La entrevista

Ayé hubo reunión familiá en mi casa y por eso hise rabona y no os conté ná. Vino tol mundo pa despué ir a vé el Resusitao y empujá la furgoneta de regreso pa San Antonio, pero al finá ni hubo furgoneta ni ná, con las gana que tenía yo de vé a ese Cristo con la banda tocando la marcha prosesioná "A ti Nisan Vané".

Totá que ayé hubo almuerso en mi casa con to la patulea. Estábamo mi Chari, mi Sergio, la Vane la Cacelin y yo y vinieron mi hermano Lui, su mujé y los niños, mi cuñao Angelín y mi suegra. Lo bueno de estas reunione es que puedo comé y bebé lo ques quiera sin que mi Chari me esté vigilando, pero lo malo es que despué me salen por un pico porque estos cabrone no ponen ná de su parte. Mi hermano Luí se cuela siempre con una tortilla que ha hecho la Rosi que la hijalagranputa le sigue echando sebolla a pesá de que sabe que a mi no me gusta con sebolla, que la tortilla de papa de Cádi no lleva sebolla. Po ella dise que a mi hermano le gusta con sebolla de cuando hiso la mili en Segovia, y no hay manera de que le quite la sebolla a la tortilla. El Angelin se trae siempre una botellita de Barbadillo pa calentá la garganta, pero no compensa porque en alcó el nota se bebe en una sentá esa botella y un barrí entero. Y despué está mi suegra que, por supuesto, no se trae ná.

Sin en cambio, el gasto de ayé lo tengo por bien empleao, y no porque me pillara una tajá de categoría uno puntuable para el Gran Premio de Escosia, sino porque disfruté de mis sinco minuto de gloria, que má que sinco fueron toa la tarde. La cosa fue que cuando ya estaban tós allí esperando a que mi Chari sacara la olla de menudo que ayé se acababa la vigilia, dije yo, asín como quien nos quiere la cosa, pero lo sufisientemente fuerte pa que los siete se enteraran: "Esta semana no sé si podré, porque tengo que quedá con los de La Vó pa la entrevista".

La Andreita se quedó asín como los ojo abierto y se fue corriendo pa la cosina. "Tata, tata, ¿es verdá que al tito Carmelo le van a hasé una entrevista?" Mi Chari, que ya llevaba el gran peró de menudo entre las mano y que, por otra parte, era la única que lo sabía porque tuve que pedirle permiso pa que me dejara meté al afotografo en casa (permiso que, por supuesto, me fue denegao) asintió, ques quiere disí que dijo que sí, pero en fisno: "Sí, le van a hasé un reportaje en La Vó por lo del bló".

En ese momento se hiso un silensio espestaculá en mi salón como si el Castellón biera marcao el sero uno en Carransa en el minuto ochenta y siete. O como si sonara el punteao de la comparsa de Juan Carlo en el Falla. Tós me se quedaron mirando como si fuera la Pataky en tole en La Caleta hasta que por fin mi suegra rompió el hechiso del momento pa disí: "Vaya tela, los periódico. Menos má que yo no he comprao nunca ninguno, porque si llego a sabé que con mi dinero te pagan una entrevista". "No, señora, que la entrevista es de grati". "De grati. Desde luego, porque habría que sé carajote pa pagarte a ti por las pamplina que va a contá. Peó toavía, hay que sé carajote pa entrevistarte a ti. Al meno lo pondrán en la parte de Necrológica, ¿no?" Yo sé que lo de discutí con mi suegra es una pérdida de tiempo, pero no estaba dispuesto a que me arruinara el instante mágico. "No, va en la parte de Vida y Osio". "Es lo má indicao, porque tú vive del carajo, y está tol puto día de Osio".

La Cacelin que veía la situasión de apuro en que me estaba metiendo y que también tiene un poco atravesá a mi suegra que va disiendo por ahí que la americana esta es mu rara que cree que quiere tema con su Vane intervino pa salvarme. "La Vó es periódico moderno, con apuesta por mundo sibernético". A lo que mi Segio matisó "Aro, aro, gran apuesta por el mundo sibernético, yo no lo compro, porque lo leo por interné que pone lo mismo, pero de grati", enmientra que no apartaba la vista del escotaso que traía la yanqui. Se ve que la relasión de mi Sergio con su cuñá tiene alguna tiranté, sobre tó en la parte del perní del pantalón de mi Sergio.

La Andreita, que está un poco osesioná con su tocaya, la hija de la Belen Esteban y el de Ubrique me se quedó mirando con los ojo tó grande como la difunta de la bandera de la Plasa Sevilla y me dijo. "¿Y va a ir al pograma de la Ana Rosa? ¿Y va a conosé a Belén Esteban? ¿Y va a ir a la boda de la Belén Esteban? Llévame, llévame, llévame". "No, hija, no voy a ir a esos pograma, pero si voy no te procupe que te llevaré".

El Luisito también se quedó flipao con la notisia de que a su tío le fueran a dedicá una página entera en La Vó. "Opá, el tito Carmelo se va a hasé famoso. ¿A ti por qué no te hasen una entrevista?" Era un golpe bajo en el orgullo de mi hermano que se quedó como si fuera un rivá de Kis Betún en pleno combate.La Rosi le dio un poco de osigeno "Luisito, picha, tu pare está mu ocupao con sus cosa, como pa perdé el tiempo con una entrevista". Mi hermano se recompuso como si no biera escuchao a su chiquillo y dijo en vó alta "Me alegro, Carmelo, por tí, picha. Pero eso de que sea en La Vó es lo chungo. Si fuera en el Diario seguro que teveía má gente". "Ya Luí, picha, pero es que el Diario tiene otro nivé. Ademá, que si fuera del Diario no habría asestao, porque lo bonito es que me van a hasé la entrevista el Chapu y el Pepelandi". Yo dije esos dó nombre lleno de orgullo porque consedé mi primera entrevista a unos fanes de mi bló es un honó, pero se ve que mi familia no está familiarisá (valga la redundansia) con el mundillo periodístico gaditano. "¿Quién carajo son eso?", dijo mi hermano, "¿no te va a entrevistá el viejo de la última página?", preguntó la Rosi, "vaya tela, yo creía que la entrevista era con Pére Sausi" replicó ya os podei imaginá quien.

Entre charla y charla nos jamamo toa la olla de menudo. Sin en cambio, enmientra comiamo yo me daba cuenta de que mi cuñao Angelin estaba mu serio, como triste. Dó cuchará de garbanso y poco má fue lo que comió y en la prolongasión no pasó del tersé cubata. A este le pasa algo, pensé. "Angelín, picha, ¿qué te pasa?" Y Angelin, con lágrima en lo sojo, como yo no lo he visto nunca, me se abrasó y me dijo: "Carmelo, te va a hasé famoso y te lo merese, porque tú vale mucho. Pero no nos olvide, Carmelo, picha. No te olvide de tu gente, que te llevamo asquí dentro" y en mientra se daba golpe en el pecho a la altura del corasón. "Esto es solo el prinsipio, Carmelo, que tú vale mucho. Ira Martine Are, que empesó con Requiebro y ahora está hasiendo cansione pa Pastora Solé. Quisá ese no sea el mejón ejemplo, que Martíne Are era mejón cuando escribía carnavale... Pero piensa lo que te digo". "Angelin, no sea esagerao, si es sólo una entrevista". "Una entrevista ahora, y mañana una colusna toa la semana, y despué una tos los día, tu sesión en la arradio con Carlo Alarcón, tu pograma en la tele con Carlo Ordoñe,... Es sólo cuestión de tiempo, yo lo presiento". Y me dio otro abraso, de amigo.

Despué, cuando a las siete y media echó hasta la primera papilla en el sien montadito, me enteré que estaba tomando medicamento y por eso no le había sentao bien el Barbadillo. Por eso estaba tan raro. Y por eso disía tantas pamplina.