Invitada 1: La Jefa

El primé invitao al sofá de mi casa pa vé las sesione del Carnavá tenía que sé alguien de envergadura. Alguien de nivé. Yo había pensao en Setapé pero está aprendiéndose tó los presio pa lo de Tengo una pregunta para usté. También pensé en el Mojama, pero estaba buscando las llave de Guantánamo y no podía vení. Asín que tuve que pidirle consejo a mi Chari:

- Dirle a tu jefa que venga -me dijo del tirón.

- ¿Mi jefa? Yo no tengo má jefa que tú, cariño mío -le dije pa darle cariño que entre su coro y mis analí carnavalesco mojo meno que el que toca el órgano en la Catedrá.

- Déjate de rollo, Carmelo. ¿Tú no va a escribí pa La Vó?

- Aro, mañana sale mi primé artículo -le dije yo mu orgulloso -mi artículo de presentasión en homenaje a Antoñito Martín.

- Po entonse tu jefa es la Jefa de La Vó y yo creo que tendría que traerla pa haserle un poquito la pelota y que te suban el sueldo.

Lo que mi Chari no sabía es que los de La Vó y yo no habíamo hablao ná del parné. Por disirlo de otra forma, que yo lo de escribí en La Vó lo estoy hasiendo de balde. Pero eso no se lo dije, porque cualquiera aguanta a mi Chari como se entere de que yo hago algo sin llevarme una compensasión económica. Vamo, sin trincá. De toas forma le siguí la corriente y con má mieo que vergüensa llamé a La Vó.

- ¿Me pone con la Jefa?

- Es que está ocupá. ¿Quién le llama? -me contestó una muchacha que debe sé su secretaria.

- Soy Carmelo el que... -pero no nesesité ni esplicarme, que del tirón me cortó y me dijo:

- Ahh Carmelo, si pa usté la señora está disponible.

Yo de nunca había hablao con la Jefa, pero me armé de való y la verdá que es una señora una jartá de agradable, mu corresta, mu educá. Una señora con nivé. Como la conversasión estaba siendo mu sercana me lansé y le dije:

- Yo sé que usté es má de opera y esas cosa, que es una señora culta, de buena familia, pero es que estoy invitando a personalidade a disfrutá de las sesione de carnavale en mi sofá en diresto por Onda Cádi y creo que sería un gran honó pa mi y pa mi Chari que fuera usté la primera en vení.

La verdá que yo la noté un poco dudosa, pero no me dijo ni que sí ni que no. Iba a mirá la agenda y despué me llamaría. Al ratito sonó el móvi. Era su secretaria. La Jefa estaba dispuesta a vení. Se lo dije a mi Chari y lo organisamo tó. Como venía la Jefa había que está a la altura. Ná de mortadela y patata Franjosé. Compramo jamón deshuesado y papa de Matutano de las de la bolsa negra. 

A las nueve lo teniamo tó dispuesto, aunque la Jefa llegó con un poquito de retraso. Había tenío poblema pa aparcá el Mersede y aunque la sesión empesó quinse minuto má tarde ella llegó con el pupurrí del coro de Miarmalandia, Los del nuevo mundo. Se quedó asombrá con el gachó pintao de asú que estaba en el medio del coro.

Estaba empeñá en que pusiéramo en la arradio la retranmisión del Falla de Radio Cádi no sé porqué, como era la Jefa, po no tuvimo má cojone que quitarle el volumen a la tele y escuchá a Carlo Alarcón y al Quique Lafuente y a otro chavalillo joven que no sé cómo se llama enmientra que sonaba la chirigota del Pepón El niño de las monja. Le hizo mucha gracia ver a "Don Pepón", como ella lo llamó, vestio de torero. A mi lo de Don Pepón me suena a Espinete, pero no quise ojetarle ná. En el pupurrí de la chirigota noté yo que se estaba aburriendo y le propuse que comiéramo algo.

Mi Chari sacó unos plato con el jamón, las papa, unas aseitunita y un poquito de melva canutera en conserva, pero de la buena, que la melva del Carrefú no ha visto el oseano má que en las afoto que le ponen por dentro de la lata. Lo hisimo en plan bufé, que yo sé que a esta gente de tanto nivé le gusta eso de comé de pie los aperitivito, enmientra estaba sonando la comparsa de Chiclana Los comecamino. La verdá que nos gustó mucho, aunque le tuve que esplicá la mensión a la comparsa de Los Hombre del Campo, porque ella de Nabucco y de Madam Buterflai lo que tus quiera, pero de Carnavá, un poquito meno.

