La entendia

El día de los difunto aproveché la mañana pa ir a pescá un rato. He visto en el Viva Cádi que hay una jartá de gaditano que tiene lisensia pa pescá desde tierra y debo asvertí que yo no soy uno de ello. Ni que fuera yo Jeims Caña con lisensia pa pescá. Yo echo unos lanse, me echo pa trá y si vienen los del Seprona, esa caña no es mía.

Como casi siempre que salgo a pescá lo único que consiguí fue echá la mañana y cogé un poco de frío, que ayé entraba el poniente y que el poniente es fresquito es algo que en Cádi saben hasta los niño del colegio de Argantonio, con tó lo pijo que son los pare y los niño del colegio Argantonio. De vuelta a casa hise la paraita reglamentaria en el bá del Gordo pa tomarme un refresquito de sebada, de los que a mi me gustan y se vaya al carajo el Aquariu, que pal deporte no hay ná como la servesa. Porque la pesca es un deporte. Si lo es el ajedré, no lo va a sé la pesca.

Estaba yo tan tranquilo en el bá del Gordo con mi servesita en la mano, de barrí por supuesto, cuando se coló una muchacha en el bá. La verdá que ni el Gordo ni sus habituale estamo mu acostumbrao a que nos visiten gachise. Esensialmente las que vienen son las parienta pa sacarno de allí por las oreja. Pero esta vé entró una muchacha que no era parienta de nadie. Al meno de nadie que yo conosca y no creo que sea de nadie que tenga ojo en la cara, porque la gachí era fea como pegarle a un pare con un calsetin susio. Normalmente, si en el bá del Gordo entra una gachí de meno de trenta año, algún piropo se lleva de uno de eso caballero gaditano que copamo la barrá del bá, pero esta no se llevó ni un piropo. Como mucho se habría llevao un gargajo.

La chavala era meno fea que la Bicho, pero era fea. Gorda y una mijita desgarbá tal y como entró y la vimo tos giramo la cara y nos volvimo a nuestras cosa como si estuviéramo una jartá de ocupao. A los dié segundo noté un toque en mi espalda.

- Hola, ¿tú eres Carmelo? -me dijo con asento de no sé de Cádi.
- Sí -dije yo con la mayó de mis desgana. Es que a mi no me gusta que me distraigan cuando estoy tomándome una birrita, y mucho meno si es una gachí fea y que no es de Cádi.
- Es que he aprovechado para conocer Cádiz durante este puente y ya que estoy aquí, quería hablar contigo de un par de cosas -me dijo. El Angelin, que estaba allí a mi lao se separtó un poquito en plan, "a mi no me meta en esto, que se ve que te la van a dá mortá" y en la barra el Gordo gritó "Anda, Carmelo, otra fans". Alguien en la barra dijo, "pero esta no está preñá, esta venia gorda de fábrica" y el Gordo se encaró con el gachó, porque el Gordo le tiene mucha sensibilidá al tema de la obesidá. Por empatia, má que ná.

- Yo no sé porqué tú le tienes tanto coraje a Juan Carlos.

- ¿Yo? ¿Coraje a Juan Carlo? -pregunté sorprendío. Sorprendío de que me fuera a caé la bronca y sorprendío de que me fuera a caé por Juan Carlo. Que yo al Aragón lo tengo por uno de los grande. Toavía si fuera mi Chari...

- Sí, Carmelo. La verdá es que le da mucha caña. Te gusta mucho tirá por tierra a Juan Carlo -el Angelin se aliaba con la gachí de afuera.

- ¿A que sí? -dijo la forastera-. Yo creía que era porque como Juan Carlos te echó de su comparsa. Pero es que tú no eres ese Carmelo. Así que no sé porqué eres tan injusto con Juan Carlos, porque él es un poeta de verdad.

- Si a mi el Aragón me gusta. Me gustaba, más bien, porque en los artista estuvo pa pegarle dó babuchaso...

- ¿Ves? Siempre atacándole. ¿Cómo no te pudo gustar ese pasodoble a la muerte? Poesía pura de poeta comprometido y con una sensibilidad especial para retratar el lado más oscuro de la realidad. O el pasodoble a la cama. La lírica puesta al servicio de una idea sencilla pero a su vez compleja. Un visionario del pasodoble de comparsa. Un renovador.

- Hombre, a la muerte lleva Quiñone cantándole una jartá de año. Y le llamaban triste -ataqué yo un poquito.

- ¿Quiñones? Quiñones es un mediocre -dijo sin pestañeá la gachí-. Quiñones no hace poesía, para él poesía es rimar Cai con hay. No puede ser uno de los grandes alguien que escribe en un pasodoble "y se ha puesto a convivir, sin ningún papel firmao..." como dó maría en la plasa.

- Es que Quiñone es la sensillé del pueblo de Cádi -dijo el Angelin que no le gusta que tiren por tierra a los comparsista que llevan tanto año-. Juan Carlo está bien. Pero Quiñone también.

- El problema es ese. Que el nivel de la gente de Cádiz es muy bajo para entender las metáforas, los anacolutos y los pleonasmos en los poemas de Juan Carlos. Porque Juan Carlos no hace coplas, hace poesía cantada.

Despué de eso yo debería habé dejao de hablá con la gachí y haberla mandao pa su pueblo, pero el Angelin le dio carrete, y lo que vino despué no mejoró lo anterió.

- Es verdá que Juan Carlo es mu bueno. Ha hecho grande cosa como Los ángele caido, Los Yesterdey, Kadi Sity, Araka...

- Los paria, Los inmortale, Los comparsista se la dan de artista... -añadió la entendía-. Porque los comparsista se la dan de artista era una comparsa para la final y no los trasnochadores. Que eso no se sabía si era una comparsa o una chirigota. Además cantando, como cantan, que ni se les escucha. Un buen contralto les hace falta.

- Amo a vé, bonita -le dije con toa la guasa que pude-. Los trasnochadore eran un peaso de comparsa y conservan alguna de las mejore carasterística de las comparsa de Cádi de toa la vida. Porque pa cantá bien no hase falta gritá. Y eso se sabe en Cádi desde los tiempo de Paco Alba. Aunque alguno lo haigan olviao.

- Es que yo no entiendo tantos rollos que teneis en Cádiz con Paco Alba. Pero si Paco Alba escribía pasodobles para niños. Que si la barquilla, que si el vaporcito, la guitarra española, la luna que tiene luz de plata,... que encima no era suya, que se lo escribió Pemán. Paco Alba está completamente sobrevalorado.

En ese momento me fui pa ella y me aguanté porque me aguantó el Angelin que si no se habría llevao una tragantá que se habría vuelto del tirón pa su pueblo la gachí. Pero como yo de siempre he hecho pasifista, de los que no le pegan ni al Imedio, po prefirí responderle.

- Escúchame un momentito. ¿Tú cuanta comparsa ha escrito?

- Ninguna.

- ¿En cuánta comparsa ha salio?

- En ninguna, pero...

- Calla y escucha, por una puñetera vé en tu via. Si es la última vé que vamo a hablá tú y yo. ¿Cuántos carnavale ha visto?

- Desde el año 99 no me pierdo ninguno por el Canal Internacional.

- Osea, que tú, por habé visto dié carnavale por la parabólica, te cré en el derecho pa vení asquí e insultá a unos poeta de Cádi sólo porque tú considera que Juan Carlo es mejón.

- Es que Juan Carlos es el mejor-la tía siguía erre que erre.

- No. Si se ve que tú sabe de esto. Sobre tó despué de meterte con Paco Alba. Anda, vete pa tu casa, métete en los foro, dí las barrabasada ques quiera, pero no vuelva má por asquí.

- Eso es lo que os pasa a los gaditanos que no sabeis dialogar sobre Carnaval. Ni tú ni los administradores del foro del carnaval.

- Niñata, es que Cádi es la cuna de la libertá. Pero hasta la libertá tiene sus límite y lo que tú ha hecho ha sobrepasao tó los límite.

Tuvo que salí el Gordo de la barra y echá a la gachí porque a mi es que me se estaba subiendo hasta la tensión. El mal ratito que yo pasé con esa entendía insultando a los carnavalero. Que no digo que no me viniera bien conoserla en un día como ayé. Porque grasia a ella me llevé tol día de los difunto acordándome de los muerto. De los suyo, en concreto.