Re-gresando

Tanta agua nos va a volvé medio loco a la mayoría. Yo, por ejemplo, he puesto la tele esta mañana y en vé de las cacha de la Mariló Montero, me ha paresio vé a Paco Martíne Soria. Y despué Manolo Escobá. He apagao la tele del tirón, porque sin duda, el selebro me había cogio un poquito de humedá. Aunque lo peó no ha hecho lo mío. Ni siquiera lo del Richar el de 7 vida que ha dicho que en Cuba hay libertá. Debe sé que como los americano del Jeims Bon ha confundio Cádi con La Habana.

Lo peó ha hecho lo de mi cuñao Angelin que se ha colao este mediodía en el bá del Gordo con una propuesta totalmente irrealisable:

- Carmelo, tenemo que volvé al Carnavá -me dijo el tío.

- ¿Volvé? Pero si ya el Carnavá se ha acabao. En ná está asquí la Borriquita.

- No digo al Carnavá de este año. Me refiero al Carnavá como consesto. ¿Tú no echa de meno esas noche de gloria en el Falla? -me preguntó a modo de reto.

- Ome, yo es que noche de gloria en el Falla... No he tenio mucha que digamo. Yo he tenio noche en el Falla o mañana en la gloria, en el horno, concretamente -le contesté con la másima sinseridá.

- Pero, ¿tú no echa de meno cantarle a Cádi? ¿Partirte el pecho y la garganta en un pasodoble de eso que lloraba hasta los del Jurado Diario?

- Lloraban porque eran mu malo, Angelin, picha. Que el Cabesa hasía unos pasodoble que sí que meresían que el Niu Yor Taims le dedicara un articulito. Eran arma de destrusión masiva -le recordé.

- Pero eso no era culpa nuestra. Era culpa del Cabesa. Mi idea es volvé con alguien en condisione. Pa comerno por fin algo en el Falla. Nuestra primera finá. Carmelo, nuestra primera finá.

- ¿Nosotro? ¿Finá? Pero ¿con quién vamo a salí pa llegá a la finá? ¿Con el Bienvenido? -le pregunté en tono irónico.

- Por ejemplo. Seguro que nesesita dó hombre maduro pa hasé la segunda.

- Aro. Y pa alejarle a las piba. Enga ya, que con esa gente íbamo a está má afuera de sitio que el año que salió Subiela en la república gaditana que paresía el pare de la fila de alante -le contesté del tirón.

- Ira, po sería una solusión. Hablá con el Subiela pa que nos meta en la comparsa de Bustelo del año que viene.

- Amo a vé, Angelin, que no te entera. Que don Bustelo no va a salí con Subiela. Que él va a sacá la comparsa por su cuenta. Con su hijo y con la gente que a él le dé la gana.

- Tú tiene amistá con Bustelo. ¿Por qué no le propone que nos fiche? Aunque sea pa hasé la segunda. -Estaba claro que el Angelín se conformaba en ir en la fila de atrá pero en una comparsa puntera.

- Fichaje ni fichaje. Ni que don Bustelo fuera Monchi.

- Ese, presisamente, ese, no -me matisó el Angelín.

- Que no, que a don Bustelo no hay que ofreserse. Él te llama si cré que tú tiene el sentio del Carnavá corresto que él quiere predicá en su comparsa.

- Como la llamada del señó pa sé cura -interpretó mi cuñao.

- Máomeno -le corroboré yo, que quiere disí, por si alguien tiene meno vocabulario que Belén Esteban que dije que él llevaba rasón.- Ademá, que si me llama yo le digo que no. Yo no tengo nivé pa salí en la comparsa del regreso de don Bustelo. Como mucho pa llevarle la funda de la guitarra. Y a lo justito.

- No sea esagerao, Carmelo.

- Que no, picha, que mi momento en el Carnavá ha pasao -le confirmé yo-. Yo ya he quedao como Martíne Are pa comentá. O como Quico Samora, pa salí con el Santandé en los tablao.

- ¿Y con los Majara? -insistió el Angelin.

- ¿Los Majara? Anda ya, ir tó los día a ensayá a el Puerto. Y ademá, con uno que no se sepa las letra ya es sufisiente.

- ¿Y con Juan Carlo? Que seguro que cambia de grupo. Y un par de madurito alante, pal público puretón, seguro que le vendría bien.

- ¿Con Juan Carlo? Yo creo que nesesitaría siete mese de ensayo pa aprenderme la primera cuarteta del pupurrí. Ademá, que nosotro no damo el nivé físico. Que ahora eso de sali en una comparsa puntera no es lo que era. Que ahora hay que tené nombre y físico.

- Nombre tenemo. Que tú ere Carmelo el del bló y yo tu cuñao Angelin. Y físico también. O a vé quién es capá de acumulá má kilo en meno espasio que nosotros dó. ¿Qué te parese Tino Tová? En ese no despintaríamo por feo.

- No, hombre, que yo no soy capá de terminá un pasodoble como el de los malostrato de la viejesita, que me pongo a llorá ante.

- ¿Y con los carapapa? Ahí sale el Bati y peó que canta el Bati no cantamo nosotro.

- Con los Carapapa tampoco, que yo soy hipocondriaco y al segundo pasodoble ya estaba yo en el hospitá mandándome a mirá si yo padesco alguna de las enfermedade esa a las que le cantan.

- ¿Con Antoñito Martín? ¿Con Quiñone? ¿Con Nene Chesa? ¿Con Villega?

- Ira, con Villega me gustaría salí a mi, pero entonse, si yo salgo con Villega, quién sería Carmelo el de la comparsa de Villega, yo o el de la copistería.

El Angelin acabó desanimándose ante mis negativa. Pero es que es verdá. Yo ya no estoy pa salí con una comparsa de las puntera. Ni de las mala. Mi tiempo carnavalesco ha pasao. Nuestro tiempo carnavalesco ha pasao. Por mucho que insista el Angelin. Y por mucho que me dijera ante de volverse pa casa:

- Po yo vi a hablá con el Cabesa. Si Bustelo ha vuelto, él también puede volvé. Y si tú no quiere salí con nosotro po que te coma la envidia, derrotista.

- Bueno, si convense al Cabesa y hay un sitio pa mi, iguá, podemo hablá de mi regreso al Falla.

- ¿Ve? ¿Ahora sí? Al carro de los vensedore se sube tol mundo.

Asín que, el regreso del Carmelo a las tabla del Falla está en camino. Siempre que el Cabesa aseste volvé y encontremo a otros dose loco dispuesto a destrosarse la garganta y a destrosá muchos pare de tímpano.