En mi casa hay ojeto que pa mi son fundamentale y otro que me produsen una sensasión má desagradable que vé a Pacheco con la camiseta del equipo de la localidá (ojo, que no he dicho pueblo, pa no molestá) de la que fue alcalde durante una pila de año. Por ejemplo, yo no podría desiro el coló de la tela que cubre la tabla de planchá que hay en mi casa. Tampoco conosco el fondo del sesto de la ropa susia, ni donde está guardao el detergente o el fairy. Sí me sé el coló de la puerta del mueble de las herramienta, pero prefiero no recordarlo.
Por el contrario, entre mis cosa favorita en la casa, está el frigorifico del que saco las servesita mu, mu fresquita o el mueble bá del que cogía la botella de ginebra que me regalaba mi hermano Lui por mi cupleaño y que iba rasionando en cubata diario durante un período másimo de un mé. Pero eso eran otros tiempo antiguo. Aún asín, ante que el mueble bá y el frigorífico, yo prefiero mi sofá.
De mi sofá sí te puedo disí el coló, la forma de los cojine, la longitú que tiene en palmo, su posisión en relasión con la tele, las mancha que tiene el techo a su altura... Y es que yo he pasao muchas hora en mi sofá. Este es el segundo sofá que tenemo en mi casa. El de ante era de esa tela que aunque tiene un nombre mu bonito (Es Cai), no te dejaba echarte tu siestesita en verano porque con el sudó te queaba pegao en los cojine como si fuera velcro, y ná má que apoyaba la pierna desnuda y se empesaba a sudá que salían chorreone de debajo la rodilla y tol sofá empercochao. entonse llegaba mi Chari y le largaba su peaso sábana por ensima pa cubrí el Es Cai, me volvía a dejá de caé otra vé, pero la sábana se caía por un lao, se hasía arruga, te molestaba toa la parte de la cara. Fíjate cómo sería la cosa que yo muchas vese me tenía que levantá del sofá pa echarme en la cama.
Este sofá nuevo es puntero. Es de una telita asín coló cagá de paloma, pero, en comparasión con el de Es Cai, resulta una jartá de cómodo. La de documentale de la dó que nos habremo tragao los dó junto y enmientra que la manti religiosa se cargaba al manti religioso mi cabesa se perdía por unos lugare alejao de aqué sofá, pero siempre dentro de Cádi. O las finale de Carnavá que yo empesaba sentaíto, mu tieso y en cuantito que se levantaba mi Chari o mi Sergio a cogé algo de la cosina ya estaba yo tó reboleao por el sofá y me hasí dueño y señó de las posesione territoriale como si fuera el presidente de Israé.
Ya tiene sus añito, pero sigue cumpliendo día tras día, tarde tras tarde. Fíjate si será viejo que yo creo que ya bemo pagao la última letra del sofá. Mi sofá y yo tenemo una relasión má que buena, es como Seuta pa los Borbone, aunque esté lejo, yo sé que siempre es mío. Sin en cambio, mi sofá tiene su momento y esto de llevá dó noche durmiendo en él, me está matando. Porque dormí duermo, pero tengo el cuello má rígido que el pibote que han puesto en la calle Plosia. Yo quiero dormí en mi cama, pero mi Chari no me deja. Y es que desde el día de los namorado hay guerra fría en mi hogá.
Comparsa El Brujo, ensayo general
Hace 5 años
3 comentarios:
Pero Carmelo pisha, a tí como se te ocurre, declararte públicamente a otra delante de tu mujé y a ella no decirle na de na en el día de los enamorados.
Tu es que tienes unos güevos como el caballo del ESpartero, lo que me extraña es que te deje los cojines del sofá.
Ahora ya sabes pishita, ajo, agua y resina(ajoderse, aguantarse y resignarse).
Y pide que no le dé por lavar los cojines estos días, que te veo cuidando la espalda durmiendo más duro todavía.
ja,ja,ja,ja,ja,ja,ja, Es que tu, es que tu,...
Lo que le dijiste a Cai se lo dices a ella cantandole un pasadoble de esos guapos del Ares o del Juancarlos y seguro que afloja.
Saludos desde el Bierzo
Ya lo ve, picha, mi sinseridá me pierde, pero ques quiere que te diga, por mucho que se mosquee mi Chari, yo no puedo dejá de queré a Cádi por ná del mundo.
Pero bueno, que no fue sólo por lo del pó que la que se lió en mi casa el día de los nonamorado fue chica. Ya lo contaré, cuando pueda girá el cuello.
Un abraso
Carmelo de Cádi
cuando salga sergio de noche, te pasás a su cama y cuando vuelve, alpiste perdiste, al sofá.
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