Nombre

La elesión del nombre de un hijo es una cosa una jartá de importante que puede marcá su destino. Por ejemplo si a ti te se ocurre ponerle al niño Bori, ya sabe que si no es tenista, es parguela. No hay má posibilidade pa los que se llaman asín porque ese no es nombre de medico, ni de periodista,...

Creo que ya os he contao que por ejemplo pa ponerle nombre a la Vane hubo siertos poblema en mi casa porque mi suegra la quería llamá Paloma, Blanca o Rosío. La hija de puta llegó a proponé hasta Macarena pa la niña. Yo, sin en cambio, queria que se llamase Charito (como su mare) o Carmela (como su abuela). Al finá llegamo a ese acuerdo que supuso llamarla Vane.

Con mi Sergio también repetimo poblema. A mi me gustaba como nombre Antonio que asín me garantisaba una mayó repercusión carnavalesca, que los Antonio llevan dominando el mundo del Carnavá desde hase mucho. Ahí estaba Antoñito Martín y despué Martine Are... La trilogía de Antonio no se podrá serrá con Antonio Gome por culpa de mi Chari que se empeñó en llamarlo Sergio por el barba de Sergio y Estíbali. Que era lo que yo disía, si es por barba, porle Antonio por Antonio el Alemania. Pero al finá se salió con la suya. Casi mejón porque las osione de mi suegra eran Gonzalo, Pelayo y Rodrigo. Vamo como si mi chiquillo fuera a reconquistá España montao a caballo sin sabé que mi Sergio lo má serca de un caballo que iba a está era en la plasa pinto con una caballa con piriñaca que es que el gachó se puede comé una dosena sin inmutarse.

Es que hay nombre con malas idea. Fite tu, por ejemplo, en Nuestra Señora, con tó lo que yo las quiero a Ella, pero su pare el día que le puso Teófila se notaba que se había levantao cabreá porque la niña no le había dejao dormí en toa la noche. Despué están los nombre con rima que son mu peligroso en Cádi. Si tú te llama Mariano, ya puede ir reconvirtiéndote en Mario asquí en la capitá del cachndeo, porque si no tiene la rima hecha durante toa tu via.Y si te llama Gustavo, mejón que te vaya al registro y te cambie de nombre.

A mi lo que me se da fatá son los nombre compuesto. Yo soy incapá de distinguí a un Jose María de un Juan Antonio de un José Luí, de un Juan Manué... Sólo distingo a los Juan Carlo y porque me acuerdo siempre de uno de los dó que conosco, el de las moneda y el Aragón. Porque esa es otra, que parese que los nombre imprimen caraste, pero hay está el ejemplo de Juan Carlo. En su contra, el ejemplo de Pá, que hay tenemo a la Pá Padilla, a la Pá Vega y a la Pá Santana, a vé cuál está mejón de las tré, aunque yo me quedo, de toas forma, con la Padilla, que es de Cádi y, sin que se entere mi Chari, asquí en flojito, sigue siendo la musa de mis sueño.

De tos modo, es verdá que en Cádi la mayoría de las vese los nombre son un ostáculo inservible. Asquí en Cádi tos tenemo un mote que nos distingue y no hay una pandilla gaditana que no tenga un chino, un canijo o un cabesa. Asquí mismo tenemo nuestro chino, nuestro Canijo y de cabesa puedo hasé yo mismo que también voy bien despachao de mollera.

Sin en cambio, hasta hase unos día yo me sentía bien orgulloso de mi nombre. Me daba poblema con el Carmelo que salía en los Yesterdei, el Carmelo de la comparsa de Quiñone pero era el mismo nombre que mi mare y que un gran jugadó del Cádi de los año ochenta, el Bekenbaue de la Bahía. Eso fue hasta que me he enterao que el hijoputa que le pegó el botellaso a ese gran portero que se llama Armando también habia sio bautisao como Carmelo.

Como desagravio pa ese vasco que se hiso má de Cádi que el mismísimo Beni, yo le sedo mi bló a su nombre y hoy y solo hoy, el Bló de Carmelo será el Bló de Armando porque hay vese que uno se arrepiente de llamarse como se llama.