Nuestra Señora y Marti

Tengo un cabreo má grande que la tranca de Nacho Vidal. Má grande incluso que el ego del Trujillo. Toavía má grande que la vena de la Petrolio. Tengo un cabreo monumentá, una indisnasión que no me cabe en el cuerpo y me sale por los poro de mi piel en forma de sudore frio y odio reconsentrao. Y mira que yo no soy de odiá, que por mi forma intrínseca de sé, me gusta mucho má da cariño que da odio, pero es que hay cosa que son intolerable y, por tanto, no se pueden tolerá.

Es que hay mucha maldá en este mundo. Demasiá. Y yo a vese me siento má fuera de sitio que Maradona en el proyesto Hombre. Veo y oigo cosa que no me puedo de creé por mucho que las leo y las escucho, pero resulta que son verdá, que hay mucha gente mala por ahí que sólo buscan hasé daño.

Y es que hoy me he enterao de que los etarra querían matá a Nuestra Señora. Se descubrió por una gachí que estaba estudiando en Cádi Navale y la pulisia se coscó porque la gachí era de Vitoria y en Vitoria no hay ni la playa de La Vitoria, que esa es de Cádi. Totá que la Pulisia entró en su casa y le encontró un montón de afoto de Nuestra Señora. Pero no era porque hubiera comprao el Diario del domingo. Era porque estaba hasiendo un siguimiento personalisao de Nuestra Señora pa atentá contra ella y haserle mucha pupita. Tenía dato reservao e, incluso, según alguna fuente tenía afoto del mario de Nuestra Señora, que eso sí que es una cosa difísi de consiguí y demuestra que Le estaba hasiendo un siguimiento mu peligroso.

¡¡Querían cargarse a Nuestra Señora!! Los hijo de la gran puta. La mancha de cabrone, esa. Querían cargarse a alguien con carisma, a un personaje importante. Querian hasé daño, porque no les bastaba con cargarse a Chave. O a Rafalito Román. No. Ello querían hasé daño de verdá. Querían cargarse a la mujé que lleva el timón de la trimilenaria con esa habilidá suya y esclusiva. 

Esto es un movimiento de envidia que por la parte del Norte de España se está empesando a desarrollá en contra de la gente de Cádi. Primero fue la gachí esa catalana que no merese la pena que ni recuerde el nombre, que se metió con el asento de la gente de Cádi como si a ella se le entendiera mejón. Cuando quiera me la llevo a la calle Lubé a vé a quien entienden mejón, si a ella o a mi y de quién se rien má.

Y ahora viene esto de los vasco que quieren mandá a Nuestra Señora más pa allá del Río San Pedro. Aro, como ello tiene al Ibarreche ese que es má lasio que un bocadillo de lechuga po tienen envidia de que nosotro tengamo a Nuestra Señora que nos quiere tanto, tiene tanto arte y tanta capasidá pa sé la mano que mese la cuna de la libertá.

Pero no podrán con Ella. Porque Ella es inmortá, como la comparsa del Aragón, por mucho que se empeñen los etarra. Y no porque sea tan blanca como Drácula, sino porque no habrá quien le mate. Porque si le disparan, Ella esquivará las bala. Y si le ponen un coche bomba, no le cogerán porque Ella va a tos lao andando. Y si le atacan con machete, cuchillo y navaja Ella desarmará a tó los terrorista, los detendrá, los jusgará y hasta los meterá en la cárse. Y sólo un día, cuando ya sepa que Cádi se queda en buenas mano, vendrán cuatro ángele vestio de asú y amarillo a llevárseLa al sielo.