Cuando salió el cuarteto del Morera, Los que esperando la sentensia se tragaron la penitensia, ya estábamo otra vé sentao en el sofá y nos reimo una barbaridá. Ella disía que eso era como el teatro de lo asurdo, un cruse entre una obra de Miguel Miura y la astuasión de Agustín Gonsále y Juan Diego. Yo no entendía la referensia aunque debe sé que el teatro de lo asurdo es por vé a un toro de Miura delante del Chimenea y un gachó que tiene dó nombre y no tiene apellio. Aunque ná má que la referensia al Agustin Gonsále el Chimenea ya me paresió un detalle presioso.

Toavía nos estábamo riendo cuando salió la comparsa del Bienvenido, Los trasnochadore. Le gustó mucho el pupurrí porque disía que utilisaba intrumento musicale con tendensia caribeña poco habituale en el Carnavá y esploraba rismo mestiso muy originale. Yo no sé qué quiría disí, pero me dejó clarísimo que es una mujé de una cultura mu vasta (con uve que sinnifica amplia y no con b que sinnifica cateta).

En el descanso mi Chari me llamó a la cosina enmientra que la Jefa siguía sentá en el sofá.

- Carmelo, ¿le va disí algo del sueldo? -me preguntó.

- Ahora, ahora. Cuando sea el momento -traté de ganá tiempo. 

- Cagueta, pa ti nunca es el momento.

Despué del descanso salió la comparsa de los Majara Perdimo el norte, vestio de chicuco. La Jefa se mosqueo un poco, le salió el alma de periodista que lleva dentro. Quería desnunsiá en la portada de La Vó esa referensia porque disía que era tráfico de influensia, que asín lo que querían era sensibilisá a Nuestra Señora recordándole a su tierra pa que le dieran un premio. 

Yo no quise contradisirla, pero el mosqueo se le pasó cuando vio a los viejo del Toté, La ruta del Colesterol. Se rió con aquello viejesito hasiendo ejersisio y, sobre tó, cuando salio el monitó de arobis que dise que le recordaba a un crítico de arte que ella conosía.

Cuando llegó la comparsa de Córdoba Los del más "pallá" mi Chari me volvió a llamá a la cosina. Entonse ya me tuve que armá de való y esplicarle que los de La Vó no me habían dicho ná de pagá. Y a mi no me importa, porque yo eso lo hasia por amó propio, por orgullo. "Orgullo, ni orgullo, se están cachondeando de ti".

 

En el parón entre la comparsa y la chirigota mi Chari se dirigió a ella pa vé si le sacaba algo:

- Po mañana sale la colusna de mi mario en su Diario -malamente empesaba mi Chari llamando diario a La Vó.

- Sí. Y la verdad que estoy contentísima de que don Carmelo haya aceptado, porque yo soy una auténtica seguidora de sus blogs.

- ¿Enga ya? -dije yo sorprendio.

- Por supuestísimo. Yo fui la que le dijo a don José Landi que le mencionara en El Maestro Liendre y a don Francisco Fermin Apaolaza que lo entrevistara.

Y en ese momento, como por arte de magia, salió el Chapu por la tele en el palco que tiene La Vó en el Teatro.

- ¡Irá el Chapu! Ahora que estábamo hablando de él.

- Un día. Si ustedes quieren, don Carmelo y doña Rosario, le invitaremos a nuestro palco. Pero don Carmelo se tiene que afeitar porque en el palco de La Voz no se puede entrar de cualquier manera.

Mi Chari estaba un poco descreía, de lo del palco y de lo de que la Jefa leyera mis blós. Sin en cambio nos dejó con la boca abierta. En el segundo cuplé de Un porte, dó porte, las casta quien no aporte, me dijo que ese chiste lo había utilisao yo en mi analí de Los menda lerenda del Carnavá de Carmelo de preliminare del año pasao. Lo miré y llevaba rasón. Mi Chari se queó con la boca abierta y no se atrevió a disí ná de parné en tol pupurrí.

Hasta que no acabó la chirigota no se fue porque ella es sobre tó una señora corresta y educá. Nos dio las grasia, me dio recuerdo pa mi Sergio, la Vane, la Cacelin y hasta al Angelin. Mi Chari quedó encantaísima con ella. "Carmelo, tú sigue escribiendo pa su periódico, aunque no te paguen, que ahí hay mucho nivé". Y esta mañana hasta se ha levantao temprano pa comprá La Vó y ha recortao la colusna con mi afoto. Se la va a llevá el marte a la plasa cuando vaya a comprá pescao pa presumí en el barrio.