dije yo sin poderme contené...
- Tranquilo, Carmelo, déjalo que se esplique, no te embale. -Mi Sergio cada vé se iba poniendo má blanco... - Cuéntano Sergio, cuéntano porque creo que tiene algo que contarno.
- ¿Ya os ha llamao la mare?
- ¿La mare de quien? -le pregunté yo, pero él ni se enteró y siguió con su retajila.
-...si ha sio un retraso de unos día y se ha hecho las prueba y por lo visto no tiene ná que es cosa de un desajuste, aunque se nos rompiera, porque es que le tengo dicho que yo me tengo que comprá el de equi ele, porque si no, despué...
- ¿Que ha dejao preñá a la fea? -preguntó horrorisá mi Chari con los sojo desencajao, pero yo la corté porque a mi ese tema no me paresía importante.
- Eso ahora mismo no nos interesa que pa eso quean, como mínimo nueve mese. Ahora estamo a lo que estamo y no te desvie el tema. He visto dónde has ido esta mañana...
- ¿Yo? A la biblioteca -dijo el tío sin avergonsarse.
- ¿Y no te da vergüensa? ¿Qué hasía tú en la biblioteca? Dirme, al meno que has ido pa vé las pinícula que emprestan allí -le esigí indisnao enmientra que mi Chari no consiguía quitarse de la cabesa la imagen de la Bicho embombá.
- No, es que estoy estudiando.
- ¿Estudiando? ¿Estudiando qué, mi Sergio, estudiando qué? Si eso es perdé el tiempo, eso no vale pa ná. ¿Ya no quiere salí con Juan Carlo? -le pregunté yo recordándole sus grande sueño de la infansia.
- Eso es otro tema, quiero salí con Juan Carlo pero quiero hasé otras cosa -me contestó.
- Pero tú sabe que si va a la universidá, no puede salí con Juan Carlo, que él no asesta a nadie con estudio pa que nadie pueda entendé sus pupurrise enmientra que los canta.
- Mi vida es algo má que la ilusión de salí en la comparsa de Juan Carlo.
- Ya, el grupo, la banda de música. Ira Andy y Luca, forrao, viviendo con los padre y con el bachillerato a lo justo, porque el tiempo de estudiá lo dedicaban en componé, que es lo que da dinero -yo buscaba ejemplo pa que se diera cuenta de que lo de estudiá tiene meno futuro que la yogurteria de la calle Rosa.
-Estoy reorganisando mi vida, estoy buscando nuevo ojetivo -dijo él, em plan escritó de novela en paro.
- ¿Y cuále son eso ojetivo? Dejarte la vista en unos libro que no te van a enseñá ná que no se aprenda en la calle. ¿En qué libro de eso que tú estudia te esplican como echá unos lanse o el momento pa meté el trío en un pasodoble? En ninguno. Porque no hay mejón escuela que la vida, no hay mejón universidá que la calle.
- Ya opá, pero en la universidá de la calle ya tengo yo el dostorao. Ahora quiero prepararme los finale y las que no pa sestiembre porque quiero pasá el curso limpio.

¿Prepararse los finale? me dijo como si fuera Pau Gasol, o el Cádi contra el Cartagena. ¿Pasá el curso limpio? Mi Chari escuchó hablá de limpiesa y vio que ese era su tema.
- Po yo siempre te he dicho que te duche, como poco, una vé en semana pa que pase el curso limpio. Asín que no sé qué tiene que vé eso con la biblioteca.
- Amo a vé, omá, opá. Es que quiero que no me quede ninguna pa terminá por fin la Eso y empesá el año que viene el Bachillerato.
- Pero ¿el Bachillerato ya no es obligatorio, no? -le pregunté yo alarmao ante las notisia que me venían. Mi hijo como un vulgá empolló, de los de gafa pasta y pelo engominao- ¿que va a estudiá una cosa que no es obligatoria?
- Sí, opá. Quiero empesá el año que viene el Bachillerato porque me he enterao que la Junta va a dá 6000 leuro a los que hagan el Bachillerato y no suspendan ninguna.
- Aro, y tú te lo ha creio -le reproché yo enmientra que mi Chari ponía cara de tranformá 6000 leuro en cartone de bingo.
- Que sí, que lo he visto en el periódico. - Y me puso en el ordenadó esta página del Diario y ya se sabe que si lo dise el Diario es verdá-. Con ese dinero me vi a comprá la amoto, me hago un tatuaje en el tobillo y me pongo el pirsin en la seja, que estoy jartito de que tos mis colega tengan uno y yo no porque no me lo paguei.

Entonse yo pensé que iguá tenía un hijo estudioso. Con la vergüensa que me da a mi eso. Pero bueno, si le sigeun dando dinero iguá hase hasta la selestividá, que por lo visto ya el esamen es má fási que preguntan por la Bibi. Y a lo mejón entra en la universidá. Y si por estudiá el Bachillerato te dan 6000 leuro por la universidá te tienen que dá un buen perraje. A lo mejón, entre una cosa y otra, con lo que cotise, ya lo tiene ganao pa la jubilasión y le da hasta pa cogerse una baja tal como salga de la universidá.

Enmientra que yo le daba vuelta a esa idea, mi Chari freía las papa pal almuerso con otra cosa rondándole la cabesa. ¿De qué coló saldría el niño de mi Sergio y la Bicho?

2 comentarios:

Borja Cegato dijo...

El abuelo Carmelo, que montón de cosas le enseñarías a tu nieto o nieta.
Un saludo al futuro abuelo,si se confirma el retraso.

Anónimo dijo...

Los hijos no dan más que disgustos. ¡A quien se le ocurre!....... ¿estudiar?. Mejor que se dedique a procrear que si la bicho es como tú dices lo mismo le dan un premio por el engendro.

La de la fidelidá

Related Posts with Thumbnails

Busca lo ques quiera

Google

Los pó del Carmelo, calentito en tu correo

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner