Los llenopenas

El día tan bueno que hasía ayé en Cádi. Un poco fresquito, a lo mejón, pero se estaba tela de bein al solesito, con una servesita en la mano. Yo no hise mi visita dominguera a la plasa de Mina, porque yo, lo de está enjaulao se lo dejo a los bicho de Jeré. Me refiero a los del sológico, no vaya nadie a pensarse que yo estoy insultando a nuestros vesino, que desde el pasodoble de Los Santo, ha cambiao asolutamente mi disposisión con esos porejito.

Totá, que mi Chari no quiso venirse cormigo a la plasa San Antonio porque no se le ha pasao toavía el mosqueo que tiene por lo del bló del Carnavá. A ella que, enmientra que esté sonando una chirigota yo este tecletecletecleteando la pone negra. Entre eso y que le hago meno caso que Julio Pardo a su endocrino, po me la tiene sentensiá. Máomeno como los de las comparsa de por ahí, pero metía en mi propia casa. Yo le hago mimito y carantoña pero ella, ensiguia, me manda al carajo. Vamo, que llevo desde el sábado pasao a pan y agua. Y se podei imaginá como tengo yo ya la efervesensia. Aunque me da a mi que hasta que no acabe al concurso seguirá la cosa por el estilo.

Le dije que se viniera a dá una vuelta, pero no quiso asín que me busque al sustituto titulá. Al primé suplente que, en este caso, es el Angelín. Y buenos má que no vino mi Chari porque si no, se lía. Es que lo que no me pase a mi no le pasa a nadie.

Estábamo sentao los dó en un banco de la plasa de San Antonio, al solesito, evitando que los niño nos dieran un pelotaso que se derramara la litrona de Crúcampo que nos habíamo comprao aundo, de repente, me veo vení a una marabunta de chavale asín de lejo. Pa quein no sepa lo que es marabuenta, eso es como un montón, pero dicho en tono literario. Es que este bló tiene que alcansá un nivé, pa demostrá que no soy un analfabeto. Un poquito incluto, a lo mejón, pero analfabeto del tó, no.

Yo no sabía quiene eran, pero vi que venían pa mi y, aunque mi cuñao me propuso salí corriendo, quedaba má de media litrona y yo no dejo nunca una Crúscampo a media. De toas forma, me puse de pie por si había que salí corriendo, aunque con la edá de los chavale me habrían cogio ante que a un picoleto en Gibraltá. De toas forma, cuando vi a uno grandote que estaba en el medio ya me di cuenta de quiene eran.

- ¿Tú ere el Carmelo? -me dijo uno de ello, el que hasía de representante legá.

- Si es el Carmelo de la copisteria o el Carmelo el que salía con Juan Carlo, no. Pero si es el Carmelo el del bló, sí -respondía entre chulo y cabreao. Mi cuñao me miraba con la cara entre quien carajo son esta gente y, vamo a guannajarno pronto que asquí van a habé guantás y la mitá te las va a llevá tú.

- Tú ere el culpable de lo que nos ha pasao -dijo uno desde atrá, con vó de segunda. No pierden la disposisión ni cuando van por la calle.

- Tú convensiste al Fran pa cantá ese cuplé -remachó uno de la punta, con una vó como de ortavillita, pero ortavillita elegante.

- El Carmelo no tiene la culpa. La culpa es de vuestro poeta, por haserle caso -el Angelin trató de defenderme, como siempre suele defendé a la gente, echando la mierda pa otro lao. Ello contestaron con un murmullo como de asestasión, pero yo por ética y por educasión para la siudadanía tuve que salí a defendé al poeta.

- Llevai rasón, yo le di el varaso al Fran pa que sacara ese cuplé.

- Pero él no tiene la culpa de que mascarai letra -me cortó el Angelin otra vé esparsiendo mierda.

- Un poquito sí, porque estaba justito de tiempo -espliqué yo-. Pero lo del cuplé fue un bastinaso. Se quedó flipao tol mundo de que sacarai un cuplé en dó día. Hasta a Martíne Are le gustó.

- A Martíne Are le gusta tó -dijo uno, que por la posisión de las mano, yo creo que debe sé el guitarra.

- Sí, pero lleva rasón el Carmelo. Cuando acabó los de la Ser me preguntaron por el cuplé y me dijeron que había gustao mucho -dijo otro de ello.

- Y en el Diario disía que "se agradese el esfuerso de traer una letra tan actual, muy buen cuplé.

Pa que luego digan que los carnavalero no se len las crítica. Si hasta se las aprenden de memoria, como demostró el Dani,

- Sí, y la Vó dijo que Trá dó semana de ortavillita semitonado y dirertore orejizapatoso se agradesen comparsa cantaita como la de estos curandero. Originá y bien contruio pasodoble a la indiferensia de los matasano de la seguridá sosiá. Cuplé mu fresquito en el que alaban el asierto del Love y el Cabra con la chirigota la Falso, que lograron meté en el palco a Martinelare y Guancarlo a darse abraso...

- Entonse, ¿por qué nos bemo quedao afuera? -preguntó otro.

- La verdá que no lo sé. Sinseramente, porque estabai tela de bien. Con algunas cosita que mejorá, pero a mi me gustó mucho la comparsa. Tela de bien cantá, sin estridensia...

- La culpa es del Fernandi -me cortó el Angelin-. No vé que él era ortavillita de los de chillio, po no entiende las comparsa bien cantás. Él es de gallo en pasodoble, ¿o no se acordai de lo del Vapó? Tenei que irse a buscá al Fernandi y pincharle las rueda del coche.

- No, hombre, eso ya no está de moda, lo de pincharle las rueda del coche. eso era en nuestros tiempo, Angelin. Ahora es mejón los foro y poné a parí a tol mundo. Pero el poblema es que esto es un concurso y es el gusto del Jurao.

- Y este jurao era má clásico que Pepe el Caja -dijo otro de Los quitapena.

- Clásico no. Clásico soy yo, que me gusta Villega y Paco Alba. Esta gente son antiguo, de los de el que má chilla es el que mejón suena -corregí yo.

- Po se pueden ir preparando Los Santo -recordó el Angelin.

- Pero no pasa ná, chavale, ahora a disfrutá del Carnavá en la calle que es lo importante -le dije yo, con má falsedá que la desnunsiá entre Martíne Are y Juan Carlo, porque yo, en mi vida, he cantao en un tablao sin contratito previo. Pero como ahora está de moda.

Los chavale se fueron con sierta pena. La que ellos quitaban, po ahora tenían el depósito lleno. Yo me quedé pensando y tratando de rasoná por qué la comparsa de Los Quitapena se había quedao afuera. A lo mejón sí que tengo un poquito de culpa. Porque con el gafaso que yo tengo no me estrañaría. Despué de lo del penalty del Cádi en Alicante, lo de Chapu que me entrevistó, se partió una mano y lo echaron de Cádi, lo de Alaejo, pueblo al que mensioné y aparesió una gachí enterrá en una casa, lo de Juande Ramo, en el primé pó, que se llevó ese día un botellaso,... A eso había que sumá una nueva muesca en mi teclao. Otro al que le había metio el gafe: Fran Quintana y sus quitapena... Lo siento por los chavale.