Sucristo Superestá

Mira que yo no soy de musicale ná má que los que hase de Carnavá Martíne Are. Sin en cambio, estando tó Cádi revolusioná porque ponían en el Falla la de Sucristo Superestá yo no me la podía perdé. Má que ná por la que me estaba dando mi Chari que de siempre ha hecho un montón de fans de Camilo Sesto. También la Angela Carrasco está de categoría, aunque ya se sabe que a mi las mujere que han nasio más pallá de la calle Público ná má que me sirven pa mirarla, que yo soy gaditófilo.

Totá, que con la espestasión que había y los astore tan bueno que esperábamo yo moví mis resorte pa consiguí entrá a mi estilo, es disí, de grati. Y mi resorte es el Misterprope que sigue trabajando de portero en el Falla y con uno de esos grande movimiento de cuello y un papé de propaganda nos dejó colarno por toa la cara. Entramo y nos metimo en el paraíso del tirón y, con el culo plano de los asiento de maera, esperamo hasta los timbraso.

Sin en cambio, nos llevamo de desesión en desesión. La primera desesioná fue mi Chari cuando descubrió que Sucristo ya no es Camilo Sesto. A mi me estrañaba porque con la edá de Camilo má que de Sucristo habría hecho de San Pedro. O de Espíritu Santo porque con lo tranparente que tiene el pellejo se pone en el esenario y ni se le ve. Pero es que no solo no estaba Camilo Sesto sino que tampoco estaba Angela Carrasco sino que la que hasia de María la de las Mardalena era la bastorra aquella de Operasión Triunfo que le hecho cojone al Risto Mejide. No, la chiquetita que le metía mano a la que se llamaba como ella no, la otra, la que era peluquera. La Sandra, que tiene nombre artístico de drascuin en el Pópulo.

No estaban ni Camilo Sesto ni Angela Carrasco ni las cansione eran las misma que cuando yo era joven. Dise que es por astualisasión de los tiempo moderno, pero a mi me parese una chuflada grande. Imeprdonable. Eso es como si te anunsian que va a cantá la Antología de Paco Alba y ahora resulta que el Vaporsito no está dedicao al Vapó del Puerto sino al catamarán, que será tó lo moderno que tús quiera, pero no es cantable por Paco Alba. Po algo paresio era lo del Sucristo Superestá.

Tampoco es que la historia fuera mu originá porque era la de Jesú que es el hijo de Dió pero lo traisiona Juda que lo vende a los romano pa que lo maten y allí está también María la de las Mardalena que le hase tilín Jesú pero es mu casta porque si tené suegro es chungo, que tú suegro sea Dió es una putada. En resumen, la historia que cuentan toa las Semana Santa, pero en vé de paseá desde el Palillero hasta la calle Ancha, cantá en el Falla. 

Lo único que me gustó de la astuasión fue cuando salió el que hasía Sucristo de rodilla con un maero agarrao a los braso que me recordó un montón al año aqué del Chupa de la comparsa Los arrepentio, que despué le pegó una guantá al Bati por la calle, porque el Bati se cachondeó de su comparsa. El Chupa es que ante era un poquito visserá y ahora se ha comio hasta las vissera. Fue el momento má gaditano de la astuasión. Pero por lo demá un mojón. Yo no entiendo que puedan profaná el Falla pa estas cosa. Habría que dejarlo en esclusividá pa Carnavale y que si quieren hasé una opera ró que se vayan al Pemán a cogé agua.

Y yo al meno aguanté hasta el finá, que si tú llega a vé a mi Chari, que se quedó dormia cuando toavía no había llegao Sucristo al monte de los olivo. Por sierto, lo raro que estando Sucristo en el monte de los olivo no llegara Antonio Muñón a pidirle que pagara la entrada. Bueno, a lo que iba, que mi Chari se quedó dormía y no nos echaron porque los grito del cantante eran má fuerte que los ronquio de mi Chari, que ya hay que tené pulmone pa cantá por ensima de los ronquio de mi Chari. Y al finá, la hijaputa va y me dise "cuéntame el finá que me he queao un poquito traspuesta". "Un poquito, si te ha dormio toa la muerte y resurresión. Po al finá, Sucristo muere y con la franquisia Pedro se compra Roma entera y toavia le sobra presupuesto pa reformá la Catedrá".

Menos má que no pagamo por entrá, que si no me iba a escuchá a mi Sucristo, el Está y hasta Camilo Sesto...