El Tony

El otro día estaba dandole candela al mando del ONO pasando de un caná a otro sin ná que me interesara cuando de repente, en el caná este de la Paramun Comedi a un gachó vestío con la camiseta del Cádi de pie contando pamplinas variada. Evidentemente, cuando vi a un gachó vestío del Cardi, del tirón dejé el mando quieto y me fijé. A este lo tengo que conosé yo... Pero si es el Tony. Antonio Rodrígue, más conosio como Tony el del Burguer o Tony el del chanda. Iralo, se quiere hasé famoso el cojone. ¡Qué arte!

El sábado pongo la primera cadena pa vé a lo del rey de la comedia y, sobre tó, pa de vé ese cuerpaso gaditano de Esté Arroyo, cuando de repente me vuelvo a vé al Tony vestío con la camiseta del Cádi (la de entrenamiento, esta vé) en la tele. Cojone, si parese el Sapatero, de lo famoso que se está hasiendo. Pa colmo, el lune estoy escuchando Radio Cádi a Carlo Alarcón, el pograma más gaditano de la radiodifusión mundiá, pograma que, por supuesto, yo no me pierdo casi nunca, cuando de nuevo entrevistan al Tony que va a astuá en el falla con lo de las noches de la paramun.

En verdá, al prinsipio, yo me alegré un montón de que el Tony esté hasiendose famoso, porque el Tony es un personaje auténtico de Cádi, un buscavida que en vé de carné de identidá tiene el carné del paro. El Tony dise que él fue el que se inventó lo de corré detrá del linié en preferensia (seguro que lo habei visto en la tele alguna vé). Yo no me lo creo, porque del Tony hay que creerse la mitá de la mitá, pero na má que inventarse que eso se le ocurrió a él ya tiene mérito. Y si se le ocurrió, po doble mérito pa él.

El Tony tenía el único burguer que yo he pisao en mi vida: el marcao pa toa la vida, en pleno barrio de la viña. Allí los bocadillo tenian nombre de copla de carnavá, de autó o de comparsa: un Quiñone, un Encajebolillo,... y asín. Ademá, allí nos juntabamo un montón de carnavalero auténtico, de los de verdá, no de estos figurita que van y se llevan los premio. No. Nos juntabamo las carnavalero que salimo to los año y no hemo pisao ni una vé la finá del falla. Como el Tony, que es el numbero uno contando embuste y pamplina pero en su vida ha salio en una chirigota buena.

Como he dicho, yo paraba en su burguer una jartá. Vamo que alternaba entre el bá del gordo y su hamburgueseria. La de vese que le habré ayudao yo tomándome el último restito del barrí de servesa que nadie quiere, o jalandome un bocadillo de eso que hasia él, pero sin hambre ni ná, solo pa que tuviera algo que hasé. Totá, que como nos conosemo desde hase tiempo que eramo uña y carne, me fui a buscarlo a pedirle un par de entradita, pa mi y pa mi Chari y asín la sacaba al Falla que a ella le gusta mucho el templo de los ladrillo colorao.

Ya empesamo mal cuando lo quise conviá a una servesita y me dijo que no, que solo cocacola. ¿Sin aliñá?, le pregunté, y me respondió que no, porque el equipo del pograma se lo tenia pohibio. Totá, que le dije que lo habia visto por la tele, que era un figura, un tio de Cádi, que me alegraba un montón por él, que me reía con sus pamplina y que habé si tenía dos entradita. Y me dijo que no, que las pagara, como tol mundo.

Será cabrón, el Tony. Si es que lo que yo digo, que la gente sale dó vese por la tele y se le sube la fama a la cabesa. Y lo del monologo, yo lo he visto por la tele y no vale un duro. Na má que sabé meté cosa de carnavá pa hasé reí por ahi fuera, pero claro, eso en Cádi lo tenemo calao. Por eso asqui se va a comé un mojón. Por cabrón. Y por no acordarse de los amigo y reglarme un par de entrada. ¿Qué trabajo te biera costao, Tony, picha?