La mejón semana santa del mundo

Estoy destrosaito, tengo el hombro con un moratón más grande que los contenedore nuevo que han puesto por la Avenida. Pero, sin en cambio, estoy contento. Mira que lluvió y que la orasión en el huerto se fue pa san serveriano con el huerto ya regao y tó. Y Afligido con unos impermeable que más que un paso paresía el barco del capitán pescanova. Mi Chari, que sale de mantilla en Afligido como lo hasía mi mare, llegó a San Lorenso medio llorando. Y eso que ni se mojó ni ná, ni ella ni el paso. Pero ya sabemo como son los nuevo esto que llevan Afligido, más previsore. Un chaparrón y le pusieron al cristo hasta una paduana, no fuera a cogé frio.

Pero la mía salió y yo he llevao a mi cristo hasta su casa sin que me dejara de ir más que en un par de rato, uno cuando me fui a tomá la servesita con el bocadillo de filete en el bá del gordo y otro cuando salí a meá y me despiste casi media hora. Pero a la recogida allí estaba yo, cargando como tiene que hasé un auténtico cargadó gaditano.

Pa mi partisipá en la semana santa de Cádi es la segunda mejón cosa que hago cada año (la mejón es salí en mi comparsa, por supuesto). Y es que la semana santa de Cádi es la más mejón del universo por muchas rasone.

La semana santa de Cádi, como las demá de Andalusía, es una semana santa alegre. Se ha muerto el Señó, pero nosotro nos lo tomamo a un poquito de fiesta. No es como en Filipina y esos sitio que encrusifican a la gente pa padesé lo mismo que el señó. Aquí sólo clavamo a los turista que se meten en algunos bare.

Tampoco hay los sufrimiento de otros pueblo, como en Estremadura que salen unos mushasho así como vendao de cuerda y con un maero en los braso como si la maestra los biera castigao por sé mu malo. O en el sitio ese donde se ponen tos a tocá el tambó al mismo tiempo. Con lo desagradable que es que le regalen al niño de tu vesina un tambó, po imaginate tol pueblo al mismo tiempo. En Cádi no. En Cádi es tó más bonito.

Tampoco se puede compará la semana santa de Cádi con esas semana santa de Castilla que son asín to lasia. Ni un mesio, ni una saeta. Tol mundo callao y te entran como unas gana de llorá. Yo es que cuando las echan por la tele las quito, porque me entra mucha pena y eso ni es semana santa ni es ná. En Andalusía son más espestaculare, con más sentimiento, con más tu ya me entiende.

Me podrán disí los lestore andaluse que no tienen la immensa e incomparable fortuna de sé de Cádi, que su semana santa es la más mejón. Po no. Mejón es la de Cádi. ¿Se puede compará acaso como van los paso en Sevilla, con los costalero dando pasito to corto, que parese que el cristo se va arrastrando? ¿O en Málaga, con to los porteadore por fuera del paso? En Cádi el paso parese que va andando, y que va andando solo, porque no se ve a los cargadore, na má que a los manigueta, con su horquilla marcando el compá del mesio y del isquierdaso tipico de Cádi.

Ademá, en Cádi no hay discriminasión sesuá y se permite a las mujere cargá los paso, no como en otros sitio. Aqui las mujere son iguale que los hombre y hay hasta una capatasa que ha sacao este año la lú y el agua, la muchacha, con una cuadrilla entera de mujere y el paso ha llegao y tó de vuelta.

Y si no fuera sufisiente con el arte de Cádi a la hora de cargá los paso, tenemo esas estampa incomparable de nuestra semana santa. Como el Domingo de Ramo con tó Cádi llena de palma. O esos vendedore de piruline de la habana delante de la crú de guia pa que te pueda distraé enmientra llega el paso. O los niño pidiendole sera a los penitente. O el Santo Entierro con rueda que más parese el coche muerto de los del ocaso. O ese regreso de la orasión en el huerto por la cuesta de las calesa, alejandose de Cádi, que va el paso solo, que un año de esto se baja hasta el ange y el cristo porque no se quieren ir de Cádi pa volvé a puertatierra. Tanto ha gustao en Cádi esa imagen del regreso de la orasión en el huerto por las puerta tierra que quieren sacá otra cofradia desde salesiano. Más lejo todavía. Pa que luego digan que los gaditano somos flojo. Aunque, te digo la verdá, en esa cofradia no salía yo de cargadó ni por tol oro del mundo.

Me vi a la cama, que estoy mu cansao y na má que tengo gana de dormí. Si esta noche ven a uno en candelaria con un hombro en canne viva, podei saludarme, pero no me dei palmadita en la espalda que tengo agujeta.