Carmelo E Té Té

Me lo encontré en la calle. Yo lo miré en silensio. La bolsa del Lí, profanó mis sentimiento.

Fue pura casualidá. Yo había ido a San José a comprarle un numbero pal sorteo del Niño pa mi Chari en Doña Manolita, porque dise que el de Aria se ha hecho el mal fario y que ya no quiere má numbero de San Juan de Dió. A mi lo del sorteo del Niño me parese el timo que tiene montao el gobierno pa llevarse el dinero que ha dao en premio en el sorteo de Navidá. Pero bueno, que esas cosa os la digo yo en confiansa, que si mi Chari me dise de salí de Cádi y asercarme a San José yo voy y me aserco.

Totá, que estaba yo en la cola de la lotería, cuando lo vi pasá y al ir a saludarlo me giró la cara como hasiéndose el laterá isquierdo del Gotebor clú de furbo. Crusarme asín con Martíne Are por la calle y que él no me saludara me dejó má rallao que el compas dic de Atune en el paraiso que tienen los de Canal Sú. Totá, que me fui detrá de él no pa espiá ni ná de eso, sino porque quería vé si es que estaba mosqueao cormigo por algo, que despué de lo de la otra vé de su asesó de imagen, no me gusta llevarme malamente con Antonio, que las querella las carga el diablo, y si no que se lo pregunten a los de la Cadena Sé.

Cuando lo vi me quedé estrañao como Juanelo despué de ganá un primé premio. Antonio se había puesto en la cola del Monte de Piedá que tiene Unicaja allí en San José. Me aserqué y le saludé con un poco de guasa:

- Bueeeeenos día.

- Carmelo, déjate de cachondeo que no tengo la perilla pa broma -me contestó con más mala cara que despué de escuchá el cuplé de Los Angele Caído.

- Que era cachondeo, Antonio, que tú sabe que yo te respeto. Y mi Chari te venera. Que tiene una afoto tuya con el palestino puesta en la mesilla y tós los 19 de cada mé le resa dó padre nuestro a Santa Rita pa que vuelva.

- Si me dieran un leuro por cada gachí que quiere que vuelva...

- No me diga que está chungo de dinero... -Entonse me di cuenta de endonde estaba y que llevaba una bolsa en la mano.-¿Qué lleva en la bolsa? -le pregunté. Antonio no me lo quiso enseñá, pero yo trinqué la bolsa del Lí y vi dentro el casco de La Trinchera. - ¿Esto qué es, Antonio? No me diga que va a empeñá el casco de La Trinchera.

Yo notaba que estaba triste. Antonio me rehuía la mirada, entre avergonsao y deprimio.

- Esta la cosa mu chunga, Carmelo, picha. Y esto es lo único que me queda por empeñá.

- Pero, ¿y la carrera musicá? -le pregunté y enmientra que hasía la pregunta yo mismo me daba cuenta de la respuesta.

- Carmelo, picha, que de mi primer y último sedé he vendio sinco copia y dó me las compró mi mare y la otra tu Chari. Si el otro día dí un consierto en el Gustoc y a la semana siguiente le cambiaron el nombre.

- Pero, tú está hasiendo cansione pa Pastora Solé, pa Rafaé.

- Eso no deja dinero, Carmelo. Esa gente se quean con tó y te dan las migaja. La música está mu difísi con lo del pirateo.

- ¡Qué curioso! Los pirata que tanto te dieron y que te han dejao seco.

- Ni que lo diga, Carmelo y lo peó es que no me se ocurre ná pa mejorá.

- Bueno, estuvo lo de la obra de teatro, que seguro que te dejó algo de dinero -le recordé yo.

- Que va, Carmelo, picha. ¿Tú sabe lo que se lleva Ramoni en dieta? Y despué que hubo que pagá cláusula de resisión a Juan Carlo... Un numberito.

La verdá que estaba chungo. Yo he asmirao un poquito a Antonio como poeta de Cádi que ha sido y es y me daba pena verlo asín. Tenía que ayudarlo.

- ¿Por qué no vuelve al Carnavá? -le insinué yo.

- Tú también Carmelo. Que yo dije que no volvería al concurso... Y no pienso volvé. Que yo seré pobre pero con disnidá, con palabra. A vé si tú te cré que yo soy Bustelo.

- Un respeto pa Don Bustelo, que es amigo mío y tuyo -le ojeté- que no lo tiraste al agua en el pregón. Ademá, que él no ha vuelto que él sólo le hase el pasodoble a Quiñone.

- Po yo ni hasé los pasodoble a nadie. Ademá, que eso no da dinero. Lo que da dinero es hasé una comparsa completa. Me acuerdo yo del año de Los Pirata, que aliqueté el cuarto baño con lo que saqué en la primera quinsena -recordó Martíne Are.

- Po prepara una comparsa.

- Que no, Carmelo. Aunque quisiera ya no me da tiempo.

- Pero si tú hisiste Los Volaore en una noche -le comenté recordando la entrevista que le dio a Carlo Ordoñe.

- ¿No me diga que tú te creiste eso, Carmelo? Estuve mé y medio pa hasé dó letra de pasodoble, que ya me se han osidao las musa.

-Y, aparte del Carnavá, ¿tú que sabe hasé? -osé a preguntarle. Pero al no ostené respuesta me di cuenta de que si uno es mu grande hasiendo una cosa, no nesesita aprendé a hasé más ná. En ese momento, me se ensendió una bombillita, pero de las de bajo consumo que mi selebro es como el gobierno de Setapé.

- Illo, ¿tú te acuerda de lo que hisiste el año pasao en mi bló? -le pregunté. Y pa aclararle la memoria le recordé-. El día que fui a tu casa y estuvimo viendo la sesión, y yo iba apuntando lo que tú opinaba de las agrupasione.

- Aro que me acuerdo. No vea cómo se puso mi asesó de imagen.

- ¿Me lo va a disí a mi? -le respondí en plan gallego, con una pregunta-. ¿Tú estaría dispuesto a hasé lo mismo este año?

- ¿En tu bló? -me contestó Antonio-. No creo que tu bló tenga presupuesto pa sacarme de poblema.

- Mi bló no, pero uno que yo me sé, sí. Ira, llévate el casco de La Trinchera y te va pa la Sona Franca, pregunta por Jorguito Moreno, que en lo que tú llega allí ya te he negosiao yo el contrato.

Antonio se dio la vuelta con la bolsa en la mano y yo cogí el móvi pa llamá a Jorgue Moreno.

- Illo, Jorgue, soy Carmelo, que te llamo pa pidirte un favó.

- Otra vé, Carmelo, que no le vi a disí a Pepe Contrera que hable de tu bló, que menudo mosqueo que tiene contigo que dise que te cré protagonista del espasio sibernético gaditano.

- Que no es eso, Jorgue, que es del Carnavá. Tengo un comentarista pal concurso perfesto pa Onda Cádi.

- ¿Quién? ¿Tú o tu Sergio? -me respondió en tono basilón, que se le da bien a Jorgue.

- Que no, que yo doy mu malamente en la cámara. Es Martíne Are, que me ha dicho que iguá a cambio de una buena oferta le puede interesá colaborá de vé en cuando en los comentario de preliminare -me dejé queré.

- ¿Martíne Are? No me diga. Con ese lo petamo, nos van a vé má gente que las campanada de Telesinco con la Esteban.

- Po sí, Martíne Are. ¿Cuánto tiene de presupuesto pa él? -me lansé.

Y Moreno me contestó con una sifra que no vi a reprodusí porque no quiero que Antonio quede como pesetero. Ademá, que eso son tema privado. De toas forma me paresió poco.

- Con eso Antonio ni se levanta del sofá. Ni el estribillo de La Milagrosa te canta. Por el doble de eso, comenta toas las preliminare -me tiré el faró.

- ¿El doble? -Jorguito dudó un segundo. Yo creía que iba a llamá a Nuestra Señora pa que le autorisase, pero se vé que él también tiene podé porque a los sinco segundo respondió-. Enga.

- En dié minuto está ahí Martíne Are pa firmá el contrato y enhoragüena porque cuando dei la notisia vai a reventá los foro.

- Pero no vaya a disí tú ná que ya se lo dirá el Juancho al Diario.

Y he cumplio mi promesa, hasta que no se ha hecho público no he contao ná. Porque no quiero fama ni reconosimiento, ni quiero que me agradescai que Martíne Are haiga vuelto al Carnavá. Ni siquiera quiero que Antoñito Martín me dé las grasia por darle una rasón pa escribí otro año má un pasodoble a Martíne Are. En verdá yo lo he hecho por Antonio. Y por mi Chari. Y por el morbo que va a dá el día 18 escuchá los comentario de Antonio a la comparsa de Juan Carlo